La esclavitud aún no pertenece al pasado. Este es uno de los principales mensajes que difunden las organizaciones que informan sobre el tráfico de personas en el Día Internacional de Rememoración de las Víctimas de la Esclavitud y la Trata Transatlántica de Esclavos, que se celebra este 25 de marzo.
La Asamblea de la ONU instauró la fecha de hoy como el día de recuerdo en 2008. La esclavitud fue una práctica que muchas sociedades europeas veían como aceptable hasta su abolición a principios del el siglo XIX. Un análisis de la realidad actual no nos lleva a ser optimistas.
Aún hoy la compra-venta de personas humanas es un grave problema. También en Europa.
TRAÍDAS PAR SER EXPLOTADAS EN ESPAÑA
Daniel Banegas es presidente de Esclavitud XXI, una organización que denuncia y conciencia sobre la explotación. Explica que aunque el tráfico de personas puede tener muchas caras, según la región del mundo,
un dato es contundente: “el 80% de la trata a nivel mundial es con fines de explotación sexual”.
“Es un tema del que cada vez se oye hablar más. La gente se da cuenta de que existe esclavitud actualmente y que no pasa sólo en el otro lado del mundo, sino que la tenemos más cerca de lo que pensamos”.
Las estadísticas muestran que
España es uno de los lugares en los que hay más tráfico de personas, mujeres principalmente, que son traídas de África o países del este de Europa para ser explotadas para la prostitución aquí. Según laComisión para la Investigación de Malos Tratos a Mujeres en España hay
por lo menos 300.000 mujeres que son prostituidas anualmente.
FALTA DE CONGRUENCIA EN LA CLASE POLÍTICA
Es verdad que se están intentando tomar medidas para reducir la demanda, como la reciente decisión de
incrementar la presión policial sobre los clientes en Barcelona.
Pero también se ve que estas acciones parecen dejar de ser una prioridad para algunas clases políticas en momentos de crisis económica. Se siguen viendo con buenos ojos proyectos que podrían fomentar aún más la prostitución. Un ejemplo de esto sería el proyecto de creación en España de
“Eurovegas”.
Preguntado por ello, Banegas prefiere no sacar conclusiones antes de tiempo pero comenta, a nivel general, que “allí donde hay grandes concentraciones de personas como en eventos deportivos multitudinarios, o en grandes congresos, aumenta la trata, sobre todo de chicas para explotación sexual con el fin de suplir la demanda de sexo de los asistentes”. Y añade: “¿Quién nos dice que con el “Eurovegas” no pasaría lo mismo?”.
PORNOGRAFÍA COMO FACTOR PARA LA EXPLOTACIÓN
Varias organizaciones, como
Unearthed, están sacando a la luz la relación que hay entre la demanda de pornografía y la explotación sexual de mujeres. El aumento de demanda sexual por parte de hombres en todo el mundo, principalmente a través de internet, tendría una relación directa con la producción de material pornográfico con mujeres traficadas y el aumento de explotación sexual en los burdeles.
Daniel Banegas opina que
“todo forma parte de una cadena”. “La pornografía genera deseo insatisfecho y adicción al sexo desencarnado, este deseo genera demanda de prostitución y la demanda de prostitución genera trata”.
RESPONSABILIZARSE ANTE LAS DIFERENTES REALIDADES
Esclavitud XXI trabaja en coordinación con otras organizaciones en Europa en proyectos como
“Stop the Traffik”. Con iniciativas contundentes, se busca mostrar la realidad de un problema a menudo ocultado por considerarse incómodo. “Creo que hemos de ser lo suficientemente valientes para entender cuál es nuestra parte de responsabilidad y qué podemos hacer al respecto, ya sea dar a conocer la situación, denunciarla, no consumir los productos elaborados por esclavos, atender a las víctimas, ofrecer alternativas… todo menos mirar hacia otro lado”, dice Banegas.
Nestlé, por ejemplo, ha sido denunciada públicamente por no garantizar que el chocolate que utilizan sea libre de esclavitud.
Una presión que ha llevado a conversaciones y cambios concretos en la producción de productos como Kit Kat.
“Las grandes marcas podrían hacer más de lo que están haciendo para acabar con esta situación”, dice. De ahí las campañas que se lanzan para avisar a los consumidores sobre los posibles abusos que se dan con trabajo infantil.
Las iniciativas de presión “no son tanto de boicot sino de petición a que no se use cacao procedente de plantaciones donde hay personas que trabajan en condiciones cercanas a la esclavitud, entre ellas niños que han sido traficados desde otros países”.
APOYAR LAS MARCAS QUE SÍ CUMPLEN
Banegas defiende el trabajo de las marcas de comercio justo, que “teniendo muchos menos recursos que los que tiene por ejemplo Nestlé, son capaces de dar un trato y sueldo dignos a los trabajadores de toda la cadena que elabora sus productos”.
Cuando miles de personas se comprometen contra la esclavitud pueden darse cambios importantes. Un ejemplo de esto fue la sociedad británica.
“La forma tradicional de beber té en el Reino Unido es sin azúcar”, explica Banegas. “¿Por qué? Porque los esclavos de hace más de 200 años trabajaban en las plantaciones de caña de azúcar y la forma de protestar contra la esclavitud de muchos británicos fue decidir no consumir un producto que hubiera sido elaborado por esclavos”.
El reto es: “¿Seremos capaces nosotros de modificar nuestra forma de consumo y apostar por un comercio más justo aunque pueda ser más caro?”.
NUEVAS INICIATIVAS
Para seguir luchando en la misma dirección, Esclavitud XXI ha empezado a pedir que también
Suchard elabore su chocolate con cacao procedente de “plantaciones donde se dé un trato digno a sus trabajadores”.
En segundo lugar, explica Banegas, es animar a la gente a ir a ver “en junio la
película Evelyn, de la directora Isabel de Ocampo. Las películas tienen capacidad de mover conciencias y estamos intentando promocionarla y mirando de elaborar recursos que coincidan con el estreno, para concienciar de la realidad de las chicas que son explotadas sexualmente”.
Para más información sobre cómo comprometerse contra la esclavitud puede contactar con Esclavitud XXI en su página web.
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