“Parece que algunos políticos, desconocedores o voluntariamente menospreciadores de los verdaderos argumentos jurídicos, han decidido comenzar una caza de brujas al más puro estilo de la represión franquista” –dice el pastor Jaume Torrado-.
El pastor Torrado habla de una “represión democrática” para explicar los cierres de iglesias que recientemente están teniendo lugar en distintos municipios del Estado español. Según el pastor, en estos casos siempre “prevalecen las leyes de regulación de actividades por encima de los derechos fundamentales como por ejemplo la Ley de Libertad Religiosa que tiene un lugar preeminente en la Constitución”.
Estos últimos cierres de locales de culto han creado una situación de desaliento en el conjunto de la comunidad evangélica y una falta de confianza en las autoridades locales. Tanto el Tribunal Superior de Justicia de varias comunidades como el Tribunal Supremo se han manifestado en contra de obligar a las iglesias el tener una licencia municipal de actividades para ejercer el derecho fundamental de libertad religiosa, además, la Generalitat de Catalunya ha reconocido la necesidad de aprobar una ley que regule la apertura de locales de culto, sin embargo, esto parece servir de poco a muchas de las administraciones locales que siguen cerrando locales de culto exigiendo la mencionada “licencia de actividades”.
Lleida, Girona, Salt y Badalona, son algunas de las poblaciones de Catalunya en las que se han vivido episodios de este tipo. Torrado ha expresado que las “ordenanzas reguladoras” son en realidad “represoras”, porque no facilitan el libre ejercicio de los derechos fundamentales.
UN EJEMPLO PENOSO
Hace tres años la Federación de la Iglesia Evangélica Pentecostal comenzó un proceso de negociaciones con el Ayuntamiento de Lleida porque una de las comunidades, con mayoría de asistencia de rumanos, había crecido en un número importante y requería la necesidad de un local más adecuado.
La Federación se puso en contacto con la Regiduría de derechos Cívicos comenzando así una larga y complicada andadura debida a la aplicación de una normativa restrictiva de apertura de locales de culto que el Ayuntamiento había aprobado. No había ningún local en la ciudad que pudiera cumplir con la normativa dictada por lo que se solicitó, después de más de un año de búsqueda, un terreno de equipamiento de servicios del Ayuntamiento, a lo que los responsables de la administración local respondieron que no se podía destinar un terreno municipal para ese objetivo de uso religioso.
Finalmente se encontró una nave en un polígono industrial pero el Ayuntamiento denegó la solicitud porque que la calificación urbanística no permitía el uso religioso. A raíz de esto se solicitó una recalificación urbanística que también fue denegada cuando desde el Ayuntamiento se les dijo: “Es imposible realizar una recalificación urbanística para este fin”.
A partir de ahí la Federación comenzó una negociación de casi dos años que derivó en una posible solución: alquilar el local del polígono industrial y legalizarlo como un Centro Cultural pero no como una iglesia. “Cansados del proceso y con la necesidad de congregar cerca de 500 personas accedimos a la mala solución. Hemos tardado casi un año en obtener los permisos después de uno de los procesos documentales más largos y extraños que he vivido, pero al fin este mes de Octubre conseguimos el último documento necesario para legalizar la ‘actividad cultural’ que no religiosa” –dice Torrado.
Si ésta mala solución fue el fruto de dos años de intensa negociación, la semana pasada el Ayuntamiento de Lleida concedía a la comunidad islámica un terreno de propiedad municipal de 1.800 m de 50 años a tan solo 8.000 euros al año. Además el Ayuntamiento recalificará los terrenos para que el edificio pueda ser destinado a la actividad religiosa. Y por último, el polígono industrial al que se realizará la recalificación es justamente el mismo que fue denegado a la iglesia evangélica un par de años atrás.
El pastor Jaume Torrado afirma que “va siendo va siendo hora que saquemos algo del espíritu protestante y comencemos a denunciar de manera consistente la injusticia a la que estamos siendo sometidos”.
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