Los obispos episcopales aprobaron por abrumadora mayoría, reunidos en Nueva Orleans, soluciones sólo temporales a los enfrentamientos creados alrededor de los sacerdotes con parejas gays, como la suspensión de las ceremonias de matrimonio de parejas del mismo sexo.
También decidieron este pasado martes "moderarse" en la selección de candidatos a obispo y evitar a aquéllos cuyo "estilo de vida representa un desafío para la iglesia".
Desde 2003, cuando ordenó como obispo al homosexual activo Gene Robinson, esta congregación se encontró bajo fuerte presión de sus sectores más ortodoxos no sólo en Estados Unidos sino en el resto del mundo.
La Iglesia Episcopal es la rama estadounidense de la Comunión anglicana y cuenta con alrededor de 2,3 millones de fieles en todo el mundo.
Una respuesta oficial a lo resuelto en Nueva Orleans por el cuerpo que reúne a todas las iglesias anglicanas, que tiene más de 77 millones de fieles en el mundo, podría demorar meses.
GUERRA ABIERTA
Pero la férrea oposición a los homosexuales entre algunos sacerdotes estadounidenses no se apaciguará por la declaración aprobada en ese encuentro.
La declaración, emitida este pasado martes, no rechazó la práctica homosexual como contraria a la ética cristiana. Además, hizo una referencia a un "inequívoco y activo compromiso con los derechos civiles, la seguridad y la dignidad de homosexuales y lesbianas" que aunque nadie niega, sólo sirve para echar más leña al fuego.
"Está claro que hicieron lo más que pudieron para dar una respuesta a quienes pensamos que es necesario detener esta situación", dijo el reverendo Russell Levenson, pastor conservador de la iglesia episcopal de St. Martin de Houston, Texas, la más numerosa de Estados Unidos.
"Esto está muy lejos de lo que se había pedido", dijo, en cambio, Martyn Minns, un ex párroco episcopal que abandonó la Comunión anglicana para sumarse a una "asamblea" anglicana del estado de Virginia bajo la autoridad de los opuestos al matrimonio homosexual cristiano.
El obispo Robinson, homosexual activo y principal impulsor del cisma, dijo que la iglesia episcopal está en el camino de otorgar un mayor apoyo a los derechos de homosexuales y lesbianas. "La diócesis de Chicago nombró obispo a un homosexual con pareja y otras harán lo mismo. Es la forma en la que se está moviendo el mundo y también la iglesia. Sólo resta saber cuándo ocurrirá", señaló Robinson.
"Lo que esperábamos de ellos era arrepentimiento y el reconocimiento de que (la práctica homosexual) es un pecado a los ojos del Señor", dijo en una entrevista con la BBC el arzobispo de la Iglesia Anglicana de Kenia, Benjamin Nzimbi.
"No hubo un cambio de actitud", declaró el obispo adjunto de Kampala, David Zac Niringiye, lo cual -dice- demuestra que la Comunión anglicana ya está fracturada.
Una reunión de iglesias anglicanas conservadoras, algunas de las cuales permanecen aún dentro de la Iglesia Episcopal mientras que otras ya se han separado, se realizará esta semana en la ciudad de Pittsburgh, en el estado de Pennsylvania, para debatir sobre el futuro.
ABANDONOS EN MASA
Algunos ya han abandonado la iglesia y esto se podría incrementar mucho más en los casos de Kenia, Nigeria, Ruanda y Uganda, donde el rechazo hacia la práctica homosexual es muy marcado.
Además, cuatro o cinco de las 110 diócesis de Estados Unidos estarían contemplando romper con la Iglesia anglicana, sumándose a las 32 congregaciones de África que ya lo han hecho. Otras 23 ya han votado abandonarla, sobre un total de 7.600 en este país y en otras 15 naciones.
Las divisiones por motivos ideológicos fueron ya previstas en 2001 por un informe del Instituto de Estudios sobre la Democracia acerca del "movimiento renovador" de la Iglesia Episcopal que defiende un cristianismo que no apruebe las relaciones homosexuales como correctas dentro del cristianismo.
El ordenamiento de obispos para la Misión Anglicana en América, que se autodescribe como un movimiento misionero de Ruanda que intenta alcanzar a quienes están fuera de la iglesia en América del Norte es una clara muestra de la división ya existente.
En una carta abierta al Arzobispo de Canterbury, máxima autoridad de esta Iglesia, publicada el 14 de septiembre, todo el clero anglicano nigeriano, encabezado por el obispo Peter Akinola, expresó su preocupación por lo que denominaron "la presente crisis en nuestra vida en común". Bajo la dirección de Akinola, altas autoridades clericales africanas ordenan como obispos a sacerdotes conservadores de EEUU, lo que provocado un llamado para poner un "fin inmediato" a esta práctica por parte de obispos extranjeros de ordenar a sacerdotes conservadores estadounidenses para que se pongan al frente de congregaciones que se separaron de la iglesia episcopal por su oposición al matrimonio gay cristiano.
LA CLAVE FINAL: 2008
En julio de 2008 se realizará la conferencia de todos los obispos anglicanos del mundo, que se reúne una vez cada 10 años. Con los liberales y los conservadores tan atrincherados en sus posiciones, la posibilidad de un cisma definitivo puede surgir nuevamente.
La bomba de relojería podría tener esta fecha para su explosión definitiva.
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