El pasado 16 de julio
cientos de personas rindieron homenaje en París a los 13.152 judíos deportados desde Francia hacia los campos de exterminio de la Alemania nazi hace 70 años, tras la llamada “redada del Vel' d'Hiv'”. Uno de los actos estuvo presidido por François Hollande, que admitió la culpabilidad de su nación en este triste suceso, expresando que “los crímenes se cometieron en Francia, por Francia”.
El actual inquilino del palacio del Elíseo asumió la responsabilidad en aquel oscuro episodio de la historia y recordó que fueron la Policía y la Gendarmería francesa quienes se encargaron de la operación, en la que no participó "ni un solo soldado alemán”.
“Fueron asesinados por ser judíos”, expresó el líder francés.
El presidente precisó que la deportación masiva de judíos y gitanos fueron también un crimen contra los valores e ideales de la República. Por eso se refirió con orgullo a quienes combatieron el avance del nazismo y liberaron París en 1944, liderados por el general Charles de Gaulle.
RECORDAR PARA NO REPETIR
En su discurso, Hollande recordó la “lucidez” y “valentía” de Jacques Chirac, jefe de Estado entre 1995 y 2007, al ser el primero que admitió la colaboración de las fuerzas armadas de Francia con los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.
El líder galo destacó que
no hay que olvidar lo sucedido hace siete décadas para que no se vuelva a repetir. En su opinión, hay que prestar atención a una historia, que muestra que “ningún país, ninguna organización y ninguna persona” son inmunes al mal. François Hollande se mostró en contra de “todas las ideologías de exclusión, todas las formas de intolerancia, todos los fanatismos y la xenofobia, que tienden a desarrollar la lógica del odio”. Por eso, lamentó que los jóvenes desconozcan lo que pasó en aquella época y lanzó desde la tribuna un “combate contra el olvido” para evitar “cualquier forma de falsificación de los hechos”.
HOMENAJE A SUPERVIVIENTES
Dos días antes se reunieron en una ceremonia algunos supervivientes de la época así como descendientes las víctimas de los campos de exterminio. El
rabino Moché Lewin aprovechó la ocasión para invitar a
respetar “el deber de la memoria” y “transmitir valores humanitarios (...) de generación en generación”. “Hay que hacerlo por salvación de la propia humanidad, para no dejar que se vuelva a desarrollar de nuevo esa ideología”, agregó.
En el velódromo fue donde se encerró a 8.160 -de los que 4.115 eran niños- de los 13.152 detenidos en la mayor redada de deportación desarrollada en Francia durante la Segunda Guerra Mundial. Se trata de un suceso que sin embargo no muchos recuerdan en Francia. Entre el 57 y el 67 por ciento de los menores de 35 años nunca ha oído hablar de la redada, según un sondeo realizado días anteriores al homenaje. El 25 por ciento de los mayores de 65 años tampoco conoce ese crimen multitudinario, de acuerdo con la encuesta.
VARSOVIA TAMBIÉN RECUERDA
Los actos de recuerdo también se repitieron en Varsovia, la capital polaca.
Miles de personas marcharon por sus calles para homenajear a las 260.000 personas que fueron sacadas a la fuerza de su barrio judío hace 70 años.
Esta es la primera vez que se organizan en el país homenajes a las víctimas que estuvieron confinadas en los tres kilómetros cuadrados que ocupaba el gueto y aquellas que finalmente fallecieron en los campos de exterminio de la Alemania nazi.Además, en la principal ciudad de Polonia también se han organizado conciertos, espectáculos y exposiciones para homenajear a las víctimas.
MEMORIAS CRUZADAS JUDÍA Y PROTESTANTE
Memorias de Justos y Salvados: los protestantes frente a la Shoah, fue el lema de un viaje de una delegación de más de veinte evangélicos españoles participó en esta ruta por Francia, en julio del año pasado.
La primera parte de este viaje está relatado como "
La Shoah y la respuesta protestante: París y Dieulefit". La segunda, trata
de dónde surgió la identificación de tantos protestantes con el pueblo judío
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