Un importante sector del mundo evangélico latinoamericano reflexiona desde setiembre pasado sobre diversos temas incluidos en el “Cuaderno de Participación”, como parte de un proceso de preparación previa al V Congreso Latinoamericano de Evangelización (CLADE).
El evento
organizado por la Fraternidad Teológica Latinoamericana (FTL) se desarrollará del 9 al 13 de julio de 2012 en San José, Costa Rica, bajo el lema “Sigamos a Jesús en su Reino deVida. ¡Guíanos Santo Espíritu!”.
Con el proceso deliberativo y formativo de CLADE V, la FTLse propone generar un movimiento de participación que involucre el mayor número posible depersonas, Iglesias, instituciones teológicas, organizaciones de servicio y otras instancias del pueblo evangélico de América Latina y El Caribe, alrededor del tema central del Congreso.
El objetivo es promover la reflexión en torno al Evangelio y a su significado para el ser humano y la sociedad, así como contribuir a la vida y misión de las Iglesias en el mundo latino.
Los Congresos Latinoamericanos de Evangelización han representado en el pasado hitos en el caminar de la Iglesia evangélica protestante en América Latina en relación con su contexto. La FTL ha informado que los CLADE de 1969, 1979, 1992 y del 2000 promovieron procesos, generaron múltiples expresiones de misión, redes de colaboración y produjeron diversas publicaciones con temáticas tan variadas como “La evangelización en el poder del Espíritu” y “Mayordomía cristiana y cuidado de la creación”.
CUATRO DÉCADAS, CUATRO CONGRESOS
El primer Congreso Latinoamericano de Evangelización tuvo lugar en noviembre de 1969 en Bogotá, Colombia, y reunió a más de 900 delegados.Una década después, en noviembre de 1979, se realizó CLADE II. El siguiente congreso se hizo esperar -CLADE III no se realizó hasta 1992- y el cuarto llegó antes de completarse una década. Coincidiendo con el milenio, CLADE IV tuvo lugar en el año 2000.
Según palabras de Ruth Padilla -actual Secretaria General de la Fraternidad Teológica Latinoamericana- el momento en que se realizó el primer CLADE “eran años de turbulencia en nuestro continente. Creciente tensión entre izquierda y derecha. Desastres naturales y no tan naturales: terremotos y huracanes, dictaduras y desaparecidos, guerras y guerrillas. Era un continente en crisis. De allí el título de CLADE I: ‘Acción en Cristo para un Continente en Crisis’. La crisis, sin embargo, no se vivía sólo en el escenario amplio, político y social, sino también en el seno de la creciente población protestante-evangélica. La Guerra Fría entre las super potencias comenzó a sesgar posiciones, especialmente entre quienes veían a América Latina como campo misionero”.
Quienes convocaron para CLADE I fueron organizaciones misioneras evangélicas de Norteamérica, la Asociación Evangelística Billy Graham, la Evangelical Fellowship of Mission Associates (EFMA) y la International Fellowship of Mission Associates (EFMA).
La teóloga ecuatoriana-argentina radicada en Costa Rica –hija del conocido René Padilla- expresa que “estas agrupaciones ya habían organizado congresos sobre evangelización luego del grande en Berlín (1966) para Asia y África y ahora le tocaba el turno a América Latina. Como ellos ponían la mesa –convocaban y pagaban la cuenta—naturalmente se sentían con todo el derecho de determinar el menú –el programa--, y los comensales –a quiénes se le invitaría a participar y a quienes no.
La lectura de la correspondencia que circuló en preparación para el Congreso revela el fuerte filtro conservador y la acrítica imposición de definiciones nacidas en el contexto de controversias teológicas en EEUU a nuestro medio. En la percepción de los líderes norteamericanos, la mesa de CELA III (la Tercera Conferencia Evangélica Latinoamericana) se proponía como “liberal”, y por lo tanto como una amenaza a la cual había que contrarrestar. CLADE I sería el espacio en el cual los líderes evangélicos norteamericanos “corregirían” la mala dieta ofrecida por los movimientos progresistas cercanos al Consejo Mundial de Iglesias y sus simpatizantes”.
NACE LA FRATERNIDAD
Durante el transcurso de CLADE I, un grupo de pastores, evangelistas, misioneros y profesores de seminarios, se reunieron para proyectar una “fraternidad” dedicada al estudio y la reflexión. Era hora de teologizar como evangélicos latinoamericanos y de publicar y difundir ese pensamiento pertinente a su propia realidad.
