Protestante Digital se puso en contacto con la Defensora de la Audiencia en TV3 para cuestionar el enfoque de la emisión del documental 'American Jesus' el pasado martes 19 de febrero por la noche, tras una gran promoción y en horario de máxima audiencia, en la cadena pública de Cataluña.
En el
editorial de este medio, se tildaba al documental de 'una Spanglish caricatura' por presentarse al público como una visión “amplia” del fenómeno evangélico en Estados Unidos, cuando lo que presenta es “un viaje a lo más esperpéntico del mismo, algo que sin duda existe, como se encuentra lo anecdótico en cualquier grupo social o religioso amplio”.
Adelina Castillejo, Defensora de la Audiencia, recibió del diario este Editorial pidiéndole una respuesta, que llegó a
Pedro Tarquis, director de Protestante Digital, explicándole que “normalmente un documental parte casi siempre de una mirada subjetiva, el punto de vista del autor y, por tanto,
a diferencia de la labor de los servicios informativos, muchas veces representa sólo este punto de vista que intenta destacar algunos aspectos concretos de la realidad”.
En el caso de este documental, Castillejo aclara que
“no es una producción de Televisió de Catalunya, sino una coproducción donde intervienen otras televisiones como TVE, y, por tanto, no prevalece únicamente nuestra posición ni opinión sobre el trabajo final”.
A pesar de ello
la defensora de la audiencia justifica la emisión y promoción del documental porque “se quería mostrar la gran variedad de las iglesias evangélicas de Estados Unidos y la gran variedad de modos de llevar a la práctica el culto.
No debe entenderse, por tanto, como la forma en que funcionan las iglesias evangélicas, sino, únicamente, la demostración práctica de esta gran variedad, que no tiene nada que ver, como se destacaba en la entrevista posterior, con la forma de practicar la religión en Europa. Es, por tanto, una aproximación a un fenómeno que nadie duda que está en crecimiento en Estados Unidos, que es lo que quería reflejar el documental”.
Agrega que en su opinión “un documental es una aproximación, pero no pretende, ni en este caso ni en la mayoría de los casos, dar una visión completa de lo que significa el movimiento evangelista”.
Esa visión incompleta se da porque
“siempre es un punto de vista, una visión concreta y, en este sentido, aunque podemos llegar a entender, e incluso a compartir algunas de las críticas, queremos dejar claro que nuestra capacidad de influencia sobre el documental es limitada debido a que se trata de una coproducción. Hay, pues, que valorarlo desde un punto de vista global y más flexible que tenga en cuenta esta diversidad de miradas que se puede hacer sobre un determinado tema”, concluye Adelina Castillejo.
SE “POTENCIA UNA CARICATURA”
Ante esta respuesta, Pedro Tarquis ha vuelto a contactar con la Defensora de la Audiencia, agradeciendo la carta y “entendiendo lo complejo de la importante labor que realiza en TV3". Pero, añade Tarquis."
creo que este documental tiene aspectos más profundos y graves que estos argumentos suyos, que también entendemos y compartimos en parte”.
Para el director de Protestante Digital el problema está en la forma en la que se presenta en el documental el movimiento evangélico ya que “en su propia web han dado a entender, así como en el programa, que es una exposición de la variedad del movimiento evangélico de forma global”, cuando éste presenta lo más raro o “friki”, que lleva al espectador a pensar “que suman el todo”.
Esta presentación sesgada de la realidad evangélica “supone potenciar una caricatura más bien propia de la opinión destructiva que de la información, e incluso las pocas personas que aparecen con una imagen de cierta credibilidad, son personas apartadas de la iglesia evangélica, que la atacan. En absoluto representa a los evangélicos de los Estados Unidos, que se ofenderían en su inmensa mayoría si viesen y entendiesen este programa”.
Tarquis considera además que el
emitir estos documentales tan sesgados “es el mismo tipo de labor 'informativa' que se realiza en países de mayoría islámica con todos los cristianos (evangélicos, católicos y ortodoxos). Desde Turquía a otros países de un fundamentalismo islámico más cerrado
se crea una caricatura del cristianismo y eso sirve de imagen negativa que la población asume y lleva a un 'imaginario colectivo' que ve lo cristiano como un extranjero, extraño y ajeno, o incluso enemigo de la identidad nacional”.
La “línea de pensamiento” que se fomenta desde el documental “y en la que ha participado TV3 al difundirlo entendemos que
fomenta la discriminación contra una comunidad que ha sido perseguida a lo largo de la historia en nuestro país, desde los tiempos de la Reforma hasta el franquismo. No digo que sea algo voluntario y consciente, pero esto no le quita un ápice de seriedad a lo que implica la actuación que han tenido”.
Finalmente, Pedro Tarquis
propone a la defensora de la Audiencia que sería “un gran detalle que hiciesen un reportaje sobre el protestantismo en Cataluña”, fomentando de esta manera la difusión de una imagen adecuada de la realidad evangélica en la comunidad.
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