Desde hace varios meses el magnate del juego, Sheldon Adelson, baraja la posibilidad de instalar un complejo centrado en el juego en algún lugar de España, decisión que finalmente ha tomado y se ha localizado en la Comunidad de Madrid.
El magnate estadounidense Sheldon Adelson es el 14º hombre más rico del mundo, preside la multinacional de casinos Las Vegas Sands (LVS), y está a punto de cerrar un acuerdo en la Comunidad de Madrid para levantar una sucursal de la ciudad de Las Vegas (EE UU), un enorme complejo de ocio y juego que se han disputado de forma pública el Gobierno madrileño de Esperanza Aguirre (PP) y la Generalitat catalana de Artur Mas (CiU).
Dos cifras en boca de esos responsables políticos han servido para disculpar las reticencias ciudadanas sobre el modelo productivo y las facilidades gubernamentales ofrecidas al proyecto: 16.900 millones de euros de inversión, 261.000 nuevos empleos.
LVS contempla construir 12 resorts con 3.000 habitaciones cada uno (nueve de cinco estrellas y el resto de cuatro; en total, 36.000 habitaciones); seis casinos con 1.065 mesas y 18.000 máquinas recreativas; un escenario con 15.000 asientos; nueve salas de espectáculos con 1.800 cada una y siete teatros con 850 butacas cada uno; 50.000 plazas de restaurantes, bares y discotecas; entre uno y tres campos de golf, y 40.000 plazas de aparcamiento.
Ante este proyecto
la Alianza Evangélica Española ha expresado en un Comunicado su “más profunda preocupación".
VISIÓN MIOPE A CORTO PLAZO
Por una parte, opina que la instalación de un complejo centrado en el juego basándose en el número de puestos de trabajo que creará y en el dinero que moverá es una visión a corto plazo, que generará más consecuencias negativas que los beneficios que traerá.
Considera que “más que en el dinero para hoy que trae graves consecuencias en todos los ámbitos para nuestro país”, y recuerda que “ya se ha demostrado en crisis anteriores que las soluciones a corto plazo traen problemas a largo plazo”, como fue en los años 60 la crisis de la vivienda, que “llevó a una construcción exenta de planes urbanísticos y de previsión de servicios para la población, que aún estamos pagando en grandes sectores de nuestras ciudades”.
Además, valora la AEE que “antes de aceptar los ingresos de este tipo de negocio (pocos para la mayoría de nosotros, ya que vienen con la pretensión de ser un paraíso fiscal para sus beneficios por un mínimo de 10 años) hay que considerar los costos”.
Entre estos costos menciona el gasto en seguridad pública, los gastos en términos de salud pública, gastos en términos de familias afectadas por la ludopatía, alcoholismo, y drogas; y finalmente la degradación de los entornos y ecológica donde estos “parques temáticos del juego” se instalan. “Aunque sólo mirásemos la relación entre ingresos y gastos, esta inversión sería muy cuestionable”.
Piensa la AEE que “realmente los únicos que sacan verdaderos ingresos de este negocio son sus dueños, nosotros nos quedamos con los gastos”. Con seguridad es pan para hoy, pero hambre para mañana.
LOS “PUESTOS DE TRABAJO”
También carga con fuerza contra uno de los argumentos de más peso en la creación de este tipo de negocios privados; la creación de puestos de trabajo.
Recuerda que existen “negocios” tremendamente lucrativos en esta sociedad, y que los “negocios” que más dinero y “empleo” producen en todo el mundo son la trata de personas, el tráfico y la venta de sustancias estupefacientes y el tráfico de armas.
Por ahora, hemos considerado que, aunque producen dinero para unos pocos y “empleo” para otros, no son compatibles con los principios que queremos darnos como sociedad, expresa el Comunicado.
“Hay líneas rojas que no queremos atravesar, aunque produzcan dinero y “empleo” porque valoramos más ese conjunto de valores, ya que ellos dan vertebración a la sociedad y, a medio y largo plazo, su resultado es mucho mejor”.
UNA ISLA DE ALEGALIDAD
También ve otro peligro “no menor, que es poner al país de rodillas ante las grandes corporaciones extranjeras”.
“Si vamos a cambiar leyes o vamos a crear islas de alegalidad, como consecuencia de la presión de las grandes multinacionales, en las que se permitiría hacer excepciones a normas que nos obligan a todos, realmente perdemos soberanía y la traspasamos a las grandes multinacionales”.
Uno de los derechos fundamentales, expresa, “es que todos somos iguales ante la ley, seas quien seas estás obligado por la misma ley. No debería ser posible, que por un puñado de dólares y de empleos, subastemos aquellos principios normativos en los que como país creemos”.
GOBERNANTES CON VALORES
Toda esta situación, finaliza el Comunicado, “pone de manifiesto la necesidad de unos gobernantes que tengan valores sobre los que construir una sociedad. Las sociedades no se construyen principalmente sobre cimientos económicos, sino sobre un conjunto de valores que produce resultados en todas las áreas, incluyendo el área económica”.
“La sociedad occidental se ha construido sobre unos valores y sobre unos principios espirituales, que nos han llevado a ser la sociedad de los Derechos Humanos. Las situaciones de crisis ponen de manifiesto aquello en lo que estamos fundamentados, sale lo mejor y lo peor del ser humano. Necesitamos personas, y por ende gobernantes, con criterios, que sean creíbles y en los que podamos confiar. Cuando estos se dejan guiar, principalmente, por estas soluciones tan a corto plazo, nos damos cuenta de que
un pragmatismo sin principios se está levantando y de que la ética, la verdad, y el bien común, están siendo vendidos a bajo precio”.
Firman el Comunicado Jaume Llenas (Secretario general) y Amable Morales (Presidente).
Si quieres comentar o