Ante las preguntas de índole legal que pueden surgir sobre cómo afectan a las iglesias y entidades evangélicas las medidas sanitarias adoptadas por el gobierno por la epidemia del Covid-19, la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (Ferede) ha publicado un documento con una serie de consejos al respecto.

El escrito viene a remarcar “las normas publicadas desde la declaración del Estado de alarma” y la federación insiste en su recomendación de “suspender completamente los cultos presenciales y mantener la atención pastoral, la predicación, los cultos y la oración a distancia y por medios telemáticos”.

“En aquellos casos en los que no fuera posible la grabación y difusión de los cultos desde casa, puede argumentarse legalmente la necesidad de acudir a grabar el culto desde la iglesia, pero únicamente deben acudir el número de personas imprescindibles para efectuar la grabación”, señalan desde Ferede, limitando los asistentes a un máximo de tres personas. 

Limitaciones en la asistencia en hospitales y funerales

Algunas de las actividades ministeriales básicas, como la asistencia pastoral, especialmente en el caso de las visitas hospitalarias y de la celebración de funerales, se ven limitadas por la situación. En este sentido, desde la federación insisten en que “únicamente puede plantearse una asistencia religiosa de manera presencial en momentos críticos y puntuales cuando se reciba una autorización específica del personal médico o de la autoridad competente”. 

Así, según Ferede, en el caso de un entierro “solo se permite la presencia de un máximo de 3 familiares o allegados en el acto concreto de enterramiento o cremación, pudiendo ser acompañados de un ministro de culto, quien podrá hacer un muy breve rito funerario de despedida del difunto”. En concreto, el documento de la federación habla de un máximo de 5 minutos y pide guardar la distancia de seguridad de entre uno y dos metros respecto a las otras personas. También abogan por la celebración de “cultos en memoria” una vez se levante el Estado de alarma

En cuanto a las visitas a hospitales, Ferede señala que lo conveniente es ofrecer directamente “un servicio de asistencia a distancia mientras esté vigente el Estado de alarma”. “Desaconsejamos la presencia de un pastor o agente pastoral en estos centros. Únicamente puede plantearse una asistencia religiosa de manera presencial en momentos críticos puntuales y cuando se reciba autorización específica”, remarcan. 

Posibilidad de continuar la asistencia social pero con precaución

Una de las pocas actividades presenciales que pueden continuar realizando las iglesias es la asistencia social y humanitaria, como el reparto de alimentos o la ayuda prestada a una persona dependiente. Desde la federación tan solo aconsejan adaptar los protocolos a la situación de emergencia actual y adoptar medidas especiales de protección, como el uso de mascarillas y guantes. El Estado de alarma, apuntan, permite “los desplazamientos para la asistencia y el cuidado de mayores, menores, dependientes, personas con discapacidad o personas especialmente vulnerables”. 

Ferede ha puesto a disposición de los interesados un certificado estándar para justificar la necesidad de desplazarse para repartir alimentos y se puede consultar aquí.