El archipiélago caribeño de las Bahamas ha decidido en un referéndum que sus ciudadanos no podrán acceder a algunas formas de juego. Si bien en las islas existen locales a tal fin, son exclusivos para los turistas.
Bahamas legalizó el juego de apuestas en 1969, cuando el país todavía era una colonia británica. Hoy su industria turística, que es la mayor fuente de ingresos del país, se vale de una buena cantidad de casinos. Sin embargo, apostar es ilegal para los bahameños y los extranjeros que viven en el archipiélago, en parte debido a la presión que han ejercido los pastores evangélicos en el país de mayoría cristina, habitado por no más de 400.000 personas.
VOTO MAYORITARIO
La prohibición no ha evitado que muchos bahameños apuesten desde los innumerables locales que proveen servicios de internet. Según varios reportes, en Bahamas hay más cafés internet (web shops, los llaman en el país angloparlante) que iglesias. En el referéndum vencieron los que apoyan a los pastores en su campaña contra el juego, superando en votos a los bahameños que querían apostar legalmente desde la computadora.
La consulta popular fue impulsada por el "neutral" primer ministro Perry Christie, quien animó a los ciudadanos a apoyar la legalización de las empresas de juego, con el argumento de que los locales emplean a miles de personas y podrían generar 20 millones de dólares al año en impuestos, si están regulados.
La votación también puso a prueba el proyecto de una lotería nacional. Lo que dividió a los bahameños entre el "sí" y el "no" fue la posibilidad de apostar por internet.
A FAVOR
Varios medios de comunicación se han ocupado del tema.
Según Page, la campaña del “sí” pretendía legalizar una industria que mueve millones de dólares y hace parte de una realidad incuestionable: internet. "La única forma de acabar con la apuesta por internet sería bloquear la red", asegura.
Los argumentos principales del "sí" eran que los web shops representan un 2% de los empleos del país y que los impuestos que se empezarían a recibir tras la legalización ayudarían a cerrar el déficit presupuestal del gobierno.Según GR Wilson, director del portal de noticias Straight Talk Bahamas , los dueños de las web shops "piden a la gente que tengan conciencia de la importancia de mantener los empleos".
Y hablan, según el periodista, de unos US$40 millones de potenciales impuestos para el país.
EN CONTRA
El movimiento por el no, que se hace llamar "Salven nuestras Bahamas" (Save Our Bahamas), es liderado por pastores evangélicos del país.
Según un reporte del departamento de Estado de EE.UU., el 90% de los bahameños practican una religión y la gran mayoría pertenece a denominaciones cristianas. Los más numerosos son bautistas (30%) y les siguen los anglicanos y pentecostales, entre otros.
De acuerdo a Straight Talk Bahamas , en lo que se refiere al referendo, el Consejo Cristiano se mostró preocupado por el deterioro de la sociedad y la pobreza moral que suele acompañar al abuso de las apuestas.
Wilson dijo a BBC Mundo que "la fuerte campaña de los cristianos y la ambivalencia del gobierno fortalecieron las posibilidades del 'no'".
PASTORES Y POLÍTICOS
El periodista bahameño explicó que la legalización del juego ha sido un tema de debate durante años. “En el caso de que Bahamas hubiera aprobado la reglamentación de las apuestas por internet, dice un artículo del semanario The Economist, el gobierno probablemente habría tratado de aprobar una serie de reformas impulsadas por los grandes hoteles que les permitieran manejar sus casinos con mayor libertad”.
A pesar de que el primer ministro ha dicho que "no tiene ningún caballo en esta carrera", la oposición lo ha acusado de llevar a cabo una campaña con los propietarios de los web shops.
Las Bahamas son un grupo de cerca de setecientas islas y cayos que se hallan en el océano Atlántico occidental frente a las costas de la Florida. Andros es la isla más grande, situada a unos 240 km. al sudeste de la Florida.
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