El umbral a partir del cual una sociedad experimenta que un estímulo se convierte en dolor intenso parece que ha sido superado. El hachazo de la crisis ha hecho que los españoles hayan dado la espalda a los dos principales partidos del país y, sobre todo, que los votantes del Partido Popular (PP) se sumen al enorme malestar ciudadano por la reducción de prestaciones a los desempleados, los recortes a los funcionarios y la subida del IVA, entre otras medidas que provocan un alto malestar entre los españoles.
Como en 2010 con Zapatero, el Gobierno suspende en valoración y los españoles creen que el presidente improvisa y no da confianza. Pero el partido de la actual oposición es aún más rechazado, en un clima de pesimismo y sin que se intuyan motivos para la esperanza.
EL PP
El barómetro de Metroscopia del mes de julio, el primero realizado tras aprobarse las últimas medidas del Gobierno español ante la crisis, muestra un
desplome del PP, que pierde siete puntos en menos de un mes. Volverían a ganar, pero con mayoría simple y una diferencia de solo 5,3 puntos, que en la anterior encuesta era de 13,9.
Los populares tendrían el 30% de los votos, es decir, han perdido 14,6 puntos en sólo ocho meses, todo un récord y un ritmo de caída sin precedentes en ningún otro Gobierno en España, según todas las empresas de encuestas.
El desplome del PP viene principalmente de la desilusión de sus votantes, bajando 16 puntos en menos de un mes, como si los ciudadanos no perdonaran el incumplimiento de las promesas y compromisos del programa electoral.
EL PSOE
No obstante el Partido Socialista (PSOE) no recoge los votos por la precipitada caída del PP. Los socialistas, cuya actuación en la oposición es rechazada también, solo suben 1,6 puntos desde el anterior sondeo y siguen pagando por sus pasados pecados en el Gobierno y su actual papel en la oposición.
Aunque el PSOE mantiene la fidelidad de sus votantes,
los electores se han ido en gran parte a otras opciones. Por ejemplo la abstención (13 puntos más que el 20-N de 2011) y al voto en blanco, lo que muestra que el hartazgo y desilusión es hacia los dos grandes partidos españoles.
AUMENTAN IU Y UPyD
El descrédito, la desafección y la idea del “todos son iguales” que tanto intenta combatir la dirección del PSOE arrastra a ambos partidos y dirige a los ciudadanos además de hacia la mencionada abstención y voto en blanco, a
otras opciones que están muy lejos de ser partido de Gobierno.
Así, Izquierda Unida (
IU) se mantiene por encima del 12% de los votos, recogiendo el malestar de votantes de la izquierda, y el partido de Rosa Díez (
UPyD) llega al 9,9% con la bandera antisistema, es decir, de la búsqueda de los agujeros institucionales.
OTRAS VALORACIONES DE LA ENCUESTA
La encuesta mide un alto estado de desánimo de los españoles, molestos por los recortes y castigando a un Gobierno que ha incumplido casi todo su programa electoral, con una oposición que no encuentra su lugar de equilibrio entre la responsabilidad y el rechazo a las medidas impopulares.
El clima es similar al que sufrió el PSOE en mayo de 2010, cuando los españoles penalizaron a José Luis Rodríguez Zapatero por quebrar su proyecto ante la crisis. Zapatero nunca se recuperó de aquella pérdida de credibilidad y confianza que ahora sufre Rajoy, con la diferencia de que este hachazo es mucho más profundo y las elecciones en las que compareció con un programa incumplido están más próximas.
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