La Church of Scotland, iglesia oficial del país, podría ver pronto como personas que practican la homosexualidad empiezan a liderar sus parroquias. Tras 6 horas de debate, la mayoría de los representantes en la Asamblea anual celebrada en Edimburgo, el lunes, votaron a favor de aceptar la ordenación de personas abiertamente gays.
La decisión final fue aprobada por 340 votos a favor y 282 en contra. De esta forma, las congregaciones teológicamente liberales podrán, a partir de ahora, salirse de la línea histórica de su Iglesia, por lo que a la homosexualidad se refiere.
ALGUNOS ‘CONSERVADORES’ ACEPTAN LA RESOLUCIÓN
La resolución ha demostrado la
gran división entre los líderes de la Kirk (tal como se denomina también la iglesia presbiteriana de Escocia). En parte por esta realidad compleja, la decisión final no obligará a las parroquias a aceptar el liderazgo de ministros abiertamente gays, pero sí abre la puerta a las iglesias liberales a hacerlo.
Algunos pocos líderes conservadores en cuanto a la doctrina han considerado que la decisión es un punto intermedio entre dos polos. Por ejemplo, el reverendo
Alan Hamilton, de East Dunbaronshire, ha dicho: “No quiero apartarme de la visión tradicional de la iglesia, una visión que creo que está consagrada en la Biblia y en la voluntad de Dios”.
“Pero creo”, ha añadido, “que es tiempo para la iglesia, particularmente para tradicionalistas como yo, de conceder espacio a otros que no están de acuerdo, para que puedan expresar su desacuerdo”.
Hamilton lo describió como una opción que “no exige que la Iglesia abandone su posición tradicional y todo lo que deriva de ello, ni siquiera nuestra posición entre las iglesias mundiales”.
CRÍTICAS: TENDENCIAS SOCIALES GANAN A VERDAD BÍBLICA
Pero la decisión sí ha recibido muchas críticas de un amplísimo sector de liderazgo. Por ejemplo, el Reverendo
David Randall ha considerado que
la decisión “ha sido forzada por los revisionistas que quieren que demos la espalda a lo que nos dice el sentido común”.
Añadió, además, que este tipo de decisiones desde la cúpula llevarán a “perder miembros, ministros, congregaciones y dinero”. Y se preguntó:
“¿Queremos mantenernos con las Escrituras o vamos a ir con el fluir de las tendencias sociales?”.
VOTAR PARA DEJAR ATRÁS LA VISIÓN BÍBLICA TRADICIONAL
El importante paso de la votación rompe con la interpretación bíblica que se había mantenido hasta el momento y puede crear una importante fractura en la Iglesia de Escocia.
Muchos de sus ministros teológicamente evangélicos abandonarían el liderazgo de las parroquias si la decisión de aceptar la práctica de la homosexualidad en el liderazgo de las iglesias acaba imponiéndose.
Un portavoz de la rama evangélica
‘Free Church of Scotland’ explicó: “No entendemos qué está pasando en la Iglesia de Escocia, y sospechamos que la gran mayoría de escoceses tampoco lo entienden. Creemos que
Escocia necesita la guía de la iglesia nacional enraizada en las enseñanzas de la Biblia, más allá de la opinión pública o de la presión para amoldarnos”.
En este sentido, la moderadora de la Asamblea General de la Iglesia de Escocia, la reverendo
Lorna Hood, ya ha reconocido:
“Somos conscientes que algunas personas han quedado dolidas, ansiosas, preocupadas y heridas [tras la votación]. Continuaremos orando por la paz y la unidad en la Iglesia”.
El acuerdo deberá ser aceptado ahora por los 48 presbiterios regionales en Escocia, y se ratificaría en la Asamblea de la Iglesia de Escocia el año 2014, para ser
convertida en norma y puesta en marcha a partir de 2015.
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