El ministerio de atención a homosexuales Exodus, liderado por Alan Chambers en Estados Unidos, cerró sus puertas el pasado mes de junio. La medida se tomó tras la progresiva salida de apoyos a esta organización, que en 2012 había dejado de lado las “terapias reparadoras”, y con una declaración pública de disculpas de su director hacia la comunidad LGBT.
Sin embargo esta entidad no representa a
Exodus Global Alliance, una organización mundial que sigue funcionando en sus diferentes sedes en todo el mundo. En este sentido,
Exodus Latinoamérica quiso marcar una diferencia con la decisión de Alan Chambers, remarcando que el ministerio latinoamericano continúa ofreciendo apoyo a las personas que no se sienten cómodas con sus atracciones hacia personas del mismo sexo.
El pastor
Álvaro Aguilar, el director del ministerio Volviendo al Modelo del Padre, afiliada a Exodus Latinoamérica, concedió una entrevista a Mundocristiano.tv en la que aclaraba la situación de la organización tras el cierre de la filial en Estados Unidos.
EXODUS, APOYO ADMINISTRATIVO
Aguilar explica que
históricamente Exodus Internacional Estados Unidos ha tenido una gran importancia, dado que “realmente funcionaba como una oficina administrativa en la cual buscaban amparo los diferentes ministerios que dan apoyo a las personas con atracciones hacia el mismo sexo no deseadas”.
Así, los ministerios “buscaban un amparo administrativo”, pero el cierre de Exodus Estados Unidos no significa el fin de estos ministerios. De hecho
“continúan como ministerios vivos funcionando dentro de esta nación, pero ahora bajo el amparo administrativo de un nuevo ministerio llamado Restaurando la Esperanza (Restored Hope Network)”.
EXODUS GLOBAL SIGUE ADELANTE
A nivel mundial los ministerios Exodus Global, cuya sede está en Canadá, continúan dando amparo a oficinas en Asia-Pacífico, Asia-Atlántico y Latinoamérica, explica Aguilar. Y
la entidad continúa defendiendo los mismos principios: “que el cambio es posible. Que hay esperanza para las personas con atracciones hacia el mismo sexo no deseadas, porque Cristo es el mismo de ayer, de hoy y de siempre”.
Aguilar explica que hay dos misiones para esta organización. Por una parte,
ofrecer ayuda a personas que “experimentan atracciones hacia el mismo sexo no deseadas, o que estén involucrados en la homosexualidad” manteniendo que es posible un cambio y vivir “la fe en Jesucristo” teniendo “una vida transformada en Él”.
Además la organización ofrece formación “a cristianos, a iglesias, para sostener la perspectiva bíblica de la sexualidad.
Mientras se responde con compasión, gracia y verdad a quienes ha impactado una problemática sexual como esta. Servir a personas impactadas con la homosexualidad mediante el compañerismo cristiano, mediante discipulado, congresos, consejería, grupos de apoyo, materiales y asesoramiento espiritual”, indica.
BASE BÍBLICA DEL MINISTERIO
Aguilar está convencido de que “Jesús vino a hacer aquello que nosotros no podemos lograr por nuestra propia cuenta. Que los planes de cambio que Jesús tiene para sus vidas siguen siendo posibles. A mi me impacta lo que la Biblia dice en 1 Corintios 6: 9-11, nos habla de los diferentes tipos de pecado, entre ellos menciona a los afeminados, los que se acostaban con varones, y entre ellos está la mentira, el robo, la borrachera, la fornicación y el adulterio. Y yo
no veo que la homosexualidad esté marcada en rojo, ni en mayúscula, ni subrayado, es un pecado que hombres y mujeres sin Cristo nos involucramos en ello”, comenta Aguilar, quien además dice que “hay iglesias que sí están apoyando”.
“Definitivamente
las personas que piden ayuda, son personas que están sentadas en los bancos de nuestras iglesias. Lo que sí la Iglesia debe entender es que debe equiparse con conocimiento, debe prepararse para poder dar una ayuda efectiva a las personas con esta problemática”, afirma.
El pastor Aguilar cree que la iglesia tiene que “aprender” a ayudar a quienes tienen estas luchas. “Los pastores deben equiparse con conocimiento, los consejeros, todos los servidores y la misma iglesia en sí, a saber tratar a las personas que se acercan al Señor Jesucristo, para entenderlas y tratarlas. Saber que no es el rechazo lo que tenemos que manifestar. Saber que el amor de Cristo ha sido derramado en nuestros corazones. Dios está llamando a personas con atracciones hacia el mismo sexo a que pertenezcan a su Reino y que pertenezcan a su Iglesia local. Dios está llamando, el cambio es posible. Lo que tenemos que saber es manifestar el amor de Dios y la Iglesia debe aprenderlo”.
DESAFÍOS PRESENTES
En cuanto a los desafíos,
Aguilar apunta que hay pocos ministerios dedicados a esta labor. “En Costa Rica, somos dos ministerios en todo el país, en Puerto Rico conozco uno, en Venezuela conozco otro, en Argentina otro... Somos pocos y no podemos atender todas las necesidades de la población. Es necesario que la Iglesia quiera equiparse. Creo que nuestro principal desafío no es solamente ayudar a la persona con atracciones hacia el mismo sexo no deseado, que piden ayuda, sino equipar a la Iglesia, que la Iglesia sepa, que la Iglesia entienda, que el pastorado, que liderazgo de la Iglesia pueda entender que cada uno de nosotros tenemos que convertirnos en ministros que podemos atender la necesidad de cualquier persona”.
El pastor explica que habla de “entender cómo hacer la labor de la que Pablo ya nos habló. Cómo ayudar a una persona a renovar su mente, a sanar las heridas que lo llevaron a una conducta de este tipo, las cuales son muchas.
Tenemos que entender la homosexualidad como un asunto multicausal, lo cual lo hace complicado de entender y ayudar”. Porque en su opinión “hay esperanza para esta población. Hay esperanza en Cristo, como lo hay para cualquier otra persona”.
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