Un grupo de unos treintamusulmanes atacó el templo de una iglesia cristiana copta en Fayoum (Egipto) el pasado fin de semana, en un ataque similar a otro ocurrido hace poco más de un mes en una zona cercana.
Según los testigos, durante la celebración del culto el día viernes en la Iglesia de Mar Girgis, un grupo de unos 30 musulmanes, la mayoría procedente del mismo clan familiar, rodearon el templo cristiano y comenzaron a lanzar piedras contra las ventanas. A continuación lanzaron cócteles molotov, provocando una abertura que les permitió entrar al templo. Una vez dentro, los radicales destrozaron parte del mobiliario.
“Era un día normal en el que celebrábamos la liturgia y la escuela dominical”, dijo un testigo de 30 años de edad que asiste a la iglesia. “Como de costumbre, la mayoría de la gente sale después del culto, pero algunas personas nos quedamos dentro del templo de la iglesia. Mientras estábamos sentados, vimos a toda esta gente marchando hacia aquí, algo similar a lo que vemos en la televisión en la plaza Tahrir, para atacar a la iglesia”.
El grupo de musulmanes
destruyó iconos, cruces y parte de la estructura de la cúpula de la iglesia, lo que provocó el derrumbe de parte de ésta. El ataque se prolongó durante varias horas. Los atacantes trataron de incendiar el edificio de la iglesia en un nuevo asalto el sábado, pero una unidad de almacenamiento de agua en el techo de la estructura debilitó el fuego, según los testigos.
Cuatro personas, entre ellas un sacerdote, sufrieron heridas leves de piedras arrojadas a la multitud.
ESPIANDO SUS CULTOS
El ataque fue la culminación de un extraño incidente en el que
un musulmán que vive en una casa que comparte una pared con la iglesia hizo un agujero en la pared para poder espiar a los cristianos, de acuerdo con los miembros del clero con estrechos vínculos con la iglesia.
Los miembros de la congregación descubrió el agujero de unos tres meses. El musulmán, su familia y un puñado de aldeanos comenzaron una campaña de intimidación en contra de la iglesia, alegando que era contrario a la ley islámica la construcción de una iglesia al lado de una casa musulmana.
La iglesia se ofreció a comprar la casa del hombre, en un “acuerdo de reconciliación” común en Egipto. Según la versión de los fieles cristianos, el musulmán rechazó cualquier solución que no pasara por la marcha de los cristianos del edificio. El sacerdote se vio obligado a firmar un documento declarando que no se ampliaría el edificio de la iglesia. No se tomaron medidas contra el hombre que abrió el agujero en la pared de la iglesia.
Los cristianos se sienten cada vez más desprotegidos. De hecho, denuncian que durante el primer ataque la policía estaba presente pero no hizo nada para detener el asalto. En el segundo día la policía detuvo a algunos de los aldeanos.
UN ATAQUE “ESPERADO”
La Iglesia de Mar Girgis fue construida en los años 80. La iglesia fue sometida a una serie de reformas cuando los musulmanes comenzaron espiar a la congregación. El edificio era el centro de adoración para la vida de cerca de 180 familias coptas ortodoxas que viven en el pueblo.
Según el miembro de la iglesia que informó del suceso, cuya identidad no es revelada por seguridad,
este ataque era “esperado”, debido a la escalada de tensión que viven en Egipto en este último año, que de hecho ha llevado a los fieles a establecer turnos de vigilancia en el templo para disuadir ataques.
MANIFESTACIÓN
El domingo se produjo una
manifestación de los cristianos coptos en El Cairo, en la que participaron decenas de personas que clamaron al Gobierno por una protección efectiva de su comunidad (un 10% de la población) ante los crecientes ataques de la mayoría musulmana.
Este fue el segundo ataque en poco más de un mes contra los cristianos coptos en la provincia de Fayoum. El 15 de enero cientos de musulmanes atacaron un centro comunitario en la aldea de Fanous, que estaba en construcción a cargo de una organización copta, aunque se trataba de un centro de atención social y médica. Los musulmanes locales acusaron a la sociedad de la construcción de una iglesia.
El ataque se produjo poco después de que los imanes locales llamasen desde las mezquitas a “defender el islam”. La multitud derribó el edificio por completo, y nadie fue arrestado.
Por otra parte, el gobierno impidió la llegada de periodistas al lugar de la escena. Según un líder de la iglesia copta, los funcionarios del gobierno están permitiendo el acoso a la comunidad copta para que guarde silencio sobre éste y otros incidentes.
No es novedad que la violencia de grupos extremistas musulmanes venga alentada desde sus líderes espirituales.
Hace poco, un imán salafista llamó “prostitutas” a las mujeres coptas. El imán Ahmed Mohamed Abdalá, conocido como 'Abú Islam', ha sido denunciado por la Federación Egipcia de los Derechos Humanos, intentando hacer valer la nueva ley que condena “el menosprecio a la religión” y con el fin de que “el Estado muestre que actúa igual contra las ofensas a todas las religiones, no sólo contra el Islam”, según recoge el diario egipcio 'Al Masry al Youm'. Una muestra más del complicado estado de las relaciones entre confesiones en un Egipto cada vez más peligroso para los cristianos.
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