Crecen las buenas expectativas para la Biblia en Cuba

En el 2006 fueron celebrados tres importantes Talleres de Ciencias Bíblicas en los cuales traductores y consultores de Sociedades Bíblicas Unidas (SBU), impartieron conferencias referidas a aspectos originales del Libro Sagrado, traducciones, elementos arqueológicos y nuevas maneras de interpretación que contribuyen a actualizar los conocimientos bíblico-teológicos de líderes y pastores ecuménicos.

Estos encuentros, que vienen desarrollándose en Cuba desde el año 1989, constituyen siempre una vía de conocimiento para un pensamiento más profundo y contemporáneo en torno a la Biblia como fenómeno.

El reverendo José López, secretario de la Comisión Bíblica del CIC afirmó que esos talleres alcanzan una convocatoria que traspasa cualquier barrera denominacional, en tanto consiguen una participación masiva de las iglesias.

El pasado año se celebraron tres; uno en la capital, uno al centro de la Isla y el otro en la provincia de Las Tunas, al oriente del país, donde se alcanzó la cifra de 720 participantes de las distintas denominaciones locales. Cada participante recibe un módulo de materiales bíblicos que luego le facilita su labor.

El funcionario del Consejo de Iglesias manifestó que el 2006 puede considerarse significativo en la entrada materiales bíblicos al país. Fueron recibidos 109 mil 470 ejemplares de la Biblia, lo cual suman un total de 2 millones 261 mil 130 volúmenes desde que comenzaran las entradas a la Isla en el año 1966. A lo cual se suman, en el 2006, 188 mil 213 Nuevos Testamentos; 546 mil 334 porciones bíblicas y otro grupo de materiales como tratados, revistas, calendarios, literatura relacionada al tema, diccionarios, comentarios y concordancias, además de videos.

Su distribución se realiza, de forma orgánica, a través de las iglesias del país, independientemente que tengan o no filiación al Consejo de Iglesias de Cuba.

Si bien La Biblia se distribuye en Cuba desde 1968, fue a partir de la década de los '90, después del histórico diálogo entre el presidente Fidel Castro y un grupo de líderes de iglesias y movimientos que el texto comenzó a venderse, a precios módicos en las librerías del país.