La defensa de Asia Bibi ha siso unánime en todos los medios, tanto confesionales como no confesionales. Y no es para menos, ya que aunque todos cuentan que Bibi y su familia han sido gente tranquila que nunca dio problemas, los fundamentalistas islámicos no dejan de lado lo establecido en el código penal: quien blasfeme contra su profeta debe ser ahorcado.
Asia Bibi, que asegura ser inocente, está en prisión desde hace año y medio. Su proceso judicial puede durar desde un par de meses hasta varios años, según los expertos. A pesar de la presión, aún existe la posibilidad de que sea ahorcada. El tribunal de Lahore ha dicho que no permitirá al presidente Zardari concederle el perdón.
Los grupos islamistas ya han advertido de reacciones violentas en caso de que se perdone a Bibi. "Estamos esperando la respuesta, pero nos manifestaremos en contra si no se ejecuta a la mujer", asegura Yahya Mujahid, portavoz de Yamat ud Dawa, una de las organizaciones más radicales.
CRISTIANA PROTESTANTE
Como decíamos, hasta hoy no se había puesto apellido a su fe cristiana. Ahora podemos decir que es protestante en base a varias fuentes que así lo afirman.
Así, esto lo aseguran varios medios como por ejemplo el italiano Verbania, que expresa:
"È cristiana. Protestante". Lo mismo confirma el diario online francés La Croix:
"Asia Bibi, jeune femme protestante"; lo que coincide con la información del Diario vasco:
"Asia Bibi es una campesina que sigue una iglesia protestante, herencia del colonialismo británico".
En medio de esta tragedia el esposo de Asia Bibi y sus cinco hijos también se sienten amenazados. "Estamos huyendo, todo el mundo quiere asesinarnos", dice el marido, Ashiq Masih. Por eso dejaron su casa y no revelan su paradero. Su hija menor no va a la escuela desde entonces, explican desde un enclave cristiano en la ciudad de Sheikhupura, a 70 kilómetros de Ittan Wali, donde han sido llevadas para el encuentro por la Alianza de Minorías de Pakistán (Apma), que los protege.
LEY DE BLASFEMIA EN PAKISTÁN
La ley de la blasfemia fue introducida en el código penal de Pakistán en los años ochenta, durante el mandato del dictador Muhammad Zia ul Haq en un proceso de "islamización de las leyes". Los que piden enmendar o abolir esta ley aseguran que "es un arma que se usa en venganzas personales o está motivada por prejuicios de religión, sectas o etnias".
Iqbal Haider, que fue ministro de Leyes durante uno de los mandatos de Benazir Bhutto, asegura que hasta el 95% de los juicios a los acusados por blasfemia no tenían base. Este activista de los derechos humanos es optimista y cree que Bibi no será ejecutada. Ella asegura ser inocente y aunque hubiera blasfemado se le debería perdonar si se arrepiente. Además, hay una ley que prohíbe la pena de muerte a las mujeres y los niños.
Antes de que entrara en vigor la ley de blasfemia, solo se registraron dos casos. Pero desde 1986 han sido casi 1.000 los acusados. "No creo que la gente se haya vuelto más blasfema, sino que seguramente se está abusando de la ley", asegura el ex presidente de la Asociación de Abogados de Pakistán, Anwar Kamal.
Hasta ahora no se ha ejecutado a nadie por este "crimen". Pero una treintena de personas han sido asesinadas por sus propios vecinos o por extremistas. El caso más reciente ocurrió el mes pasado. Imran Latif, de 22 años, acusado por profanar el Corán, fue ejecutado por un disparo dos días después de haber sido liberado de prisión.
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