Maia Mikhaluk es étnicamente semirrusa y vive en Kiev. Es fotógrafa, de fe evangélica y una creyente activa en el terreno del ministerio cristiano. Después de que se publicara un artículo suyo en la CNN, Protestante Digital ha contactado con ella para conocer de primera mano su visión sobre el conflicto que vive Ucrania.
La voz de los
cristianos evangélicos ha sido audible tanto en el debate nacional, como en
organizaciones evangélicas internacionales. Un
presidente interino de fe evangélica sigue al frente del Estado, y tanto
ministerios evangélicos como
pastores han levantado la voz con firmeza contra de la corrupción y a favor de un progreso hacia una democracia más transparente.
Tras la declaración de anexión por parte de Rusia de la península de Crimea, la división de la población parece haber llegado a un punto de no retorno.
“MIS HIJOS HABLAN RUSO EN CASA Y UCRANIANO EN LA ESCUELA”
“Mi marido y yo crecimos en Donetsk y vivimos allí nuestros primeros 25 años de vida”, explica
Maia Mikhaluk, fotógrafa
freelance. Conoce bien la zona prorrusa, y explica que ya “en los años 90 la gente estaba preocupada por si se les obligaba a hablar ucraniano, había ya entonces una propaganda rusa muy importante”.
Ahora Maia y su familia viven en Kiev, la capital y el centro ideológico de las protestas que han llevado a un cambio drástico en el poder. “Nuestros niños estudian en una escuela ucraniana y nunca hemos tenido dudas de que queremos que crezcan como ucranianos.
En casa hablamos ruso, y en la escuela hablan ucraniano”.
“Hemos participado en las
protestas de la Maidan desde el principio y en estos momentos los ucranianos se han hecho más patriotas, apreciando más su pertenencia a esta nación. He visto tanto heroísmo de gente de a pie, cada uno contribuyendo lo que podía, me ha hecho estar orgullosa de ser ucraniana”, reconoce.
¿HAY POSIBILIDAD DE RECONCILIACIÓN?
Sin embargo, aun en la complicada situación, Maia no cree que el enfrentamiento entre ciudadanos del mismo país sea tan grave como ser cuenta. “No hay un conflicto tan grande entre el este y el oeste como el que Rusia pretende hacer creer al mundo”. Es más, confía que la
reconciliación sería posible si Rusia decidiera reducir la presión sobre los asuntos internos ucranianos. “El problema está fabricado intencionalmente por la
propaganda rusa y hay muchas personas que son traídas desde Rusia para empezar reuniones prorrusas en Donetsk, Lugansk y Kharkov”.
Aun así, opina, la fascinación por el país vecino que se palpaba hace unas semanas en las regiones más al este de Ucrania ha ido perdiendo fuelle desde que Crimea fue invadida. “La agresión a Crimea y la
amenaza de atacar Ucrania es una de las fuerzas que más está ayudando a unir Ucrania como país”, cree.
“EN LA ZONA PRORRUSA, LOS EVANGÉLICOS ESTÁN DIVIDIDOS”
Desde el principio de las protestas, los evangélicos en Kiev se unieron en bloque a las peticiones de dimisión del presidente Yanukovich, acusado de corrupción. Tras su caída, la mayoría defienden al nuevo gobierno y condenan la invasión de Rusia.
Pero, ¿qué hay de los evangélicos en el otro bando?
“Los evangélicos de las regiones del este están de alguna forma divididos”, observa Maia. “Había iglesias que apoyaron la Maidan y otras que
defendían que la iglesia no debería involucrarse en las protestas porque Dios había puesto a Yanukovich como presidente, y por tanto había que orar por él en lugar de manifestarse”, explica.
Esta división se palpa claramente en las
redes sociales. “Lo he visto a lo largo de los últimos meses con mis amigos de Rusia que tengo en Facebook. Los que al principio estaban en contra de una invasión de Rusia aplauden ahora a Putin y argumentan que Rusia tenía todo el derecho de anexionarse Crimea”. “El poder de la propaganda es increíble”, lamenta.
Viendo como la desinformación radicaliza ambas posturas, Maia confiesa que la tensión mediática puede acabar causando
“divisiones entre los cristianos que están en la parte libre de Ucrania y los que están en las partes ocupadas”.
ORACIÓN COMO ELEMENTO DE UNIÓN
Las tiendas de oración, el elemento distintivo de los cristianos en esta crisis, puede mantener unidos a los creyentes, cree Maia. “Lo que más me anima es ver que en Ucrania ahora mismo siguen creciendo el número de ‘Maidans de oración’, en todo el país. En los últimos dos fines de semana,
en cientos de ciudades y pueblos ha habido gente que se reunía en la plaza mayor para orar por Ucrania. Creo que la oración, más que cualquier otra cosa, es lo que nos une”.
¿QUÉ HAY DE LA EXTREMA DERECHA?
Algunas de las noticias con más repercusión mediática fuera de Ucrania han sido las acciones de una
emergente extrema derecha, que han ganado cierto protagonismo inflamando el conflicto ya de por sí muy caldeado con consignas ultranacionalistas y acciones intimidatorias.
Maia también opina sobre esto. “Yarosh, el líder del partido
Sector de Derechas, ha dicho que se presentará a las elecciones presidenciales”. Pero este representante del ala más radical “tiene el 0,6% del apoyo según las encuestas”, explica. Además, “tras
atacar el Parlamento en Kiev hace unos días, ha perdido completamente la confianza de la sociedad. Si el Sector de Derechas estuviera interesado en Ucrania, no estarían facilitando pretextos para Rusia”. “Creo que algunos medios de comunicación están exagerando el papel que tienen en Ucrania los partidos de extrema derecha”, cree.
ELECCIONES YA A LA VISTA
En su entrevista con este diario, Maia no esconde su posición favorable al nuevo gobierno. Aun cuando no ha sido elegido en las urnas, considera que el gabinete liderado por el primer ministro
Arseniy Yatsenyuk es legítimo y está haciendo, de momento, un buen trabajo.
“Es posible que por primera vez en 23 años de independencia tengamos un gobierno que realmente está trabajando por Ucrania, en lugar de para sí mismos o para los oligarcas”, opina. “Están construyendo nuevos sistemas que serán más transparentes y, esperemos, libres de corrupción”.
Para mayo están convocadas las elecciones nacionales. Maia confiesa que espera de todo corazón que “estas sean las elecciones más justas y democráticas que este país haya tenido hasta ahora”.
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