Abdelmu'min Aya, antes Vicente Haya, 38 años, se incorpora este curso como profesor de un colegio público. Impartirá una materia muy especial: el Islam. Él junto con 37 más son los primeros docentes para cubrir la demanda de esta creciente comunidad
Se llamaba Vicente hace 18 años. Hoy es Abdelmu'min, «aquel en quien se puede confiar». Este año, impartirá clases de Islam en un centro público de Sevilla. En los años 80, Vicente Haya se alojó como estudiante en la casa granadina de Mansur Escudero. Estudiaba Filosofía, se consideraba ateo desde su formación cristiana (con los jesuitas sevillanos del colegio Portaceli había cursado el bachillerato) y no imaginaba que su vida y su concepción del mundo iban a cambiar a partir del conocimiento humano del psiquiatra que lo hospedaba. Baste decir que salió de aquella casa llamándose Abdelmu'min Aya tras abrazar el credo musulmán.
Este año se incorpora como profesor a un colegio público sevillano. Impartirá clases de religión musulmana a los alumnos de primaria.Como él, 38 docentes se reparten desde este año por la geografía española para cubrir -aún de manera insuficiente, como todos los agentes implicados reconocen- la creciente demanda de profesores de Islam en esta España cada vez más multicultural (más de 400.000 musulmanes, 30.000 de ellos conversos).
Hasta la fecha, sólo Ceuta y Melilla (cada comunidad con 10 profesores) tenían centros que impartieran conocimientos del Islam. A los que se sumarán este año 11 más para Andalucía, tres para Aragón, uno para Cantabria y otro para Euskadi. Cifras todas muy distantes a la de los 10.847 profesores que enseñan religión católica en España.
LOS PROFESORES EVANGÉLICOS
Los seguidores de Mahoma (o Muhammad) no son los únicos que se subirán a la palestra. 120 docentes evangélicos (confesión que tiene entre doscientos mil y un millón de seguidores en España, según distintso criterios) también tendrán su púlpito en las escuelas de primaria. La comunidad judía también fue invitada a participar el pasado año. Jacob Israel es secretario de la Federación de Comunidades Israelitas en España.
Los profesores de cada religión se benefician de contratos interinos por curso como los que firmaría cualquier maestro con plaza fija.Los planes de estudio los fijan las distintas jerarquías confesionales bajo supervisión del Ministerio de Educación. Los que quieren que haya planes.
Francisco Calvache, del Consejo general de enseñanza de la Religión Evangélica, recuerda que ya hace una década que los colegios españoles de primaria y secundaria cuentan con formadores de esta confesión. «Comenzamos a impartir clases en 1994 con voluntariado. El proyecto se empezó a consolidar en el 96 y en el 98 apenas teníamos unos cientos de alumnos en toda España. Hoy son 6.000 y unos 120 profesores», comenta Calvache.
Rosa María Oreal imparte religión evangélica en la localidad madrileña de Aranjuez desde 1999. Empezó entonces con cinco alumnos. Este año las solicitudes llegan a 100. El 50% de etnia gitana, un 30% sudamericanos y el 20% restante españoles “payos”.
Los evangelicos, a diferencia de los católicos, se bautizan de adultos. Conscientemente y con una formación previa. De los profesores de Islam se diferencian en que ellos sí tienen un programa que impartir, y su formación es especializada: como Rosa, deben cursar magisterio y especializarse después durante tres años profundizando sus estudios teológicos.
A Rosa la escogieron sus propios convecinos. Compartían culto en la iglesia evangélica y empezaron a demandar sus propias clases de religión. Desde entonces. Su marido es también evangélico -se convirtieron hace 21 años desde el catolicismo- y su hija va este año al Seminario Protestante Evangélico de La Carlota, Córdoba, para seguir los pasos de su madre como docente.
ENTRE 700 Y 1.600 EUROS
Tanto ellos como los islámicos son cada año contratados como personal laboral interino, y el salario depende -a diferencia del de los profesores católicos- del número de alumnos solicitantes. La mensualidad puede oscilar desde un mínimo de 700 euros a un máximo de 1.600. Evalúan cada tres meses y procuran en lo posible conciliar sus programas con los católicos.
En el curso 2004/2005 había en España 75 profesores de religión evangélica. Andalucía es la comunidad que cuenta con más docentes (30), seguida de Galicia (13), Madrid (11) y Aragón (siete). Carecían de implantación en La Mancha, Navarra, Valencia, La Rioja, Baleares, Cantabria, Euskadi, Ceuta, Melilla e Islas Canarias.
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