La convocatoria de lectura bíblica que cada año realizan las iglesias evangélicas de Alcalá de Henares por el Día de la Biblia discurrió por primera vez exclusivamente por canales virtuales, lo que permitió que muchas personas de distintos lugares del mundo participasen tanto leyendo la Biblia como siguiendo la retransmisión ofrecida por YouTube y Facebook.

Antes, de forma presencial y respetando las restricciones y medidas de seguridad, algunos grupos de evangélicos se reunieron al aire libre para leer las Escrituras. Esta es “una costumbre que pretende poner las Escrituras en la plaza pública, y no solo en la esfera más particular de las iglesias, que empezó hace más de 20 años”, explica Ken Barrett, uno de los líderes evangélicos de Alcalá de Henares. “Por causa de la pandemia, el Ayuntamiento no quiso conceder a las iglesias convocantes el hacer un acto público, y por tanto los coordinadores tuvieron que ser un poco más creativos”, añadió.

Hasta 20 personas de tres iglesias diferentes llegaron a la plaza en grupos de cuatro y leyeron el evangelio de Marcos entre sí. Ante estas “burbujas”, convenientemente distanciadas, el público continuó su paseo habitual de la tarde. “Hacer acto de presencia de esa forma proclama la intención de volver a leer públicamente (y se espera con la colaboración de las autoridades) en mejores tiempos”, afirma Barrett.

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Retransmisión

Más tarde se celebró la lectura de la Biblia, que se realizó desde la Iglesia Bautista “Jesús Vive” como anfitriona. El acto fue coordinado por la Sociedad Bíblica, con la ayuda técnica de Gonzalo Soriano, y después de oración e introducción del pastor Francisco Revert, se leyó el evangelio de Marcos en la nueva revisión 2020 de la Reina Valera. Se fueron intercalando la participación presencial de personas de la congregación con otros que estuvieron conectados a través de Zoom, y en menos de dos horas, se había dado una lectura fluida del evangelio.

Gracias a la publicidad realizada por la Sociedad Bíblica previamente hubo diferentes conexiones mostrando interés, incluso con personas participando desde Suecia, o unos seminaristas de la misma Alcalá. Como Ken Barrett indicó, las dificultades de este año encauzaron el testimonio por nuevos derroteros, y se espera haber sembrado la semilla que pueda llevar a más iglesias a realizar este tipo de actividades en el futuro.