Aunque la ciudad de Barcelona se retrate a veces como estandarte del secularismo, lo cierto es que
la práctica de la fe religiosa continúa formando parte fundamental de la identidad de muchos de sus habitantes. Actualmente
se registran 465 centros de culto, cerca de la mitad católicos, pero entre los que destacan los 133 que pertenecen a la fe evangélica.
Según el informe anual que realiza la Oficina d’Afers Religiosos (OAR) del Ayuntamiento, la Iglesia católica conserva su hegemonía histórica, religiosa y social en la ciudad, al ser titular de más de la mitad de los edificios de culto existentes en Barcelona (son católicos 243, entre parroquias e iglesias no parroquiales).
El fenómeno más importante en cuanto a equipamientos religiosos es el dinamismo de los cristianos evangélicos, que cuentan ya con 133 locales. “Existe una percepción general entre la gente de que hay muchos oratorios musulmanes, pero en realidad donde
se registra una vitalidad creciente es en las iglesias evangélicas –explica Cristina Monteys, desde el 2008 coordinadora de la OAR–.
Se fundan nuevas iglesias, se fusionan con otras, desaparecen, cambian de local…”.
Su mucha actividad puede atribuirse en parte a la inmigración, sobre todo en las comunidades surgidas en los últimos quince años; se trata de iglesias formadas por latinoamericanos, africanos subsaharianos, chinos y coreanos, sobre todo. En cambio, la mayoría de las iglesias evangélicas centenarias, o abiertas hace cincuenta años, son frecuentadas por autóctonos.
NUEVOS LUGARES REGISTRADOS
El informe incluye las dos novedades que ha habido desde inicios de año: se inauguró un oratorio musulmán en Horta- Guinardó (ahora hay 17 en la ciudad), y la capilla mormona que había en ese mismo distrito se trasladó al de Sant Martí. Los mormones (el nombre oficial de esta confesión surgida en el siglo XIX en Estados Unidos es Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días) han instalado en Sant Martí su estaca (centro administrativo de zona, según su nomenclatura).
En la lista de locales destacan, por ser cada uno el único de su creencia en la ciudad, tres casos: el del centro bahai (fe iniciada en Irán en el siglo XIX) de Les Corts; el del templo sij (religión monoteísta india) de Ciutat Vella, y el de la asociación Ateus de Catalunya, “porque el principio de libertad religiosa como derecho humano cubre también las opciones de conciencia no religiosa”, aclara Cristina Monteys.
En la clasificación de los equipamientos por religiones,
el informe de la OAR separa del cristianismo evangélico a adventistas, testigos de Jehová y mormones, “porque, aunque son confesiones cristianas, teológicamente las diferencias son importantes”, puntualiza la coordinadora.
ACTIVIDAD DE LA OAR
La crisis económica y la actual situación del mercado inmobiliario están afectando especialmente a las comunidades religiosas más pequeñas, algunas de las cuales han tenido que dejar sus instalaciones por no poder pagar el alquiler.
“Hay que tener en cuenta que las comunidades minoritarias se financian con las aportaciones económicas de sus miembros, así que están notando mucho la crisis”, explica Cristina Monteys. En general, son las comunidades minoritarias quienes más necesitan los servicios de la OAR, acuartelada en el número 958 de la Gran Via.
Así, de las entidades religiosas que se dirigieron a esa oficina en el 2010, casi la mitad fueron iglesias evangélicas, y un tercio, comunidades islámicas. La mayoría de los casos atendidos ese año fueron de regularización de centros de culto, uso provisional de equipamientos públicos –como polideportivos para festividades que congregan a muchos fieles, como la ruptura del ayuno del Ramadán de los musulmanes– y apoyo a actividades organizadas por las propias entidades.
CONFLICTOS POR RUIDO
Explican en la OAR de Barcelona que
la mayoría de las quejas de los vecinos sobre lugares de culto en los barrios se refieren al ruido y a coches mal aparcados en días de celebraciones litúrgicas con mucha afluencia de fieles. “Estos conflictos están muy relacionados con el hecho de que los locales no estén adecuadamente insonorizados, sobre todo en religiones con muchos cánticos”, afirma la coordinadora, Cristina Monteys.
En esos casos, se contacta con la comunidad religiosa aludida para solventar las carencias técnicas de sus locales. En el 2010, la mayor parte de los procesos de regularización de centros de culto se dieron en los distritos de Nou Barris, Sants- Montjuïc y Sant Martí.
La OAR dispone de la propuesta didáctica "Llocs de culte, espais per descobrir" (Lugares de culto, espacios por descubrir), para que
los escolares visiten centros de culto de la ciudad y comprendan mejor la diversidad religiosa; el año pasado lo hicieron unos 700 niños y niñas. Y el pasado junio organizó un debate entre mujeres creyentes de diversas religiones, dentro del plan de interculturalidad de la ciudad.
De hecho, la Oficina d’Afers Religiosos, gestionada por el Centre Unesco de Catalunya, depende de la concejalía de Dona i Drets Civils, cuya actual titular es Francina Vila. Se trata de un centro de información, apoyo y asesoría para las comunidades religiosas, según una vocación municipal nacida durante los Juegos Olímpicos de 1992.
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