Grupo Al Qaeda asesina 36 cristianos en Kenia

Los terroristas del grupo islámico Al Shabaab –vinculado a Al Qaeda-, asesinaron en la madrugada de este martes, 2 de diciembre, a los 36 cristianos que trabajaban para una compañía minera, decapitando a cuatro de ellos.

El asesinato ocurrió en la mina Korome, unos veinte kilómetros de Mandera, en la frontera con Somalia y Etiopía.

Una práctica realizada también diez días atrás, cuando detuvieron un bus y ordenaron a cada pasajero que leyera el Corán, matando a unas 28 personas por no haber obedecido o no haber leído bien.

Horas después Al Shabaab reivindicó el ataque escribiendo que “casi cuarenta cruzados keniatas fueron llevados a encontrar su propio fin”. También prometieron una guerra “sin cuartel, incesante y despiadada”.

SOMALIA, VECINO PAÍS DE SANGRE

Somalia es considerado un “país fallido” por su alto nivel de violencia y la imposibilidad del gobierno de mantener el orden.

Somalia limita con Kenia y Etiopía. En el caso del primero, los cristianos son el 84,8 por ciento, los musulmanes el 9,7 por ciento, y el resto de otras religiones. En el segundo, los cristianos son el 62,8 por ciento, los musulmanes 34,6 y el resto tiene otras creencias.

Estos dos países decidieron intervenir con tropas en Somalia debido al avance del grupo terrorista, que busca imponer un estado islámico. Ante esto, la filial de Al Qaeda amenazó con vengarse con atentados y asesinatos.

AL SHABAAB Y LA YIHAD

Al Shabaab juró lealtad a Al Qaeda en 2012. Para 2013 se calculó que tendría en sus filas entre 7.000 y 9.000 terroristas. Se originó en Somalia entre 2006 y 2008 y controla la mayor parte de este país cuya población es 99, 8 por ciento musulmana, 0,1 cristiana y 0,1 de otra religión.

Según el informe de Libertad Religiosa de Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), “en las regiones controladas por Al Shabaab, se exige a las escuelas enseñar que la yihad es obligatoria. En muchos sitios, la Universidad de Mogadiscio (la capital), la Universidad de África Oriental en Puntlandia y muchas escuelas de enseñanza secundaria de la capital son financiadas y gestionadas por la Fundación Al-Islah, el equivalente somalí de los Hermanos Musulmanes”.