Unos 55 cristianos han sido detenidos por el gobierno de Sudán, situación en la que permanecen desde hace dos semanas y sin cargos oficiales, aunque bajo la sospecha de recibir dinero del extranjero, según informa la organización Christian Solidarity Worldwide (CSW).
Según fuentes de la CSW, este grupo, que no tiene afiliación política e incluye a los líderes de la iglesia, ha sido falsamente acusado de recibir dinero del extranjero, incluido Israel.
Los arrestos son la prueba más reciente de una
ola de represión que se inició a finales del año pasado contra los cristianos que trabajan en diversas organizaciones, y que habría tenido como resultado la deportación de cerca de 100 trabajadores extranjeros, a la vez que un amplio número de cristianos sudaneses son detenidos e interrogados por los servicios de seguridad.
Según informes locales, esta represión ha sido precedida por una
campaña mediática en contra de la “cristianización” que se ha completado con el cierre de varias escuelas, colegios y centros de formación vinculados a organizaciones cristianas.
Desde la creación de Sudán del Sur en 2011, la
comunidad cristiana en Sudán ha sufrido un aumento de las presiones por parte del Gobierno. El Presidente Al-Bashir ha declarado en repetidas ocasiones que
la nueva Constitución de Sudán seguirá la sharia islámica en su totalidad. El presidente también ha afirmado que “todos los partidos, sectas religiosas y los sufíes” estarían representados en el comité de redacción de la constitución, algo de lo que no se tiene constancia.
El director de CSW, Andrew Johnston, dice estar “preocupado por las detenciones arbitrarias y la escalada de represión hacia los ciudadanos cristianos en Sudán”. Además instó al Gobierno a “llevar a cabo amplias consultas durante la elaboración de la nueva Constitución, para asegurar que se reconoce el derecho de todos los ciudadanos sudaneses a la libertad de religión o de creencia, como se indica en el artículo 18 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP), del que Sudán es firmante”.
DETENCIONES ARBITRARIAS
Según denuncia Amnistía Internacional, en Sudán del Sur también se han producido detenciones arbitrarias, ya que las autoridades habrían detenido a decenas de figuras de la oposición, sin imputarles cargos ni dejarles acceso a abogados, desde que estallaron disturbios en el estado occidental de Bahr El Ghazal a finales de 2012.
Diez personas murieron en la capital del estado, Wau, en diciembre, cuando las fuerzas de seguridad abrieron fuego contra los manifestantes. Al menos catorce personas han muerto en los disturbios desde entonces.
AI ha acusado frecuentemente al ejército de Sudán del Sur de abusos contra los derechos humanos. El ejército está compuesto en su mayoría por exguerrilleros y milicianos con entrenamiento precario.
CONFLICTO CON SUDÁN DEL SUR
El problema para las minorías religiosas forma parte de las represalias entre Sudán y Sudán del Sur, que están en riesgo de conflicto permanente en el último año y medio. Las fronteras están militarizadas y la población ha sufrido a causa de ello.
Recientemente las autoridades de Juba, capital de Sudán del Sur, acusaron a sus vecinos de reunir un gran número de tropas a lo largo de las fronteras comunes, una acusación que Sudán ha rechazado.
El portavoz también ha restado importancia a las afirmaciones según las cuales Sudán del Sur ha desplegado tropas en la frontera, afirmando que no se han registrado actividades anormales.
REFUGIADOS
Este conflicto, junto a los problemas internos de Sudán en Kordofan del Sur,
ha obligado al desplazamiento de más de 177.000 personas desde sus hogares a campamentos de refugio en Sudán del Sur. Es tal el flujo de personas que huyen del conflicto que el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha puesto en marcha la apertura para el 1 de marzo de un nuevo campo en Ajuong.
Para preparar a la población local de la llegada de decenas de miles de refugiados, la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCAH) ha organizado una reunión entre los líderes del campamento de Yida y los jefes de las aldeas de la Ajuong. Se ha discutido de los problemas de la distribución de los pastos, de la recolección de la leña y de las condiciones de seguridad.
Según ACNUR “actualmente unos 300 refugiados están llegando cada día a Sudán del Sur. Si la situación continua así, es posible que a lo largo de los próximos cinco o seis meses que dura la estación seca, lleguen unas 60.000 personas”.
Kordofan del Sur, Estado de Sudán en la frontera con Sudan del Sur, es escenarios de un conflicto entre el ejercito de Khartoum y los rebeldes del SPLM-N (Movimiento de Liberación del Pueblo Sudanés-Norte).
Si quieres comentar o