Cristianos se refugian en aeropuerto huyendo de los machetes islámicos

Huyen de los grupos islamistas violentos y han tomado el aeropuerto como lugar de refugio. Son miles y viven en condiciones deplorables, pero al menos pueden mantenerse con vida. Es la historia que viven en República Centroafricana estos días los cristianos del país.

Según informan varias agencias de noticias (Asociated Press, Reuters entre otras) miles de civiles cristianos se refugiaron en el aeropuerto custodiado por soldados franceses desde la pasada semana. Fuera de las alambradas del aeropuerto, los cuerpos yacían en descomposición a lo largo de las carreteras de una capital demasiado peligrosa como para recoger los cadáveres.

El jueves se contabilizaban unas 280 víctimas mortales, según la radio nacional. “Nos están matando como a pollos”, dijo Appolinaire Donoboy, un cristiano cuya familia permanece en la clandestinidad.

El Departamento de Estado de EE.UU. dijo que estaba “profundamente preocupado” por la violencia y elogió la rápida intervención de Francia, que ha ampliado su presencia militar en la zona en las últimas semanas.

En Bangui las tropas francesas han tomado posiciones y las patrullas se suceden. Sin embargo los enfrentamientos siguen activos. El jueves, sin embargo, diez atacantes armados en una camioneta dispararon contra una posición francesa en el aeropuerto.

Las fuerzas militar de Francia, que controla el aeropuerto de Bangui, dijo que cerca de 2.000 centroafricanos se refugiaron allí el jueves, la mayoría, si no todos, cristianos. La multitud se multiplicó el viernes. En este vídeo de la cadena Channel4 se perciben las condiciones en las que sobreviven en el aeropuerto:


Yves Wayina, de 26 años, huyó con su esposa y seis hijos. “Francia debe venir y hacer todo lo posible para salvarnos rápidamente”, declaró a AP. No está seguro de si puede volver a vivir entre los musulmanes. Han sido demasiados ataques del Seleka, que incluyen mercenarios extranjeros en sus filas. “Estamos enojados”, dijo a través de la valla que mantiene a los civiles fuera de la pista del aeropuerto. “Los musulmanes deben volver de donde vinieron”.