A 73 kilómetros de Santiago, destino de miles de peregrinos que cada año recorren las antiguas carreteras hacia la ciudad compostelana, se encuentra un albergue distinto a los demás. Porque en La Fuente del Peregrino se ofrece cama y alimento, pero también ánimo, sonrisas y el testimonio de vidas cambiadas por el evangelio.
Al frente de este albergue está
Natán de Souza, misionero brasileño que colabora con la misión evangélica Ágape desde hace 18 años y atiende esta casa desde su fundación , hace más de diez años. La idea de fundar este albergue en Ligonde, en pleno Camino Francés hacia Santiago de Compostela - la ruta más popular -, surgió en Ágape después de realizar el Camino.
“Un misionero de Ágape en 1998 hizo el Camino de Santiago. Al hacerlo vio a tantas personas de tantas partes del mundo que pensó como poder llegar con el evangelio a ellos”, cuenta Natán de Souza.
UN CAMINO, UNA EXPERIENCIA
El Camino de Santiago es uno de los trayectos de peregrinación más populares en el mundo. Es una peregrinación que surgió en la Edad Media y que en los últimos 30 años ha recuperado su popularidad.
@MULT#DER#58311@En origen la peregrinación tenía unas motivaciones religiosas. La tradición católica considera que la tumba del Apóstol Santiago está en la Catedral de Santiago de Compostela. Hoy en día, sin embargo,
el Camino ha evolucionado hacia una experiencia cultural. “El Camino de Santiago dejó de ser exclusivamente religioso porque muchos famosos, políticos y gente pública lo ha hecho y ha atraído a muchas masas. Se hace por deporte, por turismo, o por una búsqueda interior. Aún hay gente que no cree en nada y hace el Camino”, cuenta De Souza.
Lo interesante, desde su punto de vista, es qu
e “puedes estar haciendo el Camino y hablar con un ingeniero, un albañil o un profesor, pero todos son peregrinos y en el Camino te permite hablar con ellos”.
De hecho considera que
el Camino proporciona un ambiente ideal para compartir el evangelio con otras personas. “Como Fuente de Peregrino estamos motivando a las iglesias, a los gallegos, a hacer el Camino de Santiago porque es una experiencia tremenda para predicar el evangelio”, explica.
“El Camino de Santiago es el tercer lugar en el mundo de aglomeración de personas. Es una forma estratégica de predicar. Creo que Jesús haría hoy el Camino de Santiago”, dice De Souza.
UN ALBERGUE DISTINTO
La Fuente del Peregrino no es como otros albergues. “En el Camino también hay mucha explotación comercial”, dice De Souza. “Quienes abren un negocio hacen un filón. Hacer el camino no es barato y nos llamaba la atención esta “explotación” de los peregrinos”, por eso el albergue que ellos abren es gratuito.
Así se mantiene gracias a que
las personas que lo atienden son voluntarios. Cada semana del período de abril a septiembre reciben a un equipo de personas que destinan su tiempo y esfuerzo para atender a los peregrinos.
Su lema es
atender al peregrino “como Cristo lo haría”. Porque De Souza considera que “predicar puede ser fácil, pero servir es más difícil”, por eso su primer cometido es poder mostrar amor por los peregrinos.
“Queremos dar respuesta a los peregrinos heridos, magullados. Somos un equipo que nos turnamos para servir. Recibimos a estas personas para atenderlos, con los brazos abiertos”. El servicio les ha llevado a veces a tener “literalmente” que lavar los pies de otros
. “Estamos sirviéndoles y este es el impacto mayor, porque nos preguntan qué estamos haciendo y por qué lo hacemos”, dice De Souza.
Los peregrinos suelen llegar al Albergue tras realizar la etapa, cerca del mediodía. Su lema es “que nadie se quede fuera”, por lo que aunque las instalaciones no tienen camas para más de 20 personas, pueden también montar tiendas de campaña si es necesario.
El albergue ofrece cama con sábanas y edredón - “algo que nadie más ofrece en un albergue”, dice De Souza – y una cena. Pero hay más que cama y alimento.
PELÍCULA, CONVERSACIÓN Y ORACIÓN
Cada día, a las seis de la tarde,
el albergue emite la película Jesús – la conocida versión de Ágape -. Todos los peregrinos que se quedan allí la ven. Una experiencia que les permite a los voluntarios también hablar con los peregrinos sobre Jesús.
Antes,
los voluntarios ofrecen a los peregrinos la oportunidad de compartir un momento de oración con ellos, aprovechando un “mural” en el que van poniendo las peticiones de aquellos que van pasando por el albergue. “Nosotros oramos con ellos, leemos la Palabra del Señor con ellos”, dice De Souza.
Luego,
tras la cena, se ofrece un momento en el que compartir la experiencia en el camino de Santiago. Peregrinos y voluntarios comparten unos momentos en los que pueden contar a los demás sobre su experiencia. Entonces “compartimos con ellos el por qué estamos ahí y escuchan el evangelio”.
“Tenemos un libro de visitas y la gente pone cosas impresionantes.
Hay gente que ha dejado su declaración de haber encontrado aquello que estaba buscando en el Camino: a Jesús”, agrega De Souza. Así que esta Fuente del Peregrino sigue dando refugio y algo más valioso: el agua viva del evangelio.
La Fuente del Peregrino trabaja con voluntarios. Aquellos que deseen ponerse en contacto para trabajar con ellos pueden escribirles a su correo electrónico [email protected]. Más información en su página de Facebook y en su web.
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