La Fundación BBVA dio a conocer los resultados de su estudio internacional Values and Worldviews, un análisis de los estilos de vida, valores y creencias en diez países europeos, entre ellos España.
Uno de los resultados del amplio estudio es que
para los europeos la religión no da respuesta a las grandes cuestiones actuales. Se muestra un muy
amplio consenso respecto a que la religión debe estar separada de la política (media de acuerdo de 8,1 a nivel europeo y de 8,2 en España) y respecto a que
el Estado no debe proporcionar ayuda económica a ninguna religión (media de acuerdo de 6,5 y 6,6 respectivamente).
Con respecto a los españoles, al igual que la mayoría de los europeos, dan importancia a la familia, la salud, los ingresos, el trabajo, la relación de pareja, los amigos y el tiempo libre. La religión y la participación en la vida política está entre las cuestiones menos importantes en general.
Aunque el 71% de los españoles pertenece a una religión, su nivel de religiosidad es bajo (4,4 en una escala de religiosidad de 0 a 10). Tanto los españoles, como los europeos en general, creen que las personas con creencias religiosas hacen frente con más serenidad a la muerte, pero se sitúan entre quienes menos perciben un vínculo entre las creencias religiosas y rasgos como la solidaridad, tolerancia, felicidad u honradez.
ÉTICA DESVINCULADA DE LAS CREENCIAS
También los españoles están entre los que
menos asociación detectan entre ser creyente y tener un comportamiento ético (media de acuerdo de 3,2 frente a 4,2 en el promedio europeo respecto a la idea de que “es necesario creer en una religión para tener valores y actuar de modo ético”).
En cuanto a los principios éticos la amplia mayoría cree que está claro aquello que está bien y está mal (69%) y, aunque divididos, predomina la opinión de que hay que aplicarlos siempre (el 56% piensa de este modo frente al 42% que cree que hay que hacerlo dependiendo de las circunstancias).
En cuanto a las relaciones de pareja, los españoles se manifiestan a favor de la institución del matrimonio y defienden que es mejor vivir en pareja antes de casarse (media de aceptación de 7,7 en una escala de 0 a 10). También apoyan ser padre o madre soltero (7,5), el divorcio (7,5) y la eutanasia (6,4).
El aborto, sin embargo, causa más controversia. Un 44% que lo considera aceptable frente al 39% que cree que es inaceptable.
ACEPTACIÓN DE NUEVAS FORMAS DE CONVIVENCIA
Las uniones entre personas del mismo sexo también cuentan con la aprobación mayoritaria (5,7 frente al 4,6 en el promedio europeo), la adopción por parte de parejas homosexuales (5,4 frente a 4,3) y la concepción de un niño por parte de estas parejas recurriendo a donantes de semen u óvulos (5,2 frente a 4).
España se diferencia de otros países católicos (Italia y Polonia) por un nivel bajo de religiosidad, así como por
una posición de mayor flexibilidad frente a las nuevas formas de convivencia. La amplia mayoría identifica la tolerancia y respeto por los demás como el valor principal a inculcar a los niños.
RELIGIÓN 'SOCIAL'
Aunque pertenecer a una religión sigue siendo mayoritario en Europa, la importancia de esta ha disminuido en los últimos años
. En España pertenecen a una religión el 71 % (el 66% en el promedio europeo) pero el nivel de religiosidad declarado, salvo en Italia y Polonia, es bajo (media de 4,6 a nivel europeo y de 4,4 en España en una escala de 0 a 10, donde 0 significa que no es nada religioso y 10 que es muy religioso).
Así, la religión parece sostenerse gracias a los
ritos que tienen una significación más social que religiosa, según este análisis. La mayoría de la población manifiesta que asiste a las ceremonias religiosas más por costumbre social que por su significado religioso (media de acuerdo de 5,8 en una escala de 0 a 10 a nivel europeo y de 6,2 en España). Aun así, predomina en casi todos los países la intención de continuar celebrando ceremonias religiosas alrededor de hitos vitales centrales como el nacimiento o el matrimonio.
POCA FE EN LA BIBLIA
La Biblia no es apreciada por igual en toda Europa.
La población se divide entre quienes creen que la Biblia está inspirada por Dios pero no debe tomarse literalmente (posición que destaca en Italia y Polonia), y quienes creen que es un libro antiguo de fábulas, leyendas e historias escrito por los seres humanos (posición que se acentúa más claramente en Dinamarca y Suecia). En España, el 37% se decanta por lo primero y el 44% por lo segundo.
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