El pueblo de Bountiful está compuesto por alrededor de 50 casas en las laderas de las Montañas Skimmerhorn. Cada una con su furgoneta de caja abierta –las llamadas pick ups– típicas de las zonas rurales de Estados Unidos y Canadá. Y cada una, rodeada de tierras de labor y de pastizales para el ganado. Cada una, con un enjambre de niños a su alrededor.
Pero, tras la apariencia de felicidad utópica, hay algunas cosas inquietantes.
¿Por qué? Bountiful parece rico. Las tierras de labor son modélicas. La chimenea de cada casa echa humo en esta fría tarde de otoño. Un grupo de niños sale de la pequeña escuela, construida al pie de una gran roca, y corretea por entre los árboles, cuyas hojas tienen unos espectaculares tonos rojos. Son unos 30, o quizás más. Pero la impresión que producen en el visitante es extraña. Todos se parecen. Todos son rubios y de ojos azules.
Todos visten con tirantes y camisas a cuadros, como si estuvieran a principios del siglo XX y no del XXI, o como si esto fuera el set de rodaje de un episodio de La casa de la pradera. Pero es una casa real. En ella vive Winston Blackmore, el padre de los 30 niños que se persiguen gritando por la ladera. Y también sus 22 esposas y sus otros 73 hijos (en total, tiene 103 hijos). Él es el fundador y líder de Bountiful, una palabra que significa «abundante», pero que en EEUU y Canadá tiene una enorme connotación religiosa, porque evoca la Tierra Prometida por Yavé a los judíos.
Para las aproximadamente 1.000 personas que viven en Bountiful, el pueblo es, verdaderamente, la Tierra Prometida. Es una teocracia como Arabia Saudí o Irán, pero en la que, en vez de una interpretación del Islam, se pone en práctica la versión más fundamentalista de la doctrina de Joseph Smith, el hombre que fundó la Iglesia de los Santos de los Últimos Dias, es decir, los mormones.
Y en esa doctrina se encuentra el mandamiento que ha marcado gran parte de la existencia de esa religión: la poligamia. Un mandamiento que arranca de los textos fundacionales del mormonismo, desde que el 12 de julio de 1843 Smith escribió: «Si le dan [a un hombre] 10 vírgenes bajo la Ley, él no comete adulterio, porque le pertenecen, y le han sido dadas, así que está justificado».
Smith escribió eso en Nauvoo, en el Estado de Illinois. Nauvoo era una teocracia extremadamente próspera, hasta que la práctica de la poligamia hizo a los habitantes muy impopulares. En 1844 Smith fue linchado hasta la muerte y el gobernador de Illinois publicó un Edicto de Exterminio, ordenando la erradicación de los mormones de la faz del Estado. Los miembros de la Iglesia de los Santos de los Últimos Días iniciaron entonces un éxodo de 1.700 kilómetros hasta lo que hoy es el Estado de Utah. Allí establecieron otra teocracia.
Pero, finalmente, Estados Unidos ocupó el territorio y en 1890 obligó a la Iglesia mormona a renunciar a la poligamia. Sin embargo, no todos sus fieles lo aceptaron. En 1935, los polígamos crearon la Iglesia Fundamentalista de los Últimos Días. En ese grupo están los habitantes de Bountiful.
Pero no todos ven “el mundo feliz”. Debbie Palmer fue expulsada del pueblo cuando denunció públicamente las condiciones de vida en él, que en su caso se tradujeron en una agresión sexual cuando apenas había cumplido 5 años por parte de un primo suyo de 14. Palmer también ha hablado de los celos de las mujeres, que pueden llegar a las agresiones violentas en la lucha por lograr la atención de su marido. Y ha recordado un problema permanente en los mormones fundamentalistas: la diferencia de edad entre los cónyuges, que se traduce en matrimonios de chicas de 15 años con hombres de 65.
Según D. Palmer, «la vida en Bountiful está única y exclusivamente dedicada al sexo. En las grandes familias, hay una lista con los nombres de las mujeres. Las mujeres no son, literalmente, más que máquinas de parir”.
La comunidad es la palabra clave en Bountiful, donde nadie quiere mezclarse con forasteros, a quienes denominan «gentiles», término con el que los judíos se han referido tradicionalmente a las personas de otras religiones. Bountiful es una sociedad comunista: no existe la propiedad privada.
¿SON CRISTIANOS LOS MORMONES?
No. Tienen diferencias abismales tanto con católicos como con protestantes y ortodoxos y tienen más textos sagrados, aparte de la Biblia. Uno de los libros fundamentales de su doctrina es el «Libro de Mormón», que, afirman, fue inspirado por Dios a Joseph Smith, el fundador de su religión, al que sitúan al mismo nivel que Moisés, el profeta del Antiguo Testamento venerado por cristianos, judíos y musulmanes
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