En 2008, el aún candidato Barack Obama centró muchos esfuerzos en ganarse el apoyo de los latinos. Ahora, en la lucha por su reelección, esta minoría importantísima en EEUU ha dejado de ser un tema de conversación en el debate político. Muchos se sienten defraudados y el pesimismo apunta a que su participación electoral bajará claramente. Juan Francisco Martínez, profesor del Seminario Fuller en California, confirma que “no hay mucho ánimo entre los evangélicos latinos por votar”.
En los comicios de hace 4 años, “la mayoría de evangélicos latinos apoyó a Obama”, recuerda Martínez. “Obama hizo dos promesas que los persuadieron: dijo que trabajaría a favor de una reforma migratoria y que no estaba de acuerdo con el matrimonio del mismo género”.
Pasada la primera legislatura, esas palabras ya no suenan con tanta fuerza. “Durante su presidencia
no ha trabajado a favor de una reforma y deportó a más de un millón de indocumentados, mayormente latinos”, explica el profesor y autor. Además, “también se ha declarado a favor del matrimonio gay, así es que
muchos evangélicos latinos sienten una especie de doble engaño”.
NI OBAMA NI ROMNEY BUSCAN EL VOTO CRISTIANO LATINO
¿Dará entonces la decepción de los cristianos latinos algún rédito al Partido Republicano? “Ya varios líderes evangélicos latinos han dicho que no votarán por Obama en esta vuelta, pero no hay mucho entusiasmo a favor de Romney”, dice Martínez.
Aun así, el descontento general tiende a favorecer a los republicanos: “Da la impresión que el mejor apoyo que puede esperar Romney entre los latinos es que muchos no voten el 7 de noviembre. Si baja el voto latino esto sería de beneficio potencial para él”.
El columnista tampoco cree que el
acercamiento de Romney a los evangélicos a través de Billy Graham cambie mucho las cosas. “Romney ha buscado el apoyo entusiasta de los evangélicos de raza blanca por medio del apoyo público de miembros de la familia de Billy Graham”, pero el efecto en los evangélicos latinos será menor.
La decisión no será sencilla. “Como cristiano tengo la responsabilidad cívica de participar en el proceso electoral”, dice Martínez. “Pero la realidad es que los debates han demostrado lo que yo ya sabía;
ninguno de los dos candidatos va a buscar el voto evangélico latino. Parece que Obama ya lo perdió y Romney no lo puede ganar”. Puede leer la opinión al completo de Juan Francisco Martínez en el
último post de su blog en este diario, “Caminando con el pueblo”.
“UNA AGENDA QUE TRASCIENDE IDEOLOGÍAS”
También el
Centro de Estudios Sociológicos Pew apunta en la línea de la indecisión. Un reciente informe concluye que los “evangélicos hispanos seguirán comprometidos con una agenda que trasciende los parámetros ideológicos tradicionales”.
En este sentido, la agencia PR Newswire recoge las opiniones del reverendo
Samuel Rodríguez, uno de los líderes de la
National Hispanic Christian Leadership Conference, la organización de evangélicos latinos más grande del país. Rodríguez deja claro que aunque las elecciones son muy importantes, no se plantea apoyar alguno de los dos candidatos.
“Estos comicios son cruciales. Queremos que todos los latinos cristianos ejerzan su responsabilidad civil como un acto propio del testimonio profético”. Para Rodríguez, los
“valores primordiales” que deberían decantar el voto son “la vida, la familia, la libertad de culto, al educación, la mitigación de la pobreza y la reforma migratoria”.
TENSIÓN ENTRE ÉTICA Y NECESIDADES SOCIALES
Rodríguez también ha quitado hierro al apoyo que la fundación de Billy Graham da a Romney:
“A fin de cuentas, nuestro principal objetivo es conciliar el mensaje de Billy Graham con la marcha del Dr. Martin Luther King”. En base a esta premisa, se hace difícil tomar una postura política concreta, ya que nadie consigue “conjugar convicción y compasión, verdad y amor, y rectitud y justicia”.
Lo único claro es la responsabilidad de ir a votar. A partir de ahí todo está abierto:
“No promovemos la agenda de los republicanos ni de los demócratas, sino exclusivamente la agenda del Señor”, concluye Rodríguez.
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