Coincidiendo con el 11 de septiembre, en el que Catalunya celebra su ‘Diada’, Protestante Digital se pregunta sobre cómo ‘hablan’ las iglesias catalanas durante el año. Existe mucha variedad entre las más de 650 congregaciones que según la Generalitat existen en el territorio. Los pastores de 3 comunidades evangélicas explican su enfoque en cuanto a la lengua.
“Desde el inicio de la comunidad en Girona hace trece años tuvimos muy claro que la lengua catalana sería la vehicular en la comunicación de nuestra gente aquí en la ciudad”, explica
Josep Batallé, que lidera la
Iglesia Evangélica Metodista de la calle del Carme, pegada al centro histórico de la ciudad.
Más del 80% de los que asisten regularmente son catalanoparlantes, una cifra muy por encima de la media que se encontraría en otras iglesias de la provincia.
METODISTA DE GIRONA: CATALÁN COMO LENGUA NATURAL
Mirando a sus integrantes, resulta normal que “casi todo es en catalán: los cánticos, la oración, la liturgia, la predicación de la Palabra, los seminarios bíblicos, la escuela dominical…”.El tema de la lengua ni siquiera es un algo sobre lo que se habla en el consejo de líderes, “ni tampoco crea tensión”, dice Batallé. Además, “todo el mundo tiene libertad de expresarse en su lengua, y a veces algunos hermanos se expresan en castellano”.
No hay duda de que Girona es la provincia de Cataluña donde más se oye la lengua autóctona en las calles. En la capital, explica el pastor, “la gran mayoría de gente habla catalán, hay plena normalización, y lo mismo sucede en nuestra comunidad.
Queremos ser parte de nuestra gente aquí y queremos hacer que el evangelio se entendible a ellos, sin poner obstáculos a la comunicación”.
VERDI, EN BARCELONA: MITAD Y MITAD
En un paisaje lingüístico parecido al gerundense se encuentra la
Iglesia Evangélica Bautista de Gràcia (en la calle Verdi de Barcelona). Aquí, en medio de un barrio con mucho interés por la cultura, la forma de conducir los cultos sí fue un tema de conversación en su momento.
“Por lo que se refiere a los cultos de los domingos por la mañana, hace unos 7 u 8 años tomamos la decisión de
intentar que el 50% de los cultos fueran en catalán y el otro 50% en castellano”, explica
Jordi Ferrón, uno de los líderes de la iglesia.
La lengua escogida hilvana todo la actividad.“Quien preside el culto y el predicador utilizan siempre el idioma señalado para el culto. Se intenta que los himnos respeten también el idioma del culto, aunque no siempre es así”. En cambio, se es más flexible con otros aspectos más flexibles como los testimonios personales, las oraciones o los anuncios, en los que cada uno se expresa con la lengua que prefiera.
CONECTAR CON TODOS: TRADUCCIÓN SIMULTÁNEA
Pese a que en Verdi la mayoría de miembros es catalanoparlante, también es una realidad que una parte de los asistentes
proviene de otras partes de España o del extranjero. “Para que esto [predicar en catalán, los días que se hace] no sea un impedimento, en el pasado instalamos un sistema de traducción simultánea, que continua funcionando hasta hoy”.
La iglesia busca el equilibrio que se da entre facilitar al máximo la comprensión de todas las personas y el deseo de conectar con la mayoría catalanoparlante.
“Antes de tener un sistema de traducción simultánea, en nuestra iglesia se utilizaba casi de forma exclusiva el castellano, ‘para que lo entienda todo el mundo’”. El problema, explica Ferrón, es que “se vio que esto implicaba una desconexión, no sólo entra la iglesia y su entorno social, sino también entre la predicación y la propia realidad social interna de nuestra iglesia”.
Tanto
la idiosincrasia del barrio de Gràcia como la propia realidad de los miembros de la iglesia pedía introducir el catalán como un elemento natural.
IGLESIA METROPOLITANA: CASTELLANO PARA UNA CLARA MAYORÍA
Un tercer caso es el de la
Iglesia Metropolitana de Barcelona (Betania). Aquí el 90% de los asistentes son castellanoparlantes. Por ello, explica
Julio Pérez, pastor de la iglesia, la lengua no ha sido un tema de debate, porque “la membresía es mayoritariamente castellanoparlante, españoles y latinos. La minoría catalanoparlante no ha tenido un especial interés en el uso alternativo de las dos lenguas”.
Aunque “ocasionalmente” se usa el catalán, lo habitual es que las actividades transcurran en castellano, explica el pastor. “A día de hoy priorizamos como lengua vehicular el castellano, porque todos lo pueden entender. Pero estamos pensando, en un futuro inmediato, ir implementando diversas participaciones en catalán. Esto se realizará gradualmente, aunque la centralidad del culto sea en castellano”.
LA CUESTIÓN IDENTITARIA Y LA FE
Una cuestión final que se planteó a los 3 líderes fue sobre si crren que
la Biblia tiene algo que decir sobre la situación sociopolítica actual en Cataluña y el riesgo de conflicto entre ciudadanos con puntos de vista opuestos.
A nivel personal,
Ferrón no percibe que se dé ningún “conflicto” en la sociedad catalana. Y recuerda que “nuestra identidad nacional no se encuentra en la tierra sino en el Cielo, los cristianos deberíamos estar muy por encima de estas cuestiones
. Tanto Cataluña como España tuvieron un principio, y tendrán un final. El Reino de Dios, del cual somos ciudadanos, durará por siempre y por tanto no tiene sentido que aquellos que viviremos eternamente nos estemos preocupando de una posible frontera entre dos naciones que tarde o temprano desaparecerá. Es evidente que cada uno tendrá su opinión y su preferencia, pero en ningún caso ni la unidad de España ni la independencia de Cataluña deberían de ser una causa para nosotros”.
Batallé también cree que el enfoque bíblico puede ser muy útil en un momento como el actual. “El mensaje del amor de Dios rompe conflictos y obstáculos.
Es conveniente que nosotros, los cristianos, en base a la Palabra de Dios, seamos portadores de paz y no de conflictos. El sueño de Dios es que la iglesia de Jesucristo sea una comunidad de amor y paz, y debemos hacer lo posible para que la situación actual en Cataluña sea restaurada por el poder del evangelio de Jesucristo, y nosotros los cristianos seamos luz con el amor, la paz y la justicia”.
Por su parte,
Pérez concluye apostando por acercar las identidades que se mezclan en Cataluña: “Creo que, sin necesidad de abordar la cuestión soberanista, hemos de plantearnos muy seriamente realizar una inteligente simbiosis en la cuestión del uso de las lenguas, propias de una cultura tan importante como lo es, la catalana”. Mirando a la Biblia, cree que “habría que estudiar a fondo y
sacar conclusiones prácticas del uso de los idiomas de la época en una cultura greco-romana (idioma griego y latín) con una iglesia mayoritariamente judía (hebrea). Además de ser una cuestión de integración cultural, es también una cuestión de sensibilidades que tienen que respetarse mutuamente y mucho más en nuestro ámbito cristiano, que se debe de caracterizar por ser un ambiente inclusivo más que excluyente”.
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