Como locos

Aunque, si de algo vale lo que estamos viviendo, es para damos cuenta de la necesidad de que la renovación de la revista sea diaria, porque acumulamos noticias como quien acumula multas, o deudas, o declaraciones de Hacienda. Y póngase usted el lunes a hacer los deberes de toda la semana.

Como Fernando Alonso con Ferrari, estamos deseando ya sentarnos al volante de nuestro nuevo y flamante Fórmula 1 (¡a ver si atinamos con los botones y palanquitas, que todo cambio cuesta y no queremos estrellarnos!); anhelando que los diseñadores tuneen ya por completo la maquinaria. Y mientras tanto nos jaleamos unos a otros: ¡Yes web cam!, lo cual quiere decir que lo vemos complicado ¿Por qué, si no, jalearnos de esa forma?

En fin, que estamos de los nervios. Y sin tiempo, y sin ideas salvo chips, eslóganes, secciones, diseños, rotaciones, multimedia, interactivas, blogs y otros fantasmas cibernéticos que nos acosan hasta en sueños.

Así que, agotados como siempre -pero cansados como nunca- hemos llegado a altas horas de la noche ante el papel en blanco (¿no era blaugrana?) de este Editorial sin ninguna idea sensata que hilar, ni tratamiento serio que ofrecerles dada nuestra situación mental y jurídica.

Por lo cual nos hemos limitado a abrir el corazón y dejar la mente en blanco (¿no era blaugrana?). Y ya se sabe lo que pasa cuando uno se relaja. Le sale el inconsciente y confiesa hasta ser el asesino de Kennedy.

Así que nos disculparán por estas líneas garabateadas al tun-tun (que no al ton-tón), y que son un pálido reflejo y válvula de escape de las muchas circunstancias que nos quieren apresar (aunque no nos dejamos, denlo por seguro).

Y encima de todo esto, tenemos que cargar con la culpa de estar ilusionados ¿será posible? ¿es de recibo esta condición humana de sufrir y ser felices, de lanzar alaridos de pavor y entonar cánticos de alegría, de asumir que estamos errados –sin h- y a la vez ver que damos en el blanco? (¿o era blaugrana?).

Si nos han aguantado hasta aquí, y a pesar de ello no han decidido abandonar esta revista por miedo a infectarse de esta locura transitoria que nos invade, no lo teman, este virus no es contagioso vía internet, salvo que se acerque usted demasiado al equipo de trabajo.

Y finalmente, le explicaremos una de los cuestiones que más ampollas está levantando en este tiempo que llevamos intentando sacar adelante este nuevo proyecto, y que coincide con el mismo conflicto que divide a España (y parte del mundo, nos tememos). No podemos sustraernos más, es imposible el evitarlo eternamente. Hay que confesarlo de una vez y por todas. El núcleo duro de esta revista es blanco (¿o es blaugrana?).

La semana que viene estaremos mejor, seguro (peor es imposible). Gracias, y disculpen las molestias.