El primer ministro francés, François Fillon, ha instado este pasado lunes a judíos y musulmanes a abandonar sus normas de sacrificio de animales 'kosher' y 'halal', mientras el presidente, Nicolas Sarkozy, parece embarcado en una cruzada por atraerse a los votantes de extrema-derecha.
La sugerencia de Fillon se ha producido después de que durante el fin de semana Sarkozy reclamara que los carniceros etiquetaran claramente la carne sacrificada de acuerdo con normas religiosas y sus aliados advirtieran de que los inmigrantes podrían imponer la carne 'halal' en los colegios franceses.
La líder del Frente Nacional, Martine Le Pen, fue quien lanzó el debate el mes pasado afirmando que los mataderos alrededor de París solo sacrificaban animales bajo el rito musulmán. Sin embargo, resultó que básicamente suministraban productos a carniceros locales musulmanes y la mayoría de la carne que se vendía en París procedía de otros puntos.
Pero una vez lanzada, la cuestión fue ganando interés y desde la campaña de Sarkozy se contrarrestó con algunas declaraciones sobre inmigración y defendiendo el carácter laico de Francia.
Fillon y otros líderes conservadores han relacionado además su postura dura en relación con la carne preparada de acuerdo con rituales religiosos a cuestiones como la inmigración y la identidad francesa que el Frente Nacional, principal partido de extrema-derecha, usa para aprovechar el resentimiento entre los ciudadanos hacia la minoría musulmana.
"Las religiones deberían plantearse el mantener tradiciones que no tienen mucho en común con la situación actual de la ciencia, la tecnología y los problemas sanitarios", ha defendido Fillon en declaraciones a Europe 1. Las "tradiciones ancestrales" del sacrificio ritual estaban justificadas por razones higiénicas en el pasado pero han quedado desfasadas, ha considerado. "Vivimos en una sociedad moderna", ha subrayado.
El sacrificio de animales 'halal' o 'kosher' requiere que estos estén conscientes antes de ser degollados y desangrados. En los mataderos no religiosos, normalmente primero se aturde a los animales, con el fin de tratar de aliviar su sufrimiento. Los propietarios de mataderos afirman que el sacrificio de ganado por ambos métodos en el mismo recinto es demasiado costoso, así que algunos usan solo el método religioso porque así pueden vender la carne tanto a carniceros musulmanes como a cadenas de mercados para el público en general.
REACCIONES
Mohamad Moussaoui, presidente del Consejo Musulmán de Francia, ha señalado que el sacrificio ritual no es más doloroso que los métodos modernos y ha considerado que el etiquetar la carne preparada de acuerdo con los preceptos religiosos fomentaría el resentimiento contra las dos minorías religiosas. "Estigmatizaría a musulmanes y judíos como las personas que no respetan los derechos de los animales", ha valorado.
El ministro del Interior, Claude Guéant, advirtió la semana pasada que dar derecho de voto a los inmigrantes en las elecciones municipales, como quieren los socialistas, llevaría a los musulmanes a formar mayorías en los ayuntamientos e imponer la carne 'halal' en los comedores de las escuelas. "Esto es bastante posible, dada la proporción de extranjeros en algunas zonas", ha insistido, al ser preguntado hoy en la emisora RTL sobre este asunto.
Por su parte, la exministra de Justicia de Sarkozy Rachida Dati, musulmana, ha señalado al diario Le Figaro que tales comentarios "mezclan a los musulmanes franceses y los extranjeros". "Los musulmanes franceses son ciudadanos como cualquier otro", ha defendido.
El portavoz del candidato socialista François Hollande, Pierre Moscovici, ha considerado que Sarkozy "está marcando a los musulmanes franceses de un modo astuto y haciéndose eco de los temas del Frente Nacional".
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