El presidente del Tribunal Supremo Federal de Brasil, Antônio Dias Toffoli, anuló la decisión judicial que ordenaba retirar el programa de Netflix con un Jesucristo gay, informaron medios locales.

En la decisión, el juez consideró que "no hay que suponer que una sátira humorística pueda hacer tambalear los valores de la fe cristiana".

También remarcó que la libertad de expresión "es una condición inherente a la racionalidad humana como derecho fundamental del individuo".

La decisión de Toffoli da la razón al recurso que la plataforma Netflix había interpuesto horas antes para frenar la censura del programa "'La primera tentación de Cristo", obra del grupo cómico brasileño Porta dos Fundos.

Revocada la decisión del juez

En Brasil está en debate el conflicto entre la libertad de expresión y la ofensa a los valores religiosos. La Justicia de Río de Janeiro había ordenado a Netflix retirar el especial de comedia La primera tentación de Cristo después de la polémica que ha causado en el país, sobre todo entre los cristianos evangélicos, que estaban indignados y dolidos porque no solo mostraba a Jesucristo como homosexual, sino por la burla que hacía de su persona. Millones de personas solicitaron la retirada de la película a Netflix a través de varias peticiones online.

El juez Benedicto Abicair argumentó que la retención del material hasta que se juzguen los méritos es “lo más apropiado” y beneficioso “no sólo para la comunidad cristiana sino para la sociedad brasileña, mayoritariamente cristiana”. Además, considera que la exhibición de este especial de comedia, producido por Porta dos Fundos, puede ocasionar más daños que prohibirla.

[destacate]Millones de personas firmaron contra la película[/destacate]Aquellos que han tenido tiempo de ver La primera tentación de Cristo, que dura 46 minutos, habrá visto a Jesús intentando contar a su familia que después de las tentaciones en el desierto ha encontrad un novio, que es nada más y nada menos que el diablo.

El contenido ha provocado una ola de indignación en Brasil entre colectivos cristianos, incluyendo al diputado Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente, que calificó la película de “basura” y a los creadores de “personas que no representan a la sociedad brasileña”.

Esto llevó al Congreso a convocar a los representantes de Netflix para que dieran explicaciones sobre la obra, aunque esta intervención todavía no ha tenido lugar.

No es la primera vez que el grupo de humor hace sátiras irreverentes con la figura de Jesús. Tiene un Emmy Internacional por su especial de Navidad de 2019, que mostraba a los doce apóstoles borachos por una noche de alcohol en busca de Jesucristo.

Los productores explicaron que valoran “la libertad artística y el humor satírico sobre los aspectos culturales más diversos de nuestra sociedad” y creen que “la libertad de expresión es una herramienta esencial en la construcción de un país democrático”.