Evo Morales dimite como presidente de Bolivia

Pocos podían imaginar que las elecciones del pasado 20 de octubre en Bolivia acabarían con el presidente Evo Morales presentando su dimisión tres semanas después. Sin embargo, tras días de protestas en las calles de las principales ciudades del país, el mandatario ha anunciado su renuncia a continuar en el cargo. “Hemos estado en el gobierno 13 años, nueve meses y 18 días gracias a la unidad y voluntad del pueblo. Nos acusan de dictadura los que perdieron ante nosotros tantas elecciones”, ha señalado el presidente en redes sociales. 

La protestas, sin embargo, no han precipitado la decisión de Morales, sino que han sido la Organización de Estados Americanos (OEA), con un informe de trece páginas en el que declaraba que era “improbable estadísticamente” que el hasta ahora presidente hubiese ganado las elecciones, y el ejército y la policía, que han pedido su renuncia, los que han aumentado la presión. 

Morales había convocado nuevas elecciones tras conocer el contenido del documento publicado por la OEA, pero la demanda de dimisión por parte de militares y policías y la presión creciente de líderes opositores, como el presidente del Comité pro Cívico de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, y del  candidato a la presidencia en las pasadas elecciones, Carlos Mesa, han provocado el cese del mandatario. 

ORDEN DE DETENCIÓN

Evo Morales ha denunciado el anuncio de “una instrucción de ejecutar una orden de aprehensión ilegal en contra de mi persona”. El hasta ahora presidente ha abandonado este domingo el palacio presidencial ante especulaciones de exilio en otros países, principalmente México, que ha anunciado su disposición de dar asilo a Morales, pero también se ha mencionado Argentina. “Grupos violentos han asaltado mi domicilio. Los golpistas destruyen el Estado de Derecho”, ha explicado Morales. 

Camacho, que ha publicado una fotografía en redes sociales con una Biblia sobre una bandera boliviana en el palacio presidencial, ha confirmado la orden de detención contra Morales. “Nuestra lucha no es con armas, es con fe. No estoy yendo con las armas, voy con mi fe y mi esperanza; con una Biblia en la mano derecha y su carta de renuncia en mi mano izquierda”, ha señalado. 

Por su parte, Morales se ha referido a Mesa y Camacho como “discriminadores y conspiradores” y les ha pedido “que asuman su responsabilidad de pacificar al país y garanticen la estabilidad política y convivencia pacífica de nuestro pueblo”. 

Por el momento, la vicepresidenta segunda del Senado boliviano, Jeanine Áñez, ha asumido la presidencia interina del país tras la renuncia del vicepresidente del gobierno, Álvaro García Linera, y de los presidentes de la Cámara de Diputados y del Senado, Víctor Borda y Adriana Salvatierra.

REACCIONES DE EVANGÉLICOS

Una de las primera voces evangélicas bolivianas en manifestarse ha sido la del exdiputado Napoleón Ardaya, que ha asegurado que “el procedimiento que se tiene que seguir es que el Congreso se reúna para considerar la renuncia del presidente y del vicepresidente y dar lugar a la sucesión constitucional”. 

Comunicado publicado por la ANDEB en redes sociales convocando a las iglesias evangélicas bolivianas a tres días de ayuno y oración. / Facebook ANDEB

Desde la Asociación Nacional de Evangélicos de Bolivia (ANDEB), miembro de la Alianza Evangélica Mundial, han publicado un comunicado en sus redes sociales convocando a las iglesias del país a “un periodo de ayuno y oración por tres días”. “Por la pacificación y cese de la violencia en el país y que se dé una transición que le devuelva a Bolivia el orden y estabilidad política y social”, ha remarcado. 

A través de otro documento, la entidad ha exigido a los gobernantes que “escuchen la voz de los gobernados y tomen las decisiones más adecuadas para vivir una convivencia pacífica y democrática”. “Miles de iglesias con presencia en todo el territorio no han cesado de mantener tiempos de oración y adoración pública, y lo seguirán haciendo hasta que vuelva por completo la tranquilidad”. 

La ANDEB también ha hecho un llamado colectivo “al pueblo boliviano, para que cese la violencia, no se incite a la confrontación entre bolivianos y que toda expresión sea pacífica en virtud al respeto del derecho de los demás”.