Casi un diez por ciento de mexicanos reconocen no pertenecer a ninguna religión. A ellos se añaden católicos, evangélicos, testigos de Jehová, mormones y adventistas.
"Es impresionante comprobar cómo hay zonas del país donde, cada década, se produce una disminución notable del catolicismo", observó Renée de la Torre, miembro del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social y autora de varios libros sobre el tema.
La explicación a estos cambios resulta compleja, como también lo es el mapa social y demográfico de México, y las fuentes consultadas difieren en ella.
Pero para De la Torre, el panorama religioso en México se está "pulverizando y atomizando", ya que el catolicismo no está siendo sustituido por una confesión -o no confesión- en concreto, sino por "diversidad y apertura de cultos".
AUMENTO EVANGÉLICO
Son 53 los municipios mexicanos donde la hasta ahora religión mayoritaria empieza a verse en minoría. De ellos, el 62 por ciento se encuentra en el estado de Chiapas, con alrededor de un cuarto de su población indígena, fronterizo con Guatemala y escenario, en los últimos tiempos, de conflictos religiosos.
En esta entidad federativa se han producido choques entre los evangélicos y los católicos tradicionalistas, quienes acusan a los primeros de faltar al respeto a las arraigadas costumbres.
Precisamente, el rasgo indígena y el alto grado de marginalidad son dos de las características señaladas por De la Torre como estrechamente relacionadas con el papel cada vez mayor de confesiones alternativas a la católica.
Tabasco, Quintana Roo, Yucatán, Campeche y la frontera con Estados Unidos, apuntó, son las otras regiones donde el catolicismo se halla en retroceso, mientras que "la zona más criolla", -conformada por Jalisco, Zacatecas, Aguascalientes y Guanajuato- se mantiene como bastión de la religión que llegó con los españoles en el siglo XVI.
En muchos casos, explicó De la Torre, el cambio "simplemente se debe a que la población ha recibido mayor solidaridad de otras iglesias para resolver sus problemas".
Son varios los indicadores que confirman esta tendencia, pero uno objetivo y cuantificable es que en el Registro Federal de asociaciones religiosas las evangélicas, 3.950, superan con creces a las católicas, que son 3.180.
DE CATEQUISTA INCENDIARIO A PROTESTANTE
Y como muestra un botón. Este 1 de abril, tras confesar que prendió fuego a la casa del evangélico Manuel Hernández de la Cruz, el ex catequista católico Alejandro Díaz Hernández, del municipio de Teopisca, abrazó oficialmente la fe protestante en una ceremonia en la cual fue perdonado formalmente, informó el pastor Noé Alejandro Suárez, presidente de la Iglesia Ministerio Fuente Fe.
El incendio había sido perpetrado la noche del primero de febrero en la comunidad de San Antonio Sibacá, y causó daños superiores a 50 mil pesos. La casa será reconstruida con materiales donados por el alcalde de Teopisca, Luis Valdez.
DESCENSO CATÓLICO
Según el Censo General de Población y Vivienda de 2000, un 87´9 por ciento de los mexicanos se reconoce católico. Si bien esta cifra continúa siendo mayoritaria, supone un significativo cambio respecto al casi 98 por ciento registrado en la década de los cincuenta.
"Si la Iglesia católica no cambia su oferta a las realidades que las personas viven hoy, esta reducción irá a más", reconoció a Efe el secretario ejecutivo de Relaciones Públicas de la Conferencia del Episcopado mexicano, Manuel Corral.
AUGE DEL ATEISMO
Corral no da importancia al crecimiento evangélico, y afirmó que es la mayor libertad para expresar el ateísmo la que le ha restado fieles a su religión en los últimos censos, ya que, según sus datos, ninguna otra iglesia del país ha aumentado sus seguidores en una proporción equivalente al descenso católico.
La sociedad actual, añadió, "ya no tilda de bicho raro" a quienes declaran que no pertenecen a ninguna religión.
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