Las conversaciones representan el seguimiento de una ronda inicial de discusiones entre las dos organizaciones llevada a cabo en Praga, República Checa, en agosto de 2006. Se aguardaba que la Iglesia Adventista y la Alianza Evangélica Mundial (AEM, por las siglas en inglés, o AEM en castellano) realizasen una declaración conjunta en los meses siguientes donde identificasen los objetivos comunes y los resultados de las discusiones teológicas entre las dos organizaciones.
Rolf Hille, presidente de la Comisión teológica de la AEM, y Juan Graz, secretario del Consejo para relaciones interreligiosas de la iglesia Adventista del Séptimo día, organizaron las conversaciones. Las discusiones teológicas fueron presididas por Hille y Guillermo G. Johnsson, ayudante al presidente de la conferencia general de los Adventistas del Séptimo día para las relaciones Interreligiosas. La AEM también fue representada por J. Buchegger, Bonn Clayton, James Kautt, Herberto Klement, Sven Wagschal, y Reinhard Hempelmann.
"Pudimos compartir con el mundo evangélico la compresión que tiene la Iglesia adventista de sí misma, en un esfuerzo para eliminar los prejuicios y clarificar las preguntas respecto de nuestro mensaje", dijo John Graz, organizador de la reunión y secretario del Concilio de Relaciones Interreligiosas de la Iglesia Adventista.
La AEM representa a unos 420 millones de cristianos evangélicos de diversas denominaciones en todo el mundo. La Iglesia Adventista cuenta con 15 millones de miembros en más de 200 países.
COINCIDENCIAS TEOLÓGICAS
Las dos instituciones compartieron una "gran medida de cuestiones y acuerdos teológicos”, dijo Ángel Rodríguez, director del Instituto de Investigaciones Bíblicas de la Iglesia Adventista. De hecho, los participantes adventistas se adhirieron a la Declaración de Fe de la AEM, que se centra en la Biblia como la Palabra de Dios, la persona de Jesucristo y su obra de salvación, la justificación por la fe, la oración, la conversión, la santificación y la Segunda Venida de Cristo.
Por lo tanto, se aceptó por ambas partes sin duda alguna la autoridad y la supremacía de la palabra de Dios, la Trinidad, las naturalezas divinas y humanas de Cristo, la salvación por la fe en Cristo solamente, la importancia de la oración, la conversión personal, y la santificación, y la esperanza de la segunda venida de Cristo y del juicio final. Hubo también acuerdo acerca de no fijar nunca una fecha concreta con respecto al segundo advenimiento.
Y LAS DIVERGENCIAS
Según relata el informe se hallaron también significativas áreas de desacuerdo entre las dos organizaciones, fundamentalmente en relación con las enseñanzas adventistas del juicio previo al advenimiento, el papel y la autoridad de Elena G. de White y el sábado como día de reposo para los cristianos.
Por ello, y a pesar de las antes mencionadas coincidencias, estos puntos de divergencia se consideraron lo suficientemente importantes como para no poder estar vinculadas en ningún aspecto religioso las entidades representativas de la Iglesia Adventista y la Alianza Evangélica Mundial.
CONCLUSIONES
Sin embargo, los participantes concluyeron que los temas en común permiten que los adventistas y la AEM cooperen en temas comunes, tales como Sociedades Bíblicas, la libertad religiosa o la ayuda social.
Al mismo tiempo, se reconoce el derecho e incluso la responsabilidad de todas las iglesias de cooperar y mantener sus propias enseñanzas doctrinales distintivas; entendiendo siempre que los principios de la libertad, de la tolerancia, de la voluntad, y del respeto religiosos prevalecen en todos los casos.
MÁS INFORMACIÓN
Pueden leer aquí (en inglés) el
Comunicado completo conjunto de la Iglesia Adventista y la Alianza Evangélica Mundial al que hace relación esta noticia.
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