“El desencuentro de CLADE I había servido como catalizador de nuevos encuentros, enraizados estos en nuestro continente”, escribe Ruth Padilla, haciendo una revisión de los congresos anteriores a CLADE V. Y así fue como
apenas un año más tarde, en diciembre de1979, se fundó en Cochabamba la “Fraternidad de Teólogos Latinoamericanos”. En la mesa había veinticinco personas de nueve denominaciones, con diversas corrientes teológicas: wesleyana, anglicana, reformada, dispensacionalista, bautista, pentecostal, independiente, y del movimiento estudiantil evangélico (CIEE).
“En medio de debates y controversias internas, Samuel Escobar atribuye la sobrevivencia de la FTL desde el comienzo a ‘una actitud caracterizada por tres elementos: firmeza en la definición en cuanto a una base evangélica común claramente expresada, búsqueda de pertinencia contextual y resistencia a la polarización por factores extrateológicos’”, acota Ruth Padilla.
Estos elementos se plasmaron en la “Declaración de Cochabamba” y sirvieron de norte al Comité Deliberativo constituido por Samuel Escobar (presidente), Pedro Savage (Coordinador international), Emilio Antonio Nuñez, Ricardo Sturtz y René Padilla.
CLADE II
“Ya declinaba una década nefasta en nuestro continente. En Argentina, mientras, vitoreábamos los goles del Mundial 78, miles eran torturadas, torturados, a pocas cuadras del Monumental, en la Escuela de Mecánica de la Armada. Y mi país no era la excepción. Las muertes por motivos políticos en el continente sumaron por lo menos 200.000 durante los años 70 y los desaparecidos unos 100.000. Se hacía ineludible aún para cristianos conservadores la demanda de atender a las preocupaciones sociales, económicas y políticas de una tierra que se desangraba en guerras civiles y guerras sucias, en revueltas y represiones, contras e invasiones, creciente pobreza y disminuida esperanza de salidas viables” contextualiza Ruth Padilla, siguiendo con el recuento de los cuatro congresos realizados hasta la fecha.
Fue en ese contexto que la FTL convocó al Segundo Congreso de Evangelización, CLADE II, que se realizó en Huampaní, Perú, en noviembre de 1979.“A diferencia de CLADE I, esta vez la mesa la pusieron cristianos latinoamericanos. La determinación del menú y la invitación de los comensales también corrió por cuenta de ellos”, expresa la teóloga. Es de destacar que incluso se fijó en 10% el tope de norteamericanos que serían bienvenidos al encuentro. Tampoco se recibió dinero de Estados Unidos: el 40% de los fondos se levantó dentro de América Latina y el resto provino de iglesias amigas en Europa. Hubo 266 participantes de 39 denominaciones y 22 países, que deliberaron durante una semana bajo el lema ‘Que América Latina oiga Su voz’.
Su propósito central era: “Considerar juntos la tarea evangelizadora que somos llamados a cumplir en las próximas décadas, en nuestro contexto histórico” (Boletín FTL). Los participantes en esta ocasión recibieron unas 500 hojas de materiales de estudio, pero en lugar de recibir también estrategias preestablecidas como había ocurrido en CLADE I, fueron los mismos participantes quienes, en mesas de trabajo, aportaron sus propios ingredientes para gestar ‘Proyecciones Estratégicas’ para los siguientes años.
La ‘Carta al Pueblo Evangélico en América Latina’, acompañada por las ponencias presentadas se publicó al año siguiente en el libro de la FTL, América Latina y la evangelización en los años 80 (Mexico, 1980).
CLADE III
CLADE III fue
organizado bajo la coordinación general de René Padilla como Secretario General con el apoyo de la oficina regional de la Comunidad Internacional de Estudiantes Evangélicos y MAP Internacional. “La década del 90 había iniciado con la simbólica caída del muro de Berlín y con una intensificación de los procesos de ajuste económico en los países deudores por parte de las entidades crediticias mundiales. El año 92 también era significativo por el cumplimiento de ‘los 500 años’ -de opresión, colonización, descubrimiento, evangelización según la perspectiva del que recuerda”, expresa Ruth Padilla.
En ese contexto, tuvo lugar CLADE III, entre el 24 agosto y el 4 de septiembre, en Quito, Ecuador. En plenarias teológicas, misionológicas, históricas, sociales y económicas y en alrededor de cincuenta talleres y seminarios, los participantes, 1080 mujeres y hombres de 25 países, encararon la temática ‘Todo el Evangelio para Todos los Pueblos desde América Latina’.
