Cuarenta gobiernos y cuatro organizaciones internacionales acudirán a la ciudad suiza de Montreux desde este miércoles para tratar de sentar las bases del fin del conflicto que asola Siria desde hace casi tres años.
Estados Unidos y sus aliados esperan que de la conferencia se abra una etapa de transición, contando con la salida del poder de El Asad. La Liga Árabe, comandada por Arabia Saudí, intentará fortalecer la posición de sus aliados en el terreno como alternativa. Ambas opciones, a priori, chocan con la postura del gobierno sirio, que se considera validado para continuar en el poder y denuncia un constante acoso terrorista. Rusia probablemente sea el actor con una postura menos clara, aunque parece evidente que no querrá perder la influencia que posee en el territorio con el gobierno de Asad.
Es por ello que no es fácil saber cómo se desarrollará la conferencia. Aunque acuden muchos países, no parece sencillo un acuerdo rápido.
Las voces de ONG y entidades internacionales piden con insistencia el fin del conflicto. Entre ellas están los cristianos, que se han unido para apoyar una postura común en la conferencia.
La
Alianza Evangélica Mundial ha comunicado que apoya plenamente la declaración
“Un llamado urgente a la acción para una paz justa en Siria” que fue preparado por
líderes cristianos de Siria, el Consejo de Iglesias de Oriente Medio, el Consejo Mundial de Iglesias, y la Santa Sede.
La declaración insta a los participantes de Ginebra II a
“perseguir el cese inmediato de todo enfrentamiento armado y la hostilidad dentro de Siria”, para “asegurar que todas las comunidades vulnerables en Siria y los refugiados en los países vecinos reciben asistencia humanitaria apropiada”, y para “desarrollar un amplio e incluyente proceso hacia el establecimiento de una paz justa y la reconstrucción de Siria”.
SUFRIMIENTO DE CRISTIANOS LOCALES
Los cristianos han puesto énfasis en la situación de los cristianos en el país.
En medio de la guerra civil que se ha desarrollado en Siria desde principios de 2011, existe una fuerte evidencia de que en algunas partes del territorio los cristianos están sufriendo simplemente por ser cristianos.
“Estamos profundamente preocupados por la comunidad cristiana en Siria. Al igual que todos los grupos minoritarios que necesitan protección frente a las amenazas reales que se han hecho en contra de ellos.
Además, es imprescindible que Siria garantice el futuro los cristianos que han tenido una presencia en la región durante dos mil años”, expuso el Dr. Geoff Tunnicliffe, secretario general de la Alianza Evangélica Mundial.
Los
líderes cristianos en Siria han pedido a la comunidad cristiana en todo el mundo unirse a ellos en sus oraciones por la Conferencia de Ginebra II. Específicamente, pidiendo que las agendas individuales de ambas partes se pongan a un lado, sabiendo que en el proceso en Siria los cristianos jugarán un importante papel para la reconciliación.
Por otra parte, la entidad evangélica también insta a la comunidad internacional a apoyar a los países vecinos de Siria que están sirviendo como anfitriones a millares de refugiados.
“Junto a los cientos de miles de refugiados sirios en los países vecinos, llamamos a la comunidad cristiana en todo el mundo a unirse a los gobiernos, las agencias internacionales de la sociedad civil y las Naciones Unidas en el aumento de su ayuda humanitaria”, dijo Tunnicliffe . “Sería un desastre absoluto si estos países de acogida fuesen severamente desestabilizados por la magnitud de la afluencia de personas vulnerables”.
“Con la conferencia de Ginebra II en marcha,
animamos a los cristianos de todo el mundo a orar por Siria, sus habitantes, los que buscan refugio y, especialmente, por nuestros hermanos y hermanas en Cristo”, concluyó Tunnicliffe.
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