AEE alza la voz ante el nuevo estigma del “fundamentalismo evangélico”

El secretario general de la Alianza Evangélica Española, Xesús Manuel Suárez, ha enviado una carta abierta al Secretario de Derechos Humanos de Uruguay, Nelson Villarreal, con motivo de sus declaraciones sobre los evangélicos.

Nelson Villarreal manifestó su preocupación por la amenaza a la convivencia democrática del fundamentalismo religioso, refiriéndose específicamente a los evangélicos.

Estas palabras surgen en el contexto de la oposición de varias entidades e iglesias evangélicas a la Ley Trans, que fue llevado a referéndum el pasado mes de junio, sin llegar a los votos necesarios para que la norma fuese anulada.

Nelson Villarreal define la participación política de los evangélicos como preocupante. “El avance del fundamentalismo evangélico es preocupante en el sentido de que no es simplemente que una tradición religiosa está aportando a la convivencia social, sino que está trastocando las formas de ejercer la política, intentando determinar las formas de la vida personal, la vida privada”, expuso en una entrevista publicada en el semanario Búsqueda.

RESPUESTA DE AEE

Las declaraciones de Villarreal, expone Xesús Manuel Suárez en su carta, “ponen en la diana pública a los evangélicos –ciertamente los ponen bajo sospecha– por el mero hecho de que han manifestado su parecer en cuestiones para las que una democracia asentada debe admitir libertad de opinión, como es el caso de las sucesivas normativas que plantean privilegios para el lobby de la Ideología de Género”.

Según Suárez, “como evangélicos hemos sufrido todo tipo de persecución y discriminación y por eso condenamos toda discriminación de cualquier ser humano por el motivo que sea, pero jamás hemos reclamado privilegios por nuestra condición de discriminados, ni jamás hemos reclamado que nuestras creencias sean impuestas por vía de adoctrinamiento en todos los estamentos educativos, como está sucediendo con la Ideología de Género en España y en su país”.

Esta forma de estigmatizar a quien opina de otra forma muestran que “los dogmas del pasado han cambiado, y los doctrinarios también, pero los herejes seguimos siendo los mismos”, apunta Suárez. “Ha cometido una grave torpeza descalificándonos gratuitamente con una parcialidad inadecuada para un cargo como el que representa, que debería defender los derechos de todos, y no los dogmas de una parte del espectro político. Le invito a que nos conozca mejor, renuncie a sus prejuicios inquisitoriales y descubra que puede encontrar en nosotros los mejores aliados en la lucha contra la discriminación y la defensa de los derechos cívicos”, afirma el secretario general de la Alianza Evangélica Española.

La carta completa se puede descargar aquí (PDF).