“Es desgarrador ver el derramamiento de sangre entre compatriotas”

Las sedes de la Sociedad Bíblica en Assiut y Minia, las dos ciudades más grandes del sur de Egipto, fueron destrozadas durante la jornada del miércoles, en la que fundamentalistas islámicos respondieron con actos de vandalismo y violencia ante el desalojo de la acampada en El Cairo de los simpatizantes del gobierno derrocado de Mursi.

“Eran librerías hermosas, totalmente equipadas”, cuenta Ramez Atallah, secretario general de la Sociedad Bíblica en Egipto. “Afortunadamente cerramos por temor a un ataque, por lo que ninguno de nuestros empleados resultaron heridos. Los asaltantes derribaron las puertas de metal que protegen a las librerías, rompieron los escaparates de las tiendas y prendieron fuego al lugar. Hicieron lo mismo con muchas tiendas en las calles y con muchos coches que estaban aparcados”, cuenta.

SITUACIÓN INSOSTENIBLE
En cuanto a la situación del país, Ramez Atallah no justifica la violencia empleada por las fuerzas de seguridad, pero explica que los asentamientos de los Hermanos Musulmanes en El Cairo hacían casi imposible el funcionamiento de la ciudad. “Imagínense que más de 10.000 manifestantes acampasen durante seis semanas en Times Square en Nueva York. No podría circular tráfico y se generarían congestiones. Las vidas de personas y empresas en los edificios de los alrededores tendrían su vida completamente interrumpida - difícilmente podían tener acceso a sus tiendas y viviendas”.

La convocatoria de los Hermanos Musulmanes ha sido a manifestarse de forma pacífica, pero es evidente que la situación se ha descontrolado. “En respuesta a esta llamada, los fundamentalistas musulmanes de todo Egipto se han empleado con violencia, algunos de ellos contra objetivos cristianos, yobre todo hacia instituciones gubernamentales, estaciones de policía y hacia la propiedad privada, especialmente automóviles estacionados”.

Según relata Ramez Atallah “una de las razones por las que el gobierno ha sido tan reticente en la dispersión de las sentadas ha sido precisamente a causa de las amenazas de represalia de los Hermanos Musulmanes. Así que la mayoría de egipcios esperábamos este conflicto violento”.

“Es desgarrador –confiesa- ver este derramamiento de sangre entre compatriotas egipcios que se despliega ante nuestros ojos”.

ABRIR CUANTO ANTES
El secretario general de la Sociedad Bíblica opina que la reacción de los Hermanos Musulmanes es un ataque hacia el Estado por una “minoría que intenta desestabilizar la nación”. Los cristianos “no son los únicos atacados”, sino que el enfrentamiento va más allá.

Es la primera vez en 129 años de funcionamiento de La Sociedad Bíblica de Egipto que han sido víctimas de un ataque hacia su sede. “Tan pronto como las cosas se calmen”, cuenta Ramez Atallah, “reconstruiremos estas dos librerías para continuar con nuestra labor de llevar la Palabra de Dios en esas dos ciudades estratégicas”.