La destitución del presidente del conocido como Banco del Vaticano (aunque su nombre oficial es el Instituto para las Obras Religiosas, IOR), Ettore Gotti Tedeschi, constituyó según los observadores un nuevo escándalo para la Santa Sede, que despidió este pasado jueves al directivo por "no haber cumplido con su labor".
La decisión fue tomada por "unanimidad" por los directivos de la entidad, precisa una insólita nota del Vaticano. El IOR, fue fundado por Pío XII en 1942 y tiene personalidad jurídica propia.
El despido del banquero ocurre pocos meses antes de que expertos europeos decidan en julio si el Vaticano puede figurar en la "lista blanca" de países que cumplen adecuadamente las normas internacionales.
EL GRAN ESCÁNDALO DE LOS 80
IOR, que sigue manejando cuentas de órdenes religiosas y otras asociaciones católicas que utilizan el estatus de la Santa Sede,
fue dirigido en los '80 por el controvertido arzobispo estadounidense Paul Marcinkus, muy cercano a Juan Pablo II, quien lo protegió siempre.
El escándalo de los 80, que le costó la vida entre otros al banquero Roberto Calvi, hallado misteriosamente ahorcado bajo el puente Blackfriars (Frailes Negros), en Londres, destapó las relaciones ocultas entre el banco vaticano, la logia masónica P2 de Licio Gelli y la mafia siciliana.
GOTTI TEDESCHI
Designado en el 2009 para enderezar las cuentas del IOR, Gotti Tedeschi, de 67 años, simpatizante del Opus Dei y durante años máximo responsable del Banco Santander en Italia, fue destituido "por no haber cumplido varias funciones de prioritaria importancia".
Interrogado por la prensa, Gotti Tedeschi no quiso explicar las razones de su destitución, aunque no pudo esconder su enfado. "Prefiero no hablar, de lo contrario diré palabras que no debo", comentó.
Los miembros de la Superintendencia del IOR "están entristecidos por los acontecimientos que han llevado al voto de censura, pero consideran que esta acción es importante para mantener la vitalidad del instituto", precisa el comunicado del Vaticano.
TRANSPARENCIA Y DINERO NEGRO
La justicia italiana abrió en el 2010 una investigación judicial contra dos directivos del Banco del Vaticano por violar las leyes italianas contra el blanqueo de dinero, con lo que la entidad bancaria católico-romana volvió a estar en el ojo de huracán tras los escándalos que la azotaron en la década de los 80. Entonces el Vaticano manifestó su "máxima confianza" en los directivos del banco involucrados.
Pero ahora
se despide a Gotti Tedeschi, tras una guerra interna a la hora de querer aplicar las normas internacionales para la transparencia y contra el lavado de dinero negro. En la nota divulgada este jueves, el Vaticano sostiene que el cambio "ayudará" al banco a "reactivar eficaces y amplias relaciones con la comunidad financiera, basadas en el mutuo respeto de los estándares bancarios internacionalmente aceptados".
ESCÁNDALO ACTUAL Y EL 'VATILEAKS'
La actual investigación judicial contra el banco del Vaticano, que se beneficia de la extraterritorialidad ya que se encuentra en la Ciudad del Vaticano, pudo ser abierta en base a las normas adoptadas en Italia en 2007 y que obligan a todos los bancos que actúan en el país a suministrar la identidad de los autores y la naturaleza de la transacción.
La justicia italiana sospecha que el banco del Vaticano administra a través de cuentas anónimas, identificadas sólo con la sigla IOR, importantes sumas de dinero de oscura procedencia.
A esta situación se añadió que desde el pasado mes de enero se están divulgando documentos confidenciales por parte de la prensa italiana --el escándalo bautizado como "Vatileaks"-, que confirman las luchas internas para el adecuado cumplimiento de las normas sobre transparencia.
Entre los documentos figuran cartas escritas por un arzobispo que fue transferido a Estados Unidos tras denuncias sobre una red de corrupción. También destaca una memoria que puso en entredicho la reputación de varios cardenales y documentos que revelan conflictos de poder dentro del IOR.
La reputación del IOR fue puesta en cuestión por el periodista Gianluigi Nuzzi, autor del libro "Vaticano Spa" ("Vaticano sociedad anónima"), quien volvió esta semana a lanzar un libro con documentos reservados y cartas internas dirigidas al Papa.
"El problema de IOR son las cuentas anónimas de fondos de beneficencia inexistentes o de sacerdotes testaferros, que el banco no sabe quiénes son", escribió Nuzzi, quien investigó las finanzas vaticanas tras el colosal escándalo político-financiero de los años 80 por la quiebra fraudulenta en 1982 del entonces mayor banco privado de Italia, el Banco Ambrosiano.
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