C29 Granada inaugura nuevo espacio

LOLA ORTIZ. Montados en la barca, los discípulos debieron sentirse aterrorizados por la tormenta que acababa de desatarse. Tras animarles a alejarse remando sin él, Jesús se había retirado para orar dejándolos aparentemente desamparados. El mar de Galilea es conocido por los abruptos temporales que lo sacuden, generados por el viento frío que baja de las montañas circundantes y cuya violencia es capaz de volcar barcas y ahogar vidas. Fue entonces, cuando el obedecer las órdenes de Jesús podía empezar a parecer arriesgado e incluso equivocado para sus discípulos, que éste regresó y se aproximó a ellos... caminando con naturalidad sobre las aguas. El miedo nos ciega y Pedro necesitaba tener la certeza de que aquel que se les acercaba era realmente su maestro, por lo que dijo: “Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas” (Mateo 14:28). La respuesta de Jesús fue inmediata: “Ven”. 

Indudablemente, Jesús continúa llamándonos a salir fuera de la barca y esto precisamente es lo que le sucedió hace menos de dos años a un grupo de sus seguidores en la ciudad de Granada. Capítulo 29 Granada (C29) -iglesia evangélica plantada hace casi 6 años- celebró el domingo 12 de enero la fidelidad de Dios y la materialización de un sueño. Desde sus inicios, C29 Granada alquiló el espacio de una facultad de artes y diseño para sus celebraciones semanales, montando y desmontando todo cada domingo. Tras años de gestación y crecimiento, su liderazgo comenzó a sentir una llamada a dar un importante paso de fe: alquilar un local en el centro de la ciudad y cerca de la Universidad de Granada (con más de 60 mil estudiantes) que pudiera ser usado todos los días como un medio a la misión y puente con la ciudad. El desafío era evidente y aterrador, las limitaciones también, pero más evidente aún era la apelación del Señor a confiar. Y como aquella noche en el mar de Galilea, a quien prestó oídos a Jesús y obedeció su voz, éste le hizo caminar sobre las aguas.

Poco a poco llegaron las oportunidades, muchas puertas se abrieron sin esperarlo y hoy la iglesia cuenta por fin con ese espacio. Ubicado en el centro de la ciudad y a tan sólo unos minutos de la Universidad, éste ya brinda oportunidades de ministerio a muy diversos colectivos. Posiblemente con la misma sorpresa que Pedro, también sus miembros pueden afirmar que han caminado con fe, abrumados por la incomparable bondad del Señor y las maneras tan inesperadas y milagrosas en que provee para nosotros. Quizás el punto culminante se produjo cuando C29 recibió un generoso donativo de la iglesia Faithbridge (EEUU), lo que permitió firmar el contrato de ese local de casi 500 metros cuadrados en el centro de Granada e iniciar el proyecto de reforma y construcción. 

Fe e ilusión era lo que se respiraba el pasado domingo durante la inauguración del nuevo local. Desde el inicio de la celebración hasta el cierre de la misma, una cifra aproximada de 300 asistentes llenó por completo el espacio. La fiesta comenzó con un cóctel ofrecido antes de la celebración especial de inauguración. Estuvieron también presentes vecinos, amigos y representantes de otras iglesias locales, incluyendo C29 Barcelona y C29 Linares.

[destacate]“La ubicación es muy estratégica y servirá como instrumento en la misión de Dios en Granada”[/destacate]En palabras de Hélder Favarin, pastor principal de C29 Granada, “dedicamos este nuevo local para la gloria de Dios e impacto de miles y miles de personas. Lo ponemos al servicio del bienestar de nuestra ciudad, de nuestra sociedad y de nuestro mundo”. Dan Slagle, pastor de misiones de Faithbridge, afirmó en su predicación: “Aunque emocionados por este nuevo espacio, no debemos olvidar que todo lo nuevo envejece y que sólo Jesús sigue y seguirá haciendo todas las cosas nuevas (Apocalipsis 21:5)”.

“Estamos muy emocionados y agradecidos con lo que Dios ha hecho”, afirma Raquel Arevalo, responsable de imagen visual y decoración en C29 Granada. “Sabemos que todo el trabajo y esfuerzo ha merecido la pena; la ubicación de este local es muy estratégica y servirá como instrumento en la misión de Dios en Granada. Este espacio lo ponemos a disposición de otras iglesias y ministerios, exposiciones, eventos o diferentes colectivos locales, entre otras tantas actividades”, afirma.

Por eso, entre música de alabanza y deliciosos canapés, carcajadas y lágrimas de emoción, una verdad se hizo eco por encima de todas: el Dios de los milagros continúa obrando entre nosotros y ya envejezca lo nuevo o azote la tormenta, él seguirá llamándonos a confiar y a caminar hacia él sobre las aguas.