Blancos y negros adoran al mismo Dios reunidos en el mismo lugar. Comunidades cristianas en todo el país están rompiendo barreras raciales, cambiando una larga tradición de segregación en los cultos dominicales.
Ken Hutcherson, pastor la iglesia Bíblica Antioquía, una vibrante congregación multicultural en la ciudad de Seattle, opina que ésta es la única forma de hacer iglesia. “Dios dice que la iglesia debe ser integral. Aquí usted ve todos los colores del arco iris”, afirma.
Y los feligreses coinciden. “Yo me crié en una iglesia con mayoría blanca. No me sentía bien ahí y ha sido bonito desde que llegue aquí y descubrí que es como debería ser. Todos adorando juntos”, dijo Letha Ross, miembro de Antioquía.
Don Mcghee, otro miembro de esta iglesia, comenta que donde él trabaja la mayoría hay mayoría de blancos, “ya que es la cultura de la empresa”. Pero en la iglesia es donde disfruta de su propia cultura.
El pastor Hutcherson, ex-futbolista de los Dallas Cowboys, afirma que su compromiso con la diversidad va más allá del culto del domingo por la mañana. Pero la armonía racial no siempre ha sido fácil para él.
DEL ODIO A LA ENTREGA
En su época de estudiante, el fútbol llegó a ser un arma que utilizaba para vengarse de la discriminación racial que él mismo sufría. “Mi meta era lastimar a un joven blanco en el colegio cada día”, reconoce. Incluso iba más lejos: “Consideraba la posibilidad de tener la satisfacción de matar a una persona blanca en el campo sin repercusiones, porque era parte del juego”.
Pero todo eso cambió cuando sus supuestos enemigos oraron por él. “Sin que yo lo supiera, había dos chicos blancos que venían a sentarse en las gradas y oraban por mí. Oraron por casi tres años para que Dios me alcanzara”.
Dios contestó esta oración y Hutcherson respondió al llamado. “Incliné la cabeza en una reunión del colegio y pensé: ‘Dios, si eres real, te voy a dar mi vida porque ya he hecho un desastre de ella”. El nuevo nacimiento dio evidencias y su actitud hacia los que antes odiaba cambió drásticamente.
MENSAJE DE RECONCILIACIÓN
“Cristo murió por mí y también murió por los blancos y si Dios, que es mi entrenador, no odia a los blancos, yo no tengo derecho de odiarlos”, dice hoy con paz en su corazón. Y ese es el mensaje fundamental de su ministerio, enfatizar la reconciliación racial dentro del cuerpo de Cristo.
El Dr Stephen Newby, líder de alabanza de la iglesia Bíblica Antioquía dice que lo que Dios está haciendo es reunir a la gente para que El sea glorificado.
ROMPIENDO BARRERAS
Pero la iglesia de Hutcherson no es única. Comunidades cristianas en todo el país están rompiendo barreras raciales, incluso en estados de larga historia de prejuicio, como es Carolina del Sur.
Allí destaca la iglesia Centro Mundial Redención y Alcance por ser una congregación multiracial. El pastor Ron Carpenter explica que “una gran iglesia es una iglesia diversa. Cualquiera puede aprender algo de otro grupo étnico que puede revelar un lado de Dios que jamás ha visto”.
Carpenter dice que su deseo era plantar una iglesia multi-étnica y empezó a usar la Biblia para enseñar cuán malo es el racismo. “Si uno se dice cristiano es su responsabilidad reconocer que el muro que nos ha separado no es de Dios y en Efesios nos dice que él ha quitado el muro que nos dividía y ahora todos somos uno en Cristo”.
DERRIBANDO MENTIRAS
Este pastor tiene claro que no se pueden cambiar las cosas hasta cambiar la forma de pensar de la gente. “Yo empecé, con la palabra de Dios, a sacar a luz la ignorancia, la falsedad, las mentiras, cosas que les habían enseñado a la gente hace tiempo. Habían crecido con esa mentalidad, tanto blancos acerca de negros como negros acerca de blancos. Desde temprana edad habían aprendido algo acerca del otro que ni siquiera era cierto”.
Otro aspecto del éxito de su iglesia es que alcanzan a los grupos minoritarios. En el inicio, la congregación estaba integrada mayormente por blancos pero luego Carpenter tuvo la visión de una iglesia multiracial y multicultural y comenzaron a enviar buses al centro de la ciudad para buscar a gente. “Descubrimos que el centro era mayormente negro y cuando traíamos familias de allí a la iglesia, la iglesia cambió”, dijo Hasker Hudgens, director de evangelismo.
Gente de todo tipo está aceptando el mensaje.“Mi familia adoptiva es blanca. Tenemos una relación muy cercana, solo me muestran amor. No vemos el color, todos somos hijos de Dios”, expresa Shannon Wydman, miembro Centro Mundial Redención y Alcance.
“¿Has pensado alguna vez en cómo será el Reino de los Cielos? pues este es el lugar. Aquí mostramos cómo es el cielo”, opina Mapitso Rivera, otro miembro de esta iglesia.
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