Un monumento de 50 metros de altura para orar

“El muro de las oraciones respondidas” podría ser una realidad en 2022. Esa es la fecha en la que se ha previsto la inauguración de este monumento de arte público, de 50 metros de altura y construido con un millón de ladrillos, representando cada uno de ellos “una oración respondida que alguien le ha hecho a Dios en un momento de tormentas en su vida y Él le ha contestado”. La obra se ubicará a las afueras de Birmingham, en el Reino Unido, entre algunas de las carreteras principales que rodean la ciudad y su aeropuerto.

Los objetivos, según explican desde la plataforma promotora, son “preservar la herencia cristiana del país”, “inspirar a la nación para orar” y “revelar cómo y porqué Jesús responde a la oración”. “Podemos perdernos en todos los tecnicismos del proyecto, pero si lo hacemos, estamos perdiendo el punto de vista. Más de 140.000 personas van a pasar al lado del monumento conduciendo cada día. Hemos calculado que entre 300.000 y 400.000 personas lo visitarán. Esperamos que descubran al Dios que responde”, ha explicado el director del proyecto, Richard Gamble. 

La iniciativa busca combinar la parte artística del monumento con una interacción tecnológica que permitirá a los visitantes encontrar una oración respondida en cada ladrillo a través de una aplicación móvil. En los planos también se incluye una sala de oración para las 24 horas de cada día de la semana, una cafetería, una librería cristiana y una área verde para orar y reflexionar. 

En cuanto a la financiación de la obra, proviene íntegramente de donaciones privadas. “El proyecto no quiere tomar dinero del bolsillo público. Una parte del financiamiento vendrá de una serie de donantes principales y el resto será del mecenazgo de pequeños donantes. 

Vista de pájaro digitalizada en el lugar que ocuparía el monumento. / The Wall

BUSCANDO UN ENCUENTRO CON DIOS A TRAVÉS DEL ARTE

El monumento, un diseño del estudio de arquitectos Snug, traza una especie de óvalo irregular que se eleva desde el suelo. “Nuestro diseño busca crear un lugar que inspire un encuentro más profundo con Dios y la realidad de las oraciones respondidas”, explican los promotores del proyecto, que también matizan su deseo de “un lugar vivo con las oraciones de quienes se conectarán con él”. 

Tres elementos conformarán su estructura: un arco, que hace referencia al símbolo del arco iris como pacto de Dios con toda la Tierra; la tira de Möbius, que pretende hablar de la naturaleza eterna y trina de Dios; y los ladrillos mismos. “Creemos que el balance entre impacto e intimidad con el paisaje es esencial si la estructura busca ser amada e icónica a los ojos del público”, añaden.