Un grupo de católicos tradicionalistas enardecido destruyó el pasado jueves 14 de junio al menos 19 casas de familias indígenas de evangélicos, prendiendo fuego a una de ellas. A continuación las obligó a salir de la comunidad Yashtinin, en el municipio de San Cristóbal de Las Casas, en Chiapas.
El único motivo de este ataque de los católicos tradicionalistas es el hecho de que estos indígenas son de otra confesión religiosa diferente a la católica.
El portavoz y pastor de los expulsados, Jesús Felipe Hernández, dijo el pasado viernes 15 de junio, mientras abandonaban el pueblo, que decenas de personas con machetes, hachas y mazas habían destrozado sus viviendas y quemaron una de ellas. "Tuvimos que salir de noche porque tuvimos miedo de quedarnos en la comunidad", dijo Hernández. Que añade que su único delito es “buscar a Jesús y anunciarlo a nuestros hermanos”.
FORZADOS A RENEGAR DE SU FE
Las diferencias religiosas han estado presentes por años en la etnia tzotzil pero crecieron hace unos días cuando un grupo de católicos amenazó con expulsar del pueblo a los evangélicos si no rechazaban su fe protestante y se sumaban públicamente al catolicismo y sus costumbres.
El desencadenante fue un culto celebrado el pasado domingo 10 de junio en la iglesia local Maranatha, cuando los "católicos tradicionalistas” los encerraron en una cárcel rural por el simple hecho de celebrar el acto religioso, “una celebración que está permitida en las leyes mexicanas, y en la Biblia”, recuerda Hernández. Tras ser liberados el lunes 11 se dijo a las familias que no tenían más derecho a permanecer en la comunidad.
Unos 40 indígenas de seis diferentes familias integrantes de la iglesia Maranatha se negaron a obedecer esta exigencia, ante lo cual (asegura Hernández) sus oponentes católicos les dieron un ultimátum para abandonar Yashtinin en tres días, algo a lo que finalmente tuvieron que someterse el pasado viernes 15 de junio .
Les dijeron que si no se iban por propia voluntad "íbamos a ser amarrados, quemados vivos y las mujeres y niñas iban a ser violadas", explica Hernández.
SIN JUSTICIA PERO CON AYUDA HUMANITARIA
Las familias evangélicas se fueron a refugiar en el Centro Comunitario La Albarrada en la cabecera municipal de San Cristóbal de las Casas desde donde demandan a los gobiernos federal y estatal justicia.
La Secretaría de Pueblos y Cultura Indígenas del Estado ha llevado alimento, medicinas y ropas de abrigo al refugio donde se encuentran los evangélicos pero ningún funcionario se ha acercado a Yashtinin porque consideran que no hay condiciones de seguridad.
SOS DE ENTIDADES EVANGÉLICAS
El pastor Esdras Alonso González, representante evangélico, afirmó que la reciente agresión de católicos tradicionalistas a compañeros evangélicos agrava el conflicto de intolerancia religiosa. El representante de los pueblos evangélicos en Los Altos de Chiapas, Edras Alonso, hizo un llamado urgente a las autoridades estatales a atender esa y otras comunidades indígenas donde los conflictos religiosos están recrudeciendo.
"No es la primera vez que está sucediendo, hay agresiones, hay amenazas contra hombres y mujeres de matarlos, de violarlas. Se han firmado acuerdos con los católicos para respetar las creencias religiosas, pero en las comunidades no se respetan", dijo Alonso.
También declaró que
los "caciques" siempre han estado en contra de que los evangélicos solamente por profesar una fe diferente a la tradicionalista católica, por lo que hay diversas comunidades del municipio de San Cristóbal de las Casas y otros de la región donde se han suspendido los servicios de agua y luz a familias no católicas, lo cual, es un agravio que "debería castigarse según nuestras leyes".
Hizo también saber que en Los Llanos, municipio de San Cristóbal, y en Chilil municipio de Huixtán también hay atropellos en contra de evangélicos, que se suma a la de Yashtinín.Afirma que se trata de una persecución atroz, que ya no debe prevalecer en Chiapas ni en ninguna parte del país y que lo prohíbe la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
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