Sobre este Congreso recuerda José Miguez Bonino, en ‘Rostros Del Protestantismo Latinoamericano’: “CLADE III rebasa los límites de la FTL para constituirse en un verdadero ‘congreso protestante latinoamericano’ tanto por la amplitud de la representación como por la riqueza de los materiales y la libertad de la discusión. Estuvimos, recuerda, en presencia de un verdadero ‘evento ecuménico’ del protestantismo latinoamericano”.
Según apunta Ruth Padilla, “CLADE III no sólo invitó a la mesa a líderes evangélicos jóvenes y emergentes sino que también les abrió espacio para aportes en plenarias y talleres. Estas eran personas que se habían nutrido de la teología generada por el movimiento y llegaba a la convocatoria con testimonios, preguntas y experiencia de campo. Entre ellos hubo más mujeres que en conferencias anteriores, constituyendo sus aportes en plenarias un 20% del total”.
También afirma la teóloga que “El énfasis en la integralidad de la misión a la cual Dios llama a su pueblo, la conciencia respecto a quienes con demasiada frecuencia quedan excluidas y excluidos de la mesa de la iglesia y de la vida, y la toma de responsabilidad en la encarnación de la misión en el contexto latinoamericano y más allá surgieron entre y marcaron indeleblemente a quienes participaron de CLADE III”.
En el libro ‘Misión de la iglesia: una visión panorámica’, lanzado en ocasión de este congreso, Valdir Steuernagel, entonces Presidente de la FTL explica que mediante el libro y el Congreso: “Se quiere contribuir a la superación cada vez mayor de la dicotomía entre cuerpo y espíritu, individuo y comunidad, palabra y acción, evangelización y compromiso con la justicia, dicotomía que se ha posesionado de muchas de nuestras iglesias y escuelas de formación bíblico-teológica en las últimas décadas de este siglo”.
CLADE IV
Nuevamente fue Quito el escenario de otro Congreso Latinoamericano.
Entre el 2 y el 9 de septiembre del 2000 se dieron cita más de 1200 personas de todo el continente. La temática central fue ‘Testimonio Evangélico en el tercer milenio: Palabra, espíritu y misión’. Nuevamente hubo plenarias teológicas y contextuales que se recogieron en el libro ‘La Fuerza del Espíritu’. Nuevamente se oyeron aportes y perspectivas diversas, que se publicaron luego como libros temáticos en la Serie CLADE IV.
Apunta Ruth Padilla: “La tónica particular de CLADE IV fueron sus consultas temáticas paralelas, que encararon asuntos tan variados como Presencia cristiana en el medio académico, Ministerios editoriales, Educación Teológica, Misión Integral e Iglesia, y Ministerios entre niños. Fueron justamente estas dos últimas las consultas que generaron no solo reflexión y publicaciones sino movimientos que se han formalizado en la Red del Camino, de líderes y pastores en Misión Integral, y en el Movimiento Juntos para la Niñez, que bajo la coordinación logística de Red Viva ha estado ministrando en todo el continente desde entonces”.
CLADE V
El V Congreso Latinoamericano de Evangelización se propone como un proceso de reflexión teológica, comunión, confesión y celebración de la misión de Dios en el contexto latinoamericano.
El lema que la actual directiva de la FTL ha fijado para CLADE V es “Sigamos a Jesús en su Reino de Vida. ¡Guíanos, Santo Espíritu!”.
“
Los tres ejes centrales, expresados en el lema son: 1. Sigamos a Jesús, porque como iglesia de Jesucristo necesitamos aprender a seguirle, a encarnar con compromiso un discipulado integral;
2. Reino de Vida, porque el Reino de Dios es reino de vida, aun en un contexto latinoamericano plagado por múltiples expresiones de muerte; y 3. ¡Guíanos, Santo Espíritu! porque el nuestro es un ruego, un clamor, una confesión en un medio en el cual demasiados evangélicos se sienten triunfalistas por el crecimiento numérico y el acceso al poder”, concluye la actual Secretaria General de la Fraternidad Teológica Latinoamericana.
La FTL invita a todas y todos a involucrarse en el Proceso Participativo, y a orar por esteproceso y por los preparativos para el encuentro de julio del 2012. Para mayor información sobreCLADE V y consultar el Cuaderno Participativo visite
www.clade5.org, también
www.facebook.com/ftl.clade y en twitter @cladev
Para información sobre la FTL en general visite:
www.ftl-al.org y
www.ftl.org.br
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