En el encuentro, que contará con la participación de los representantes de las diferentes iglesias evangélicas afiliadas a esta organización --más de 1.900--, se discutirá si la confesión religiosa seguirá presentando proyectos a la Fundación Pluralismo y Convivencia (PyC) para recibir subvenciones o "si es el momento apropiado para proponer modificaciones en la línea de lo acordado con la Iglesia Católica", es decir, a través del dinero que el Estado recauda a través de Hacienda en la declaración de la renta (IRPF).
Así se desprende del “Informe sobre la solicitud de medidas sobre asuntos económicos de las iglesias de la Ferede y sobre las bases para el diálogo y la negociación”, que ha preparado esta organización para la reunión del próximo jueves y al que ha tenido acceso Europa Press.
En dicho documento también se analizan "las peculiaridades positivas y negativas" tanto de la subvención a través de la Fundación PyC como de la asignación tributaria mediante la casilla del IRPF.
Con respecto a la primera opción, se explica que si bien la idea de la Fundación PyC es "innovadora algunas iglesias han declinado presentarse a la convocatoria por considerar que es más el trabajo que los escasos beneficios que reporta".
EL DINERO DEL ESTADO
Este es sin duda uno de los temas de debate continuo en la España democrática (y en otros muchos países y situaciones): la cuestión de la financiación de las entidades religiosas y sus actividades con fondos públicos, es decir, por parte del Gobierno.
La postura tradicional de los protestantes en España ha sido una negativa absoluta a recibir ningún tipo de dinero del Estado, sea para el fin que sea. Como simple muestra, ésta fue la postura que defendió la FEREDE (Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España, interlocutora legal ante el Estado español) en 1992, al firmar los Acuerdos Iglesia-Estado, en la que se negaron a la opción de recibir cualquier tipo de ayuda económica. Las razones: la separación Iglesia-Estado, concebida como una absoluta independencia en todos los aspectos, incluido el económico.
SÓLO FINES SOCIALES Y CULTURALES
Esta postura fue surgiendo por dos motivos. Por una parte, por entender que la separación Iglesia-Estado no afecta conceptos o actividades no religiosos, como son las dimensiones culturales y de ayuda social, que tienen derecho a recibir apoyo como lo reciben otras muchas instituciones y organizaciones sin que esto viole su independencia y carácter.
Por otra, porque el acceso de las actividades sociales y culturales de los protestantes sufre una discriminación negativa cuando quiere acceder a las subvenciones públicas generales; especialmente las grandes bolsas de ayuda, como el 0’7 % del IRPF destinado a ONGs, a la que tras muchos años de solicitudes evangélicas en 2006 ¡por primera vez! se ha logrado una pequeña subvención para Diaconía-España (la “Cáritas” protestante).
Debemos señalar en este punto que no existe una adecuada preparación a la hora de presentar proyectos, algo que en parte es responsabilidad del poco interés para prepararse en este área (de nuevo debemos nombrar aquí a Diaconía, cuya escuela está haciendo una gran labor en este sentido). Pero a la vez, esta situación se debe también a la falta de apoyos en todos los sentidos a la obra social evangélica, cuyo esfuerzo y generosidad suponen una de las grandes facetas ignoradas por la sociedad de nuestro tiempo.
DINERO PARA LAS INSTITUCIONES
Esta opción del IRPF, en el caso de aprobarse, supondría que la FEREDE recibiría directamente dinero del Estado (en vez de ser como hasta ahora –a través de la Fundación Pluralismo y Convivencia- para los proyectos sociales y culturales, con una parte concreta para proyectos de FEREDE).
En cuanto a los motivos, quienes consideran que es correcto que las instituciones reciban dinero público de la misma forma que la Iglesia católica lo hacen, bien por considerar que tienen el mismo derecho que ésta, bien para que no exista una discriminación que de un trato favorable a la institución católica frente a otras instituciones religiosas.
Se trata de una postura no mayoritaria (hasta ahora al menos), pero que quiere abrir “el pastel” del dinero público a otras instituciones religiosas no católicas.
LAS ENCUESTAS DE P+D
Pueden ver directamente los resultados de la encuesta a la pregunta
"¿Deben pedir las confesiones no católicas una casilla para recibir dinero de Hacienda (IRPF)?".
Esta encuesta no es de carácter científico. Responde al voto de nuestros lectores que voluntariamente desean participar en la misma; aunque según una valoración general de los resultados, son bastante cercanos a las posturas que mantiene el protestantismo español.
Según esta encuesta "Sería una verguenza" aceptar la casilla para el 25%; "Me parece mal" al 24%, es decir, un 49 por ciento claramente en contra de esta opción.
"Me parece bien " dice el 14%; y "Es una magnífica idea" para el 12%. Es decir, un 26% claramente a favor de recibir dinero del Estado mediante la casilla de Hacienda en el IRPF.
Finalmente dice que "Si para acabar con la discriminación" un 23% de los votantes. No sabe qué responder el 3%.
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