Los obispos de la Iglesia Anglicana volverán a tratar el tema del obispado de las mujeres, a través de una nueva moción que ha sido elaborada por la Casa de los Obispos, y que espera solventar la oposición que se encontró en el seno de la Iglesia en la votación celebrada en noviembre de 2012, que desechó la propuesta presentada.
El Arzobispo de Canterbury, Justin Welby, ha manifestado su apoyo a la posibilidad de que las mujeres puedan ser obispas y arzobispas, en la línea de su antecesor, Rowan Williams.
Este viernes
se presentó un plan para que el debate vuelva al centro de la Iglesia cuanto antes. El documento firmado por Justin Welby y John Sentamu, arzobispo de York, se presentará en el Sínodo General que se celebra en julio, para así dar comienzo a su proceso de aprobación, que finalizaría en 2015.
En la nueva propuesta, se intenta evitar el enfrentamiento entre aquellos que no quieren reconocer el obispado femenino y aquellos que sí lo apoyan, dando libertad a cada arzobispo para decidir sobre estos nombramientos, aunque se pedirá que cada diócesis tenga un obispo dispuesto a ordenar mujeres para el sacerdocio.
“En este momento, es difícil decir que alguien sale 'ganando' con este debate”, dijo el obispo
Nigel Stock, presidente del grupo de trabajo la elaboración de nuevas propuestas. “La Iglesia de Inglaterra quiere mantener la característica de ser una Iglesia amplia, capaz de dar cabida a una amplia gama de convicciones teológicas”, decía Stock en un comunicado.
“Teniendo en cuenta esta diversidad de opiniones – continúa Nigel Stock
- es esencial tener claro si la Iglesia de Inglaterra está dispuesta a dejar espacio para aquellos que disienten de su decisión. Nos hemos acercado a nuestro trabajo sobre esta base”.
Será difícil aspirar a la unanimidad, por eso la propuesta quieren hacerla muy abierta. “Es necesario ver si puede haber un enfoque suficientemente amplio para permitir un consentimiento que permita avanzar”.
RECHAZADO EN EL ÚLTIMO SÍNODO
En la votación de noviembre, la propuesta tuvo un apoyo del 73 por ciento de los obispos, pero quedó sin aprobar al caer en la Cámara de Laicos, por un margen de cuatro votos.
La norma, para aprobarse, tiene que contar con una mayoría de dos tercios en la votación del Sínodo de los Obispos y en la Cámara de Laicos.
Para el obispo Stock es importante que el debate no se afronte desde posiciones de enfrentamiento.
“Tenemos la opción de continuar por el camino de la gracia o por el camino de la ley. A medida que crecen las opciones presentadas, se necesitan más leyes. Nos parece más prudente comenzar con la máxima gracia, y ver a dónde nos lleva”, explicó.
La reunión del Sínodo comenzará con el debate, que Stock espera que no sea “un juego de posicionamiento” en el que los Obispos se cierren en una postura concreta. “Se trata de un intento real para ver hasta dónde podemos llegar, en lugar de sospechar de los demás”. Stock destacó que quieren “escuchar” y ser abiertos a lo que los Obispos quieran decir.
El obispado femenino fue una de las principales iniciativas que impulsó Rowan Williams, anterior Arzobispo de Canterbury, que finalmente dejó su puesto sin conseguir que se aprobara.
La Iglesia Anglicana aprueba la ordenación de mujeres sacerdotes desde 1992, pero la ordenación como obispas sigue siendo exclusivamente masculina. Algunas diócesis sí han aprobado el servicio de mujeres como obispas en Australia, Nueva Zelanda, Canadá, Sudáfrica y Estados Unidos, pero otras muchas iglesias no admiten estos nombramientos y tampoco se las reconoce en toda la Comunión.
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