Los
Cristianos Unidos Por Israel (CUFI) celebraron su congreso anual en Washington,
congregando a más de 5.000 cristianos, la mayoría evangélicos, en torno a un programa de defensa y apoyo al Estado de Israel, en el que intervino el mismo primer ministro
Benjamin Netanyahu a través de una conexión vía satélite.
Netanyahu participó en la conferencia sionista cristiana agradeciendo el apoyo de los presentes a su país. “Cuando vosotros apoyáis a Israel, no tenéis que elegir entre vuestros intereses y vuestros valores, porque ambos se benefician”, expresó exultante.
El primer ministro animó a los asistentes a la conferencia a pensar en Israel no sólo como un aliado de los Estados Unidos, sino como algo propio de la identidad norteamericana.
“Nuestros enemigos piensan que vosotros y nosotros somos uno, somos lo mismo”, dijo Netanyahu. “¿Y sabéis? Tienen toda la razón”.
Por su parte,
Michael Oren, embajador de Israel en los Estados Unidos,comparó el apoyo de los participantes en la convención con el apoyo que el ejército británico brindó a su país antes del establecimiento del Estado de Israel. “Os damos gracias por la realización de esta visión”, expresó Oren a los asistentes.
Otro de los ponentes fue
Glenn Beck, un conocido locutor de radio y presentador de televisión en Fox News, conocido por sus constantes polémicas con el Gobierno de la Casa Blanca. Beck despertó emociones en la audiencia al denunciar la persecución histórica de los judíos, insistiendo en que Israel no puede ceder el control sobre los territorios, e invitando a los asistentes a la conferencia “que declaren” que ellos también “son judíos”.
“Los judíos han sido expulsados de todos los rincones de este planeta”, dijo Beck. “Ya es suficiente”, agregó. Para Beck, otros nuevos Estados se pueden establecer, pero no a expensas de un Israel que es, históricamente, la “tierra de los judíos”. En su opinión, Israel no debería renunciar al control de Cisjordania con el fin de crear un Estado Palestino.
Beck repitió una frase que Netanyahu había dicho anteriormente, apelando a los miembros del público a que se identifiquen como israelíes. Exhortó a los presentes a ver a los israelíes “no como parte de nosotros, sino como nosotros, para que podamos pasar al siguiente nivel”. Porque los enemigos “no pueden matarnos a todos”, sentenció.
CRÍTICAS A OBAMA
La convocatoria corría a cargo del fundador del CUFI, el
pastor John Hagee, que anunció su intención de unirse a Beck en una manifestación planeada en Jerusalén en agosto.
Hagee se mostró crítico con el actual presidente de Estados Unidos, denunciando que
“Obama no es amigo de Israel”. Entre la audiencia se agitaban banderas israelíes y estadounidenses. “Recogemos aquí un mensaje: Israel hoy, mañana Israel, y para siempre a Israel”, dijo Hagee.
Para Hagee, la “verdad” no se basa en “lo que yo creo”, sino “en lo que dice la Biblia. Y en su opinión “hay dos maneras de vivir la vida: al modo de la Torá, o en el camino equivocado”.
“Si la Administración de los Estados Unidos trabaja para dividir Jerusalén, Dios dará la espalda a los Estados Unidos de América. El Dios de Abraham, Isaac y Jacob está observando”, continuó Hagee. “Señor Presidente, vaya a decirle a Rusia y a China lo que deben hacer”.
Hagee también hizo referencia a Irán, que “pronto se convertirá en una potencia nuclear”. El pastor criticó que Obama “está a la espera de que Irán extienda una mano amiga, y eso no va a pasar”. Y finalizó advirtiendo a Ahmadinejad que “no amenace a Israel, ya que la historia demuestra que lo que se le hace al pueblo judío, luego retorna hacia uno mismo”.
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