Cristianos de diversas iglesias y entidades están alzando la voz para reclamar a sus conciudadanos un esfuerzo por la paz y el cese de la violencia, ante el conflicto que vive el joven país desde hace unas semanas.
El 15 de diciembre comenzaron los combates en Juba, la capital de Sudán del Sur, con un intento de golpe de estado por parte de soldados leales al ex diputado Riek Machar, que acusó al presidente en el cargo, Kiir, de querer imponer una dictadura.
La violencia se extendió por todo el país.
Los informes sugieren que el país se está dividiendo entre los grupos étnicos de ambos líderes políticos, que pertenecen a diferentes tribus, los Dinka y los Nuer.
Si el conflicto gradúa a un enfrentamiento étnico, el problema se agravará. Por ello, los cristianos intentan advertir de este peligro que ya ha asolado otras regiones del continente.
CRISTIANOS SALVANDO VIDAS
Según cuenta
Mark Opere Omolm, un sacerdote católico de Sudán del Sur, varios religiosos de ambos grupos étnicos han trabajado para proteger y salvar muchas vidas.
“Lo que estas personas han hecho merece ser contado al público para
enfatizar firmemente el papel que las iglesias pueden desempeñar en la configuración del futuro de nuestro país”, dice Mark.
Estos son los episodios denunciados por el sacerdote:
“Abraham Makuac, un pastor evangélico de la tribu Dinka, ha salvado la vida de varios Nuer durante los enfrentamientos en Juba. A pesar de haber perdido a un hermano, que fue asesinado brutalmente durante los enfrentamientos, abrió su casa y la iglesia para ocultar a los civiles inocentes.
Michael Abang, un ministro presbiteriano de la tribu Shilluk, ha trabajado para salvar varias vidas durante los enfrentamientos en Malakal. Abrió la Iglesia para proteger y dar cabida a los desplazados Dinka y Nuer. Al día siguiente de los combates, fue visto participando en la recuperación y el entierro de los cuerpos de las víctimas.
P. Paulino Lual, de la Orden Franciscana y de origen dinka, creó una red de voluntarios Dinka para proteger a la población Nuer en Aweil. Este sacerdote es conocido por su valentía y firmeza en la condena de tribalismo, la corrupción y todo tipo de males sociales en el país. P. Lual también ha sido amenazado con ser asesinado por algunos soldados de su tribu, irritados por la protección que este hombre de Dios dio a la población de origen Nuer.
Don Joseph Makuei, un sacerdote católico Nuer, organizó un grupo de voluntarios de su grupo étnico para proteger y salvar a los dinka en Bentiu. El sacerdote junto con los voluntarios, acompañó personalmente a los miembros de las comunidades dinka hasta la sede local de la ONU para obtener protección”.
CRISIS HUMANITARIA
El Director Internacional de
Barnabas Fund, Patrick Sookhdeo describió la situación actual como “desesperadamente triste”.
“Los civiles cristianos de Sudán del Sur, después de haber obtenido la independencia del norte islámico, ahora se encuentran en medio de otro conflicto”, dijo. “Ellos han sido abandonados por sus líderes políticos y militares, que luchan en conflictos tribales por el poder”.
La organización informa que este nuevo episodio de violencia se ha cobrado hasta el momento al menos 1.000 vidas y ha obligado a unas 200.000 personas a huir de sus hogares con pocas pertenencias. Muchos ahora están viviendo en condiciones terribles, con una grave falta de agua potable, alimentos, saneamiento y vivienda.
La agencia de noticias católica Fides ha informado que casi miles de refugiados han llegado al campamento de Kakuma, en la parroquia de Santa Cruz en Kenia, donde hay más de 130.000 personas de diferentes nacionalidades africanas.
La situación ha sido descrita como “al borde de la catástrofe” por Médicos Sin Fronteras.
El representante de Barnabas Fund cuenta que
están trabajando con los líderes de la iglesia en el país para ayudar a establecer un plan para dar ayuda a aquellos que han sido desplazados. Se financia la provisión de alimentos, suministros médicos, mantas y otros artículos esenciales.
POCOS AVANCES
A pesar de las conversaciones de alto el fuego se abrieron en Etiopía el 3 de enero, no se ha hecho ningún progreso significativo todavía y la violencia continúa.
El Arzobispo
Daniel Deng Bul Yak, Arzobispo de la Iglesia Episcopal de Sudán del Sur, ha hecho un llamado a la oración a toda la Comunión Anglicana, y solicitó la defensa de un proceso inmediato que establezca la paz.
“Nosotros, como iglesia, estamos profundamente preocupados y tememos que si la situación no se contiene dará lugar a un caos incontrolable”, escribió en una carta a Justin Welby. El arzobispo de Canterbury respondió a través de una carta a los líderes de la Comunión Anglicana, en la que les instaba a abogar por el apoyo a las organizaciones de ayuda.
La carta termina con una oración para que “la paz y la sanación de nuestro Salvador pueda ser un bálsamo para todo lo que está roto en nuestro mundo”.
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