En Irán, el pastor
Yousef Nadarkhani continúa en espera de una decisión sobre la pena de muerte que pesa sobre su cabeza por negarse a retractarse de su fe, mientras soporta torturas físicas y psicológicas.
Nadarkhani es un pastor protestante iraní condenado a muerte hace un año después de que un tribunal de apelaciones en Rasht, Irán, lo declarara culpable de dejar el Islam en septiembre de 2010. Pendiente de una resolución definitiva sobre si se ejecuta o no la sentencia, se encuentra en una situación de evidente deterioro de su salud, según una persona cercana a su familia y miembro de la iglesia de Nadarkhani en Irán, que pidió el anonimato.
Esta fuente ha revelado que
la comunicación directa con Nadarkhani está muy limitada, pero que a través de personas cercanas a los presos cristianos de la cárcel han sabido que el pastor protestante ha sido sometido a torturas físicas y psicológicas en la prisión.
"Es seguro que le han golpeado, pero sus conversaciones [por teléfono] están siendo controladas [por las autoridades]", dijo esta fuente. Pero "sabemos que ha estado en situaciones extremas, que consideramos como tortura. Cuando pasas mucho tiempo en una celda de aislamiento sin poder hablar con los demás durante mucho tiempo, o si te dicen que te van a matar, eso también es tortura."
OBSESIÓN POR CONVERTIRLO AL ISLAM
Mientras sigue en prisión, las autoridades además de torturarle no han dejado de seguir presionando a Nadarkhani para que se retracte de su fe en Jesús en la cárcel. El mes pasado le dieron literatura islámica dirigida a desacreditar a la Biblia, y se le obligó a leerla.
UN CASO JUDICIAL ABIERTO
El tribunal, en Rasht, situado a 243 kilómetros al noroeste de Teherán, debería haber pronunciado un veredicto ante la apelación al caso de Nadarkhani a finales del mes pasado, pero ante la presión internacional envió su caso ante la máxima autoridad islámica de la nación, el líder supremo ayatolá Jamenei, para tomar una decisión.
Algunas fuentes indican que un fallo judicial podría llegar la segunda quincena de diciembre. Los cristianos iraníes creen que, ante la indignación internacional por el caso, el gobierno anunciaría un veredicto cerca de las vacaciones de Navidad para que se le prestase menos atención.
La Christian Broadcasting Network (CBN) informó que
un veredicto sobre el caso de Nadarkhani se esperaba para mediados de diciembre, independientemente de si hay o no un fallo de Jamenei.
Los cristianos en Irán son rehenes de los caprichos políticos del gobierno, y la clave de su posible libertad es la presión continua de la comunidad internacional.
UNA BREVE HISTORIA DE SU DETENCIÓN
Las autoridades arrestaron a Nadarkhani en su ciudad natal de Rasht en octubre de 2009 bajo cargos de haber cuestionado las clases obligatorias de religión islámica en las escuelas iraníes. Después de encontrarlo culpable de apostasía, la corte de apelaciones en Rasht en noviembre de 2010 emitió una confirmación por escrito de sus cargos y la pena de muerte.
En una audiencia de apelación en junio, el Tribunal Supremo de Irán confirmó la condena de Nadarkhani, pero pidió a la corte en Rasht determinar si él era un musulmán practicante antes de su conversión. El tribunal declaró que Nadarkhani no era un musulmán practicante antes de su conversión, pero que aún así era culpable de apostasía debido a su ascendencia musulmana.
El Tribunal Supremo ha determinado también que la pena de muerte podría ser anulada si se retracta de su fe. El tribunal de Rasht dio a Nadarkhani tres oportunidades para retractarse de su fe en Jesús, tal y como indica la sharia (ley islámica), pero Nadarkhani se negó a hacerlo.
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