En el ámbito evangélico han sido múltiples las reacciones a la noticia del fallecimiento de José Grau Ballcels. Sin duda una muestra del gran consenso que se produce en torno al que muchos consideran el mejor teólogo evangélico español del siglo XX.
Jaume Llenas, secretario general de la Alianza Evangélica Española, expresaba en su perfil en Facebook una nota llena de recuerdos y agradecimiento. “Fui alumno suyo en el Centro Evangélico de Estudios Bíblicos por seis años. José Grau fue uno de los profesores que más marcó mi perspectiva teológica. Él nos enseñó a amar la Biblia, no sólo nos impartió conocimiento, sino sobre todo método, curiosidad, rigor, amplitud de miras, etc.
En momentos de gran confrontación teológica él decía: “Cuando el tema no está claro, orar mucho, leer y estudiar mucho y no definirse demasiado”. Su actitud nos marcó tanto o más que sus enseñanzas”. Llenas recordaba también la vinculación que Grau tuvo con la Alianza Evangélica, presidiendo la Comisión de Teología.
Alguien muy cercano a Grau es
José de Segovia, periodista, pastor y teólogo que comentaba: “Hay personas tan llenas de vida, que uno se da cuenta que han sido hechas para vivir para siempre. Cuando Dios encontró a José Grau, él solía decir que no le preocupaba tanto el más allá, sino el más acá.
Toda su obra está llena de una vitalidad y esperanza, que nos muestra que lo mejor está todavía por venir. Así que como aquel predicador decía, cuando os digan que hoy ha muerto, ¡no les creáis, está más vivo que nunca!”.
También
Xesús Manuel Suárez reconocía el impacto de la enseñanza y su liderazgo espiritual para la comunidad evangélica española. “Josep Grau miró a lo lejos -dice X.M.Suárez- nos cogió del hombro, nos invitó a renunciar a la mediocridad (“¡No hagamos de la estulticia virtud!”, nos dijo en el VI Congreso Evangélico) y nos levantó la cabeza para mostarnos la excelencia y la amplitud del Reino”.
Desde Ferede emitían un comunicado en el que destacaban las palabras de
Mariano Blázquez, secretario de la Federación. “Ha sido un referente del protestantismo, teológicamente muy centrado y, a la vez, un hombre sencillo y cercano… un ejemplo de coherencia cristiana e integridad”.
Pedro Tarquis, director de Protestante Digital, expresaba su satisfacción por haber conocido a Grau, “un grande de nuestra historia y corazón, ejemplo de grandeza y humildad dentro de nuestra humanidad”.
El teólogo
Samuel Escobar expresaba el reconocimiento a la labor editorial de Grau. “En un momento clave para la teología evangélica de Iberoamérica Grau publicó el primer libro de la Fraternidad Teológica Latinoamericana, y difundió la obra de varios evangélicos latinoamericanos. Como escritor y editor fue un hombre de visión y coraje, de erudición y creatividad”, expresaba Escobar.
César Vidal dedicaba un artículo en esta web a la figura de Grau.“No seré el único -dice Vidal- que ahora lamentará no haber podido pasar más horas charlando con él, agradecerá al Señor los momentos transcurridos en su compañía y tendrá la certeza de que un día volverá a encontrarlo al lado del Jesús al que tanto amó y sirvió”.
Pedro Puigvert, presidente del CEEB, decía: “El Señor se ha llevado, no solo a uno de mis grandes maestros, sino a un amigo con el que he tenido el privilegio de colaborar tanto en el CEEB, como en la Unión Bíblica y la Alianza Evangélica Española. Sin duda alguna ha sido el teólogo evangélico más importante de España del siglo XX. Su enseñanza y ejemplo han marcado mi itinerario espiritual”.
“Se nos ha ido uno de los grandes, de cuyo ministerio como maestro de la Palabra y como escritor y editor, tantos nos hemos beneficiado”, comentaba el escritor
Pedro Gelabert en redes sociales. “Sus obras siguen hablando, aunque su voz se haya apagado por el momento. En este momento, considero un honor haberle conocido personalmente. Gracias al Padre por él y su brillante ministerio”.
Francisco Mega, responsable de Unión Bíblica, decía que Grau fue “todo un ejemplo de humildad y servicio al Señor en condiciones no siempre propicias. Referente y ejemplo para toda la familia de la Unión Bíblica de España, con quien se mostraba firmemente identificado, y cuyo ministerio amaba profundamente. Nuestra gratitud a nuestro maestro y hermano José Grau, quien deja tras sí un vacío, difícilmente reemplazable”.
El pastor bautista
Roberto Velert expresaba que “de él aprendimos mucho, muchísimos. De él, vida y obra seguiremos aprendiendo. y ahora el Cielo es más rico, al recibir a uno de sus hijos selectos. Hace milenios que Dios dejó de hacer gigantes, pero con siervos de Dios como José, Dios engrandeció la raza humana”.
El periodista
Manuel López escribía un obituario en la web Periodistas en Español, que finalizaba diciendo que “para quien edita este obituario, la desaparición de José Grau es una gran pérdida para las letras evangélicas, pues se va uno de los grandes maestros de la literatura religiosa de todos los tiempos. Nos queda el consuelo de su fe y el grandioso acervo de su obra”.
Jacqueline Alencar, directora de la revista 'Sembradoras', agradecía “por su compromiso para con Dios y su pueblo. Con menos libertad que ahora. Nos da ejemplo”.
Desde Italia,
Leonardo de Chirico, del Instituto de Formación Evangélica y Documentación, se unía a las expresiones de agradecimiento y admiración. “Damos gracias a Dios por el servicio fiel del teólogo evangélico José Grau que iba mucho más allá de las fronteras de España. En particular, su comprensión teológica del catolicismo romano, de modo anclado en la Biblia y consciente de las implicaciones históricas y espirituales, sigue siendo un punto de referencia para todos los evangélicos”.
Y muchos más son los que en los comentarios en Protestante Digital como en las redes sociales han expresado su sentir en torno a la figura de José Grau, sin duda, un referente como editor, maestro y predicador que vivió una vida entregada a dar la gloria a Dios en todo.
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