Armagedón, Scraf y Filadelphia son algunas de las bandas cristianas evangélicas que suenan en la ciudad de Comodoro Rivadavia. Con sus mensajes de amor y esperanza buscan llegar a los jóvenes difundiendo la palabra de Dios. Siguen un estilo de vida que muchos de sus integrantes palparon desde la cuna. En este género musical aunque el ritmo es el mismo, el mensaje no. “Sexo, drogas y rock and roll” es un slogan que no los representa.
Raquel Villegas y Adán Mansilla, de Filadelphia; Matías Díaz, de Armagedón y Elías Sáez, de Scraf.
Matías Díaz toca el bajo y es evangélico. Asiste a la Iglesia Argentina para Cristo ubicada en calle Huergo, entre Alvear y Saavedra, del barrio Pietrobelli de Comodoro Rivadavia. En ese lugar, sentado al lado de dos amplificadores espera para hablar de Armagedón, la banda de heavy metal que formó hace más un año junto a su hermano Damián (batería) y a su amigo Mariano Montedoca (guitarra).
Ellos junto a Pablo, quien se integró a la banda hace un año
forman parte de la generación de jóvenes evangélicos del siglo XXI, quienes utilizan la música moderna para transmitir la palabra de Dios con un mensaje de esperanza.
Las bandas de rock cristiano son un fenómeno en crecimiento en Argentina en general y en Comodoro Rivadavia en particular. Al igual que las iglesias protestantes, las formaciones musicales han tenido un destacado crecimiento en los últimos años, a tal punto que se han ganado un espacio más allá de las iglesias en espectáculos culturales del Estado y en los pubs más roqueros de la urbe.
Detrás de cada banda hay un estrecho vínculo con Dios, que es el motor de la música, según explicaron los integrantes de Armagedón, Scraf y Filadelphia, tres bandas de rock que se suman a otras conocidas como Escaparate, Clandestino, Los Angeles 777 (Caleta Olivia), Redención, y Vástago.
Muchas, aunque no todas, las canciones hablan de Dios; pero algunas casi no guardan rastros del cristianismo que profesan. Ahora Filadelphia prepara la salida de su próximo disco, al igual que Scraf que espera los registros de Sadaic (Sociedad Argentina de Autores y Compositores) para realizar la presentación. Mientras tanto, siguen cantando con la mirada puesta en el cielo.
EL ROCK, LA MÚSICA. LA LETRA, LA PALABRA DE DIOS
Los integrantes de
Armagedón eligieron el heavy metal para llevar el mensaje de Dios. Según explicó Matías: “todo este sueño creció en casa, en familia, tomando mate”.
“Elegimos el heavy metal porque sus letras son un poco más crudas. Escuchábamos todos los géneros hasta que sentamos cabeza, creemos que el mensaje influye mucho. Creemos en los valores del respeto, la familia, la educación, creemos en madurar”, agregó el joven que lleva consigo un discurso que denota su devoción por Dios.
Scraf, mientras tanto, eligió el rock, aunque sus seguidores aseguran que está más cerca del new heavy. Elías Sáez (23), es el bajista de la formación que nació hace 6 años por iniciativa de los hermanos Germán (voz) y Diego Velazco (batería) y también del propio Elías y su primo Marcos (guitarra).
“Nosotros nacimos en la cuna cristiana y buscamos más que nada salir afuera y poder llevar un propósito diferente a la gente. En nuestro caso no tocamos en una iglesia fija, tampoco estamos tocando en la iglesia nuestra porque al ser una música bastante ruidosa no es buena para la reunión, pero estamos tocando mucho en eventos culturales que hace el municipio y también en los pubs”, afirmó.
Los pocos espacios para tocar marcan algunas de las principales dificultades que tienen que atravesar las bandas cristianas, en virtud de que el rock no suele verse como compatible con la alabanza que se realiza en los cultos relgiosos de las iglesias.
En el caso de Scraf el mensaje y su música encontraron lugar en espacios públicos y privados donde son recibidos positivamente, según explicó Elías. “La verdad hemos tenido una muy buena respuesta. Al ser nosotros cristianos algunos, los que lo sabían, nos catalogaban como música cristiana, pero np hubo ningún drama con los chicos porque se acoplaron con la música y se quedaron con ganas de seguir escuchando, recibieron bien el mensaje”, sostuvo.
DEL RECHAZO A LA ACEPTACION
El rock cristiano no siempre tuvo éxito incluso dentro de la misma iglesia. Raquel Villegas y Adán Mansilla son marido y mujer y hace más de 30 años decidieron crear Filadelphia, la primera banda cristiana de la cual se tienen registros en la ciudad.
Esta banda nació bajo la órbita del Tabernáculo de la Fe que pertenece al Movimiento Cristiano Misionero. Sin embargo, quien tuvo mayor influencia en su nacimiento fue el pastor Hernán Pérez. Entonces esta música “para las iglesias era satánica”, recuerda Adán, “teníamos que hacer un rock con distorsión medio agresivo, pero de a poco fue entrando”, rememora.
“Fuimos repudiados, y nadie nos quería. Pero nosotros rompimos con todos los esquemas porque había algo que nos unía que era la fuerza de la juventud, éramos todos jóvenes cuando empezábamos, teníamos 16 años, éramos muy chicos, relocos, y nos animamos a más porque el pastor nos apoyaba”, agregó Raquel, voz principal que lidera al grupo, integrado también por César Cárdenas (teclado), Jerson Mansilla (batería), Luis Villegas (bajo), y Héctor Vivar (guitarra).
Ellos fueron los primeros en salir a tocar a otras ciudades, llegando incluso a Buenos Aires y Santiago de Chile. Sin embargo, esto a ellos no les preocupa, ya que según su sentir “la música es un medio, lo principal en nuestra vida es Dios, estar entregados a lo que él nos vino a predicar”, sostuvo Adán.
“De pronto la música es una expresión que usamos para atraer a quien le gusta. La música es igual (al rock tradicional), pero el mensaje es diferente. No hablamos de droga o de sexo”, comparó.
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