Decenas de heridos en una manifestación contra cristianos en Egipto

Los enfrentamientos se desataron cuando la multitud intentó entrar en la iglesia de San Sergio, en el barrio de Muharram Bik, que estaba custodiada por un numeroso contingente policial, que recurrió a bombas lacrimógenas y bastones para dispersar a los enardecidos manifestantes.

La protesta partió de la mezquita 'Aulad El Shej', aledaña a la iglesia, después del rezo comunitario del mediodía, pese a que el jeque de la mezquita había intentado calmar los ánimos destacando la tolerancia y la paz promovida por el Islam para las otras religiones monoteístas, por lo que instó a los fieles a retirarse en paz a sus hogares. Sin embargo, la gente se dirigió inmediatamente a la iglesia coreando la consigna 'con nuestra alma y sangre nos sacrificamos por el Islam'.

Ya el pasado miércoles la policía egipcia había reforzado las medidas de seguridad en torno a las iglesias de Alejandría, en previsión de incidentes, tras una manifestación similar el pasado viernes.

La tensión se generó hace una semana después de que algunos diarios locales dijeran que en la iglesia se proyectaba un vídeo donde se muestra una obra de teatro que supuestamente ofendía al Islam.

Por su parte, representantes de la Iglesia Cristiana Copta de Alejandría acusaron a la prensa de incitar a la discordia sectaria en Egipto, y que la obra se proyectó un solo día hace dos años en el marco de la campaña contra el terrorismo.

La manifestación de hoy se produce dos días después de que una monja y un abogado cristianos resultaran heridos leves por un joven de 19 años que los atacó con un cuchillo en la puerta de la misma iglesia.

El atacante fue detenido y confesó que perpetró el ataque en venganza porque la iglesia exhibió una obra teatral que ofende a la religión musulmana. La obra en cuestión trata sobre un cristiano de condición humilde al que presionan hasta convencerle de que se convierta al Islam para superar sus estrecheces, y cuando más tarde se arrepiente y quiere volver a su primera fe, se lo impiden.

El problema de las conversiones es uno de los más sensibles entre musulmanes y cristianos en Egipto, donde la comunidad cristiana constituye entre 10 y el 15 por ciento de la población.