Eurovegas ya tiene uno de los favores que pedía en la negociación que le ha llevado finalmente a Madrid. El Gobierno central ha cedido ante una de las exigencias de Sheldon Adelson, el magante estadounidense que construirá un macro-complejo del juego en Madrid.
Según se anunció la semana pasada, el IBI (Impuesto sobre Bienes Inmuebles) sufrirá dos grandes cambios a nivel nacional. Los presentaba el ministro de Hacienda,
Cristóbal Montoro,en la rueda de prensa después del último consejo de ministros. Por un lado el gabinete de Rajoy permitirá que los Ayuntamientos empiecen a exigir el IBI a los edificios históricos (hasta ahora exentos) si en ellos se da algún tipo de negocio (por ejemplo: entradas para visitas turísticas, habitaciones de hotel, cafetería…).
El otro cambio de la Ley de Haciendas locales (que afecta también al Impuesto de Actividades Económicas) va en la dirección opuesta.
Cada ciudad podrá decidir si quiere perdonar casi la totalidad del IBI a una edificación, si se considera que en ella se está haciendo una aportación “social, cultural, histórico-artística o de fomento del empleo” a la zona. Bastará que el consistorio local, crea aplicable uno de estos criterios.
Con este pretexto, el Ayuntamiento de Madrid podrá “regular una bonificación de
hasta el 95% de la cuota íntegra del impuesto”. Es decir, al aplicarse al macro-complejo planificado por Adelson, el IBI que pagaría Eurovegas se quedaría en un 5% de lo que pagan otros edificios.
El proyecto de Ley será tramitado por
procedimiento de urgencia, y se intentará que esté listo a finales de año o principios de 2013.
UNA DEMANDA PARA QUE VENGA A MADRID
En sus negociaciones con la Comunidad de Madrid y su Ayuntamiento, Adelson exigía una bonificación total en el pago de los impuestos municipales, en los primeros 10 años.
El secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, tuteló las negociaciones y parece que las demandas del magnate estadounidense han llegado al gobierno de España.
La otra exigencia del inversor de Eurovegas era que se le perdonara el Impuesto sobre Construcciones y Obras, que el Ayuntamiento puede reducir también hasta un 95% si aduce que el nuevo complejo de casinos y hoteles es de “interés especial” para la zona. Este impuesto significa el 4% del presupuesto original de la obra, un ahorro considerable sobre el total del gasto previsto.
CRITERIO COMPLETAMENTE ARBITRARIO
¿Será posible, pues, perdonar ‘de facto’ un impuesto tan rentable para las ciudades como el IBI por el simple criterio de los partidos que estén en el Ayuntamiento? ¿Será esta nueva capacidad una concesión habitual de los alcaldes a la hora de negociar con grandes empresas su implantación en la región? ¿Se convertirá la exención de impuestos en un trato de favor legal exigible por los inversores? ¿Cómo se decidirá si una empresa y sus edificios deben recibir o no este trato de favor?
En el Congreso de los Diputados, la líder de Unión, Progreso y Democracia (UPyD),
Rosa Díez, ha criticado este último punto. Ha pedido al Gobierno que especifique más claramente el baremo para decidir a quién se perdona impuestos y a quién no. Considera que se trata de
criterios “extremadamente amplios” como para que se apliquen de forma “arbitraria” por parte de las administraciones locales.
Tras la adaptación de la Ley y cumplir con la exigencia de Adelson en esta materia, quedan otras preguntas, más de fondo. Una de ellas sería: ¿Por qué en medio de la subida generalizada de impuestos a los ciudadanos se impulsan medidas de perdón de impuestos a empresas con gran capacidad económica? Además, ¿no contradice el impulso de este tipo de leyes de ‘amiguismo fiscal’ la meta del gobierno de aumentar ingresos públicos para llenar las arcas públicas vacías?